El cese al acoso y no más impunidad para los feminicidios fue la exigencia de miles de mujeres que marcharon por la Eliminación de la Violencia contra la Niña y la Mujer en la capital del país y otras entidades.
Reunidas en el Ángel de la Independencia, alumnas de la UNAM, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y colectivos feministas, iniciaron su recorrido con destino al Zócalo.
Mostrando carteles con las leyendas “ni una más” y “con falda o pantalón respétame, cabrón”, las mujeres recriminaron a las autoridades que cuidan más a los monumentos que a ellas.
Diana, estudiante de 18 años, comentó en entrevista que desearía ser una pared para que pudiera sentirse segura y protegida.
“Hoy salgo a marchar porque nada me asegura que mañana no me maten, me violen o me desaparezcan. Salgo porque nos han quitado a tantas mujeres que no puedo ni quiero tolerar que me quiten a una más”, dijo.
La protesta avanzó por la avenida Paseo de la Reforma y tuvo diversas expresiones. Mientras un grupo marchó de manera pacífica; otro, integrado por mujeres con el rostro cubierto, rompió vidrios en estaciones de Metrobús y burló las vallas colocadas en monumentos para realizar pintas y quemas.
Lidia Florencio, madre de Diana Velásquez, asesinada en julio de 2017, lamenta que las autoridades sigan sin escuchar ni proteger a las mujeres.
“A mi hija me la mataron más de una vez. Las autoridades nos han fallado, no solo en descuidarnos sino también en respetarnos. A mi hija, cuando la encontraron violada y expuesta en la vía pública, la registraron como varón”, recordó.
Lidia agregó que su motivación para salir a marchar a lado de las jóvenes es que ninguna tenga el mismo destino que su hija.
“He tenido que pelear por su memoria y sobre todo por su justicia. No han querido tomar su caso como feminicidio y eso es algo que no voy a permitir”, afirmó.
Secuestro, desaparición y acoso es lo que denuncian que viven las estudiantes de la UNAM. Tomadas de la mano y con un pañuelo morado, alumnas de los colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) comentaron que los policías jamás las han cuidado, por eso se cuidan entre ellas.
Durante el recorrido, las mujeres quitaron las vallas que protegían algunos monumentos en Reforma. Realizaron pintas como “No me cuidan, me violan” refiriéndose al reclamo contra las autoridades cuando en agosto de este año, elementos de la policía fueron acusados de haber violado a una adolescente.
“Ojalá así nos cuidarán. Esta también es tu lucha”, fueron algunos de los reclamos que lanzaron las jóvenes en contra de las policías.
Por su parte, Elena, quien pidió modificar su nombre por cuestiones de seguridad, dijo que son estas mujeres que rompen y queman todo quienes la hacen sentir segura.
“En abril de 2017 intentaron secuestrarme. Iba saliendo de casa hacia la escuela cuando un tipo me agarró por detrás, me jaló el cabello y me quería llevar. Si no hubiera sido por las mujeres que me ayudaron en ese momento yo no estaría aquí. Por ellas vengo, porque ellas me cuidan y yo a ellas”, relató.
Al coro de “no estás sola” y con la exigencia de “vivas se las llevaron, vivas las queremos”, las mujeres se cuidaron durante todo el recorrido ya que en más de una ocasión se aseguraban de no dejar a nadie atrás.
Sin embargo, mientras algunas mujeres realizaban pintas y tiraban vallas, las policías quisieron repelerlas usando extintores. Ante ello, mujeres del contingente de Marabunta brindaron apoyo a quienes resultaban afectadas por el gas.
A la altura del Palacio de Bellas Artes, las mujeres se abrazaban y unían sus brazos para evitar que las separaran y así proteger a sus compañeras.
Natalia y Faviola, amigas de preparatoria, dijeron no estar de acuerdo con la idea de tener que marchar para pedir que no las maten y que no las alejen de sus familias.
“A la gente le molesta que alteremos el tránsito, que rompamos o quememos cosas, pues a mí me molesta salir con miedo, no saber si veré a mi mamá de nuevo. Me molesta tener que saber que en este país nunca estoy segura”, sentenció.
Las causas de la protesta de las mujeres de México
La violencia contra las mujeres en México no ha sido contenida por las autoridades y va en aumento.
Mientras en el 2015 la autoridad tuvo registro de 426 víctimas de feminicidios, para el 2018 se elevó a 912 casos.
Con respecto a los homicidios dolosos de mujeres, los registros oficiales revelan que aumentaron en un 60 por ciento de 2015 a 2018.
En 2015 los asesinatos contra mujeres fueron mil 735, y para el año pasado el número fue de 2 mil 773.
El delito de trata de personas afecta en mayor medida al género femenino. De las 3 mil 108 víctimas de 2015 al año pasado, 2 mil 348 fueron mujeres; es decir, el 76 por ciento del total.