Morir y seguir con vida
Miles de personas necesitan un riñón, un hígado, una córnea o un corazón en la Ciudad de México para seguir con vida, por ello el gobierno mantiene una campaña permanente que busca profundizar en la cultura de donación de órganos y tejidos con fines de trasplantes
Icela LagunasEn la Ciudad de México hay una lista de espera que no conoce de condición social ni nivel de estudios, se trata de 6 mil 110 personas que confían llegue un donante de órganos que les permita seguir viviendo o mejorar su calidad de vida.
De ese grupo, 2 mil 867 esperan un riñón; 2 mil 949 una córnea, 256 un hígado y 38 un corazón, según datos proporcionados por el Centro Nacional de Trasplantes.
“Comunico a ustedes que por mi propia voluntad dono mis órganos y tejidos al momento de mi fallecimiento para fines de trasplante siempre que las condiciones médicas, legales y administrativas lo permitan”, es la leyenda que dice la credencial de quien en vida decide ser donador de órganos y se lo comunica a su familia.
La doctora Armida Reyes Ponce, coordinadora del Programa de Procuración y Trasplantes de órganos de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, cuenta que es difícil ese momento en el que los especialistas se acercan a una familia a solicitar los órganos del esposo, hermano, papa o hijo que acaba de fallecer.
“Pero, ¿el corazón sigue latiendo?” es uno de los cuestionamientos más comunes que le plantean las personas cuyo familiar presenta muerte encefálica pero los latidos continúan a partir de soportes ventilatorios.
Al respecto, la especialista explica que los coordinadores hospitalarios tienen la obligación de realizar las pruebas para verificar el estado de muerte cerebral el candidato a donación.
“A partir de la realización de un encefalograma y otros estudios de mayor complejidad que reportan la ausencia de flujo cerebral”, dice.
Ella tiene la misión de perfilar a los candidatos a donación en cuatro hospitales de la Ciudad de México, Xoco, La Villa, Balbuena y el Infantil de Inguarán.
¿Quién puede ser un donante?
En la capital del país, el 70 a 80 por ciento de los donantes son aquellos pacientes que tuvieron un traumatismo craneoencefálico porque hubo un accidente, una caída, fueron atropellados o heridos por arma de fuego durante un hecho violento.
No obstante, no todos los pacientes que tienen muerte cerebral pueden ser donantes, ya que influye su historia clínica para identificar enfermedades como el VIH, la hepatitis C, entre otras, lo que va limitando el número de candidatos a donar sus órganos para trasplante.
“Cuando ya se dio toda la identificación del caso y se determinó la muerte encefálica es cuando nos acercamos a la familia para solicitar la donación de órganos”, dice la doctora Armida Reyes Ponce.
La especialista hace hincapié en la importancia de que cada ciudadano manifieste en vida cuál es su postura y pensamiento respecto a la muerte y después de ella.
“Dona tus órganos”
De acuerdo con estadísticas del Centro Nacional de Trasplantes, en la Ciudad de México ocurren el 35 por ciento de los trasplantes del país y en el caso del corazón, el 80 por ciento se efectúan en hospitales de esta capital. Esto responde a que en esta entidad se localizan los hospitales e institutos de tercer nivel del Seguro Social o del ISSSTE, tales como La Raza, 20 de Noviembre, Centro México Siglo XXI.
La capital del país mantiene la campaña permanente “Extiéndela a alguien más, dona tus órganos” que busca profundizar en la cultura de donación de órganos y tejidos con fines de trasplantes.
Actualmente el mayor es – fuerzo de la Secretaría de Salud (Sedesa) está dirigido a identificar a los potenciales donantes en estos cuatro hospitales públicos antes mencionados a través de médicos capacitados, como lo marca la Cofepris y la Ley General de Salud.
Una nueva esperanza
En medio del dolor que la muerte de un ser querido provoca, muchas familias tienen que decidir si entregan sus órganos para que éstos le permitan a alguien más, a un desconocido, mejorar su condición de vida o mejor aún, seguir viviendo.
“No es que no haya cultura de donación, es que a veces la muerte ocurre en un contexto de violencia que hace que las familias rechacen la idea de donar los órganos”, explica la doctora Armida Reyes Ponce.
Una vez que se acepta donar los órganos de ese familiar, la propia ley prohíbe expresamente que la familia del donador conozca detalles del receptor.
En abril, la reforma a la Ley General de Salud en materia de trasplantes no fue aprobada en el Senado. Ésta plantea la donación automática de órganos de personas mayores de 18 años.