Movilidad sin inclusión para personas con discapacidad

La iniciativa que presentó el PAN como Ley de Movilidad para Nuevo León es la única que aborda el tema de accesibilidad, pero de forma superficial; el resto de las propuestas no la contemplan, lo que representa un estancamiento en la entidad
Jesús Padilla Jesús Padilla Publicado el
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Las iniciativas presentadas para crear la nueva Ley de Movilidad en el Congreso local no contemplan la accesibilidad urbana para personas con discapacidad; solamente una aborda este tema, pero no alcanza un estándar internacional.

El gobierno del Estado de Nuevo León presentó la primera iniciativa el 22 de octubre de 2018, titulada Ley de Movilidad del Estado de Nuevo León.

Organizaciones civiles presentaron la suya el 13 de marzo de 2019, titulada Ley de Movilidad y del Espacio Público del Estado de Nuevo León.

La bancada de Morena presentó la tercera el 12 de abril de 2019, titulada Ley de Movilidad para el Estado de Nuevo León.

El grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) presentó su iniciativa el 30 de abril de 2019, titulada Ley de Movilidad y Accesibilidad para el Estado de Nuevo León.

La bancada de Morena y del Gobierno del Estado no incluyen en sus propuestas este tema, mientras el documento de la bancada del Partido Acción Nacional sí lo considera, pero no en profundidad.

Las iniciativas mencionan a las dimensiones sociales y ambientales de la movilidad pero no consideran a la población con discapacidad

El informe de conclusiones de estas iniciativas, realizado por el Instituto de Políticas para el Transporte y Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés), exhibe una falta de criterio para incorporar a esa parte de la población en la movilidad de Nuevo León.

“Las demás iniciativas no abordaron este concepto, a pesar de que sí hacen referencia a las dimensiones sociales y ambientales de la movilidad”, dice el informe.

El ITDP define a la accesibilidad como el potencial para alcanzar destinos y oportunidades en la ciudad, tales como rampas, señales para personas con diversos tipos de discapacidades, así como semáforos sonoros y carteles significativos para personas sordas, entre otros.

“El concepto de accesibilidad urbana solamente fue abordado por una iniciativa de ley, aquella presentada por el Partido Acción Nacional (PAN). Sin embargo, la definición propuesta, a pesar de hacer alusión a la dimensión social y espacial de la movilidad no coincide con las mejores prácticas internacionales y es confusa en su aplicación funcional. Las demás iniciativas no abordaron este concepto”, dice el informe en poder de Reporte Índigo.

Sin derecho a la ciudad y la movilidad

Hoy en día miles de peatones y personas con discapacidad sufren para moverse no sólo en el primer cuadro del municipio de Monterrey, sino en toda su área metropolitana, en donde los automovilistas y comerciantes ambulantes invaden este espacio.

Por su parte, Patricia Martínez, presidenta del Consejo Estatal para Personas con Discapacidad, asegura en entrevista con Reporte Índigo que en Nuevo León falta mucho no sólo para tener una accesibilidad urbana, sino para tener un diseño universal.

La accesibilidad es un área específica para personas con discapacidad y el diseño universal va para que personas con o sin discapacidad puedan tener libre movimiento y no están compartiendo las mejoras que se deben hacer, nos falta mucho, hay pocos intentos
Patricia MartínezPresidenta del Consejo Estatal para Personas con Discapacidad

La especialista agrega que existen muy pocas herramientas para que personas con discapacidad puedan circular libremente por el área metropolitana, tales como rampas en buenas condiciones o semáforos sonoros.

“Se necesita el compromiso de todos, y no un intento al azar de alguien. Pero tiene que ver con un compromiso integral, creo que se tiene que incluir el diseño universal en todas las áreas”, concluye Martínez.

El presidente de la organización La Banqueta se Respeta, Eduardo Quintanilla, considera que no existe una normativa de cómo tiene que ser la accesibilidad para banquetas, pero no sólo en el espacio público, sino en el privado también.

“No contamos con banquetas accesibles o con las condiciones necesarias para que la gente se pueda mover con facilidad, vemos unos avances como la calle de Juan Ignacio Ramón y Juárez, que tiene ciertos puntos de accesibilidad. Pero son proyectos cortos, o aislados, no se está avanzando en la modificación de lo que ya se tiene, hay una dificultad muy grande para todos, el problema mayor es que se le está limitando a las personas con discapacidad su derecho a la ciudad”, explica Quintanilla.

El activista agrega que no se respeta ni el ancho mínimo que debe tener una banqueta en el tema de movilidad peatonal, por lo que se genera un problema muy serio que no se ha podido resolver en la entidad.

No hay una normativa específica y no hay una certificación que te diga cómo debe ser una calle en término de accesibilidad. Entonces, al momento de hacer una modificación en la calle o baqueta, se hace de manera incompleta. Hay instrumentos en el país que pueden ser útiles como el manual de calles que tiene la Sedatu, pero es una recomendación, no es una cosa vinculante
Eduardo QuintanillaPresidente de La Banqueta se Respeta

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