“La comunidad te señala. Te chiflan como si ponernos un short fuera para agradarles”
Mujeres mazahuas del municipio de San Felipe del Progreso, Estado de México decidieron jugar futbol para manifestarse en contra del machismo y la violencia de género en el país pese a que el deporte del balompié “es una actividad clandestina para las mujeres de esa comunidad”.
Lupita García, fundadora de la primera selección mazahua de futbol a través del proyecto “Jugando por mis derechos”, señala que los hombres de la comunidad decían que en lugar de estar en casa haciendo obligaciones de mujer, ella “se iba de loca a perder el tiempo” toda vez que jugaba.
“La comunidad te señala. Te chiflan como si ponernos un short fuera para agradarles”, expresa al diario español El País.
Lupita nació en San Juan Coajomulco, una comunidad en el municipio de Jocotitlán, entidad en donde los feminicidios y agresiones contra las mujeres se vuelve una constante.
Ella es una mujer que vivió con la violencia tan cerca que incluso uno de sus abuelos mató a golpes a su abuela mientas que su madre se casó a los 14 años y su esposo era alcohólico y sus hermanas contrajeron nupcias cuando apenas cursaban la secundaria.
Practicar futbol, dice, es una decisión para empoderar liderazgos femeninos con niñas como un medio para la promoción y defensa de los derechos humanos de las niñas mazahuas.
Junto a otras dos mujeres Lupita recluta niñas menores de 15 años en siete municipios de la la comunidad mazahua para entrenar.
Mónica García, una de las integrantes del equipo, aprendió este deporte por su mamá Elsa. Cuenta que la veía jugar los fines de semana.
En declaraciones con el rotativo confiesa que su el director de su escuela le dijo que como niña “no debía practicar mucho este deporte” algo que también fue repetido por una orientadora de la escuela.
Maye Álvarez de 16 años, otra de las mujeres del proyecto expresa que algunas chicas no juegan pues “dicen que eso (el futbol) no es para mujeres, ellas solo están para las tareas del hogar y cuando las ven jugando les dicen que se vayan a lavar la ropa”. Pero Mayra quiere seguir jugando incluso en un equipo de nivel nacional.
EL País detalla que cuatro de las mujeres del equipo han logrado obtener becas académicas y deportivas. En tanto Lupita García es fundadora de la organización mazahua Mujeres, Lucha y Derecho para Todas, un organismo que nació en 2009 luego de los acontecimientos vividos en casa.
