Movimiento Ciudadano buscaba consolidarse como la tercera vía en las próximas elecciones del 6 de junio, ganar más territorios, conservar los que ya tenía y hacerse de mayor presencia en el Congreso federal, pero los recientes escándalos, declinaciones a favor de otros partidos y las investigaciones en contra de varios candidatos ponen en duda si el movimiento naranja lo logrará ya que llegará dividido y disminuido el día de los comicios.
Al negarse a formar parte de la coalición electoral de partidos de oposición Va por México (PAN-PRI-PRD) para poder hacerle frente a Morena y sus aliados, el líder del albiazul, Marko Cortés, acusó a Movimiento Ciudadano de ser comparsa de Morena.
Las palabras de Cortés cimbraron el interior de Movimiento Ciudadano, el candidato del partido naranja a la gubernatura de Sonora, Ricardo Bours, declinó a favor de Ernesto Gándara de la alianza Va por Sonora (PRI, PAN, y PRD).
“Hago un llamado a todos los sonorenses a sumar su adhesión a favor del candidato Ernesto Gándara Camou para que el próximo 6 de junio el gobernador abandere un proyecto que sume a la pluralidad política de Sonora”, dijo el excandidato emecista.
Bours negó que se tratara de una declinación, sino de un “acuerdo de unidad” para hacer hasta lo imposible “para que no llegue Durazo”, motivos que reprochó el candidato de Morena quien acusó que ambos políticos nunca estuvieron separados.
“Nada nuevo. Anuncian los que jamás estuvieron separados. Los intereses de siempre que buscan permanecer, que quieren continuar con el Sonora de unos cuantos. Pero dos malas propuestas no hacen una buena en ningún lado”, arremetió el exsecretario de Seguridad federal.
Quien se deslindó inmediatamente de la decisión de Bours, fue la dirigencia nacional de Movimiento Ciudadano, que aclaró a través de un comunicado que el partido no se sumaría a ningún candidato de otro instituto político por lo que presentaron a Manuel Scott como su nuevo abanderado.
Lluvia de escándalos en Movimiento Ciudadano
Además de las divisiones al interior de Movimiento Ciudadano se le suman varios escándalos en contra de algunos de sus principales candidatos, por lo que el movimiento naranja podría llegar a la fiesta electoral del próximo 6 de junio disminuido.
En Nuevo León, la Fiscalía General de la República anunció que investiga al candidato de MC Samuel García luego de que la Unidad de Inteligencia Financiera revelara que su padre Samuel Orlando García Mascorro, su esposa Mariana Rodríguez Cantú, y el padre de ésta, Jorge Gerardo Rodríguez Valdez, estarían detrás del uso de fondos y recursos de procedencia ilícita utilizados con fines electorales.
En la pugna por la capital del estado se sumó una acusación en contra de Luis Donaldo Colosio Riojas, quien presuntamente habría recibido contratos millonarios por asesorar a los polémicos exgobernadores Javier Duarte, Rodrigo Medina y Roberto Sandoval.
El punto más álgido del escándalo de los candidatos de Movimiento Ciudadano ocurrió a inicios de mayo cuando Reporte Índigo reveló que el abanderado del partido naranja, Eliseo Fernández, llegaba a las elecciones en medio de una serie de acusaciones por corrupción, abuso de autoridad y falta de transparencia en recursos para ayudar a los más necesitados durante la pandemia de COVID-19.
En Hopelchén, Campeche, la candidata a la alcaldía de MC, Paulina Solís Birrueta, fue acusada de consumir drogas luego de que se difundieran videos de sus redes sociales que lo probaban y la candidata a regidora, Delma Guadalupe Caamal Poot, fue atrapada cuando intentaba robar cuatro playeras y un traje de baño de un supermercado.
Roger Martin Uc Canche, candidato a regidor suplente de Movimiento Ciudadano, también fue capturado cuando intentaba robar en una farmacia del municipio.
El divorcio
La estrategia de MC era simple, ante el hartazgo por los partidos políticos que ya han estado en el poder (PRI y PAN) y la decepción que ha ocasionado en ciertos sectores el actual Gobierno federal emanado de Morena, se presentaron como una tercera opción para el electorado: ellos, en discurso, no representaban al viejo PRIAN ni estaban ligados con el presidente Andrés Manuel López Obrador, al contrario, representaban una tercera vía de carácter ciudadano y con una agenda progresista que los otros partidos no tenían.
El divorcio entre Movimiento Ciudadano y los otros partidos de oposición comenzó a mediados del año pasado a la puerta del proceso electoral más grande de la historia del país. En ese entonces, Acción Nacional propuso a MC y al PRD aliarse en al menos 75 distritos federales electorales para poder construir una mayoría en la conformación de la nueva Cámara de Diputados.
Casi inmediatamente y a través de un comunicado de prensa, la dirigencia nacional de MC contestó al dirigente panista, Marko Cortés, que no era el momento de hacer cálculos políticos y que mejor se debe rían de concentrar en trabajar para atender la emergencia sanitaria que dejó la pandemia de COVID-19 en el país.
A partir de esa fecha, el partido naranja se desmarcó del resto de partidos de oposición, tanto en lo electoral como en lo legislativo, por lo que no formó parte del llamado “bloque opositor” que intentaba frenar las reformas impuestas por la mayoría de Morena y sus aliados en el Congreso federal.