El pequeño Kevin Cataño, quien tenía apenas 10 meses de edad y había sido mordido por una araña violinista el pasado 14 de julio, falleció de un paro cardiaco, informó el director del Hospital Civil de Tepic, Daniel Balderas.
Kevin se enfrentó a varios obstáculos desde que fue mordido en su casa, en el municipio de Acaponeta, en Nayarit, pues los galenos tardaron en diagnosticarlo debido a que los padres no se percataron de la mordedura y pensaron que se trataba de un golpe en el hombro, que se descartó inmediatamente por los especialistas que no pudieron brindarle un tratamiento concreto.
Tras presentar una mancha de necrosis en el cuerpo, los doctores comenzaron a sospechar que el menor había sido atacado por una araña violinista pero en Tepic, ya grave, fue atendido con corticoides debido a su edad y a la falta de certeza sobre qué insecto lo había picado.
Otro obstáculo sobrevino entonces: el antídoto para tratar la mordedura de la araña no estaba disponible en los institutos de salud del país, por lo que tuvo que ser donado por el laboratorio Silanes, con el consecuente lapso de tiempo que esto significó.
Sin embargo, tiempo después Kevin sufrió una hemorragia en los pulmones, tuvo que recibir transfusiones, desintoxicaron su sangre con una máquina, y una serie de procesos médicos más que, finalmente, no coadyuvaron a que mejorara.
La araña violinista es uno de los arácnidos más peligrosos en el mundo. En tiempos de calor se incrementa su presencia en los exteriores, pues comúnmente viven en lugares escondidos, bajo la sombra y en rincones poco visibles.
El veneno de esta especie de araña, cuyo nombre es Loxosceles laeta, entra en el torrente sanguíneo casi inmediatamente después de la mordedura, lo que causa disolución de los tejidos y muerte celular. En caso de no atenderse de manera urgente se registra necrosis, que puede derivar en la muerte de quien recibe el veneno.
El veneno del arácnido puede provocar gangrena e insuficiencia renal por lo que su mordedura en poblaciones vulnerables como personas de la tercera edad o niños puede ser fatal.
El medicamento contra el veneno del arácnido se llama Reclusmyn y su sustancia activa es el Faboterápico.