A menos de cinco meses de haber sido sustituido por Eduardo Robles Gil como director general de los Legionarios de Cristo, el padre Álvaro Corcuera Martínez del Río murió ayer a sus 56 años tras una larga lucha contra el cáncer.
Corcuera Martínez dejó el liderazgo de la congregación como parte de la reforma interna de los Legionarios, que inició hace cuatro años debido a los escándalos de pederastia clerical.
Por medio de un comunicado, la institución católica confirmó el fallecimiento y ofreció sus condolencias.
“El Movimiento Regnum Christi y los Legionarios de Cristo agradecemos al Señor por la vida del P. Álvaro Corcuera, religioso y sacerdote de Jesucristo, y lo confiamos a la misericordia del Señor que ha querido que donde Él esté, estén también sus servidores. Acompañamos a sus hermanos y familiares con nuestras oraciones para que la victoria de Cristo sobre la muerte les llene de consuelo. ¡Descanse en paz!”, publicó la congregación en su sitio Web.
Favorito de Maciel
El padre Corcuera fue director general del Regnum Christi y de los Legionarios de Cristo de 2005 hasta 2014. Asumió el mando de la congregación tras la muerte del fundador de los Legionarios, Marcial Maciel.
Cuando fue “electo” como director, el prestigio del Maciel iba a la baja. En 2006, el sacerdote michoacano acusado de pederastia fue suspendido y condenado a un retiro de “penitencia y oración”.
Aunque el fundador de la congregación murió en 2008, en mayo de 2010 el Vaticano condenó públicamente su conducta. Álvaro Corcuera tuvo que enfrentar el escándalo, que finalmente derivó en la reforma interna de los Legionarios que culminó este año.
En octubre de 2011 pidió una licencia al cargo, concedida por el delegado pontificio Velasio De Paoli “por motivos de salud”. Tres meses después le fue diagnosticado un tumor maligno en el cerebro, pero siguió al frente de la congregación hasta principios de año.