Aun mes de la celebración de su tercer Consejo Nacional Ordinario, el descontrol al interior del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se hizo más que evidente.
Debido a las fallas en la comunicación para la organización de su elección interna, el partido más joven en alcanzar el poder se mostró como una máquina que avanza a toda velocidad pero sin rumbo; sin conductor y con fricciones entre los pasajeros, es decir, los grupos que manifestaron su interés en la dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional del organismo.
Un proceso que está en marcha desde el 20 de agosto de este año, cuando entró en vigor la convocatoria oficial para la renovación del cargo que ocupa en la actualidad Yeidckol Polevnsky, pero cuyo desenlace fue puesto en duda precisamente por la dirigente nacional.
La polémica arreció este 23 de octubre con las declaraciones emitidas por la titular del CEN del partido guinda, quien anunció la suspensión de la elección hasta el 2020 debido a las problemáticas con el padrón de militantes –una situación permanente desde la fase de organización en julio de este año– y las inconsistencias presentadas en las asambleas estatales, las cuales comenzaron el 12 de este mes.
“Los que luchamos por crear en Morena un partido apegado a la legalidad, no podemos validar un proceso electoral viciado por un padrón totalmente manipulado (…). Es un momento penoso y doloroso, todo mundo lo ha visto, el nivel de agresión y acarreo, los fundadores de Morena se quedaron fuera del padrón”, acusó Polevnsky a través de su cuenta de Twitter.
Sin embargo, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) sostuvo que el CEN no tiene facultades para suspender el proceso de elección interno.
No obstante, uno de los señalamientos más importantes sobre el proceso era la posibilidad de dejar fuera a las nuevas afiliaciones: casi 10 millones de allegados desde 2017 hasta la fecha, de acuerdo con cálculos del propio partido.
Sobre esto, la dirigente de Morena –quien anunció sus intenciones de mantenerse en el cargo que actualmente ejerce– afirmó que sería mucho mejor posponer la elección de dirigentes “para ordenar las cosas y ofrecer las condiciones que merecen nuestros militantes”, antes de concluir un ejercicio que ha sido marcado por esta clase de errores.
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Fallas en las asambleas
La ruta hacia el Consejo Nacional Ordinario de Morena, a celebrarse los próximos 23 y 24 de noviembre en la Ciudad de México, estará acompañada de las críticas más serias que ha recibido el organismo desde su fundación en 2014.
Sin entrar en detalles sobre el anuncio de la suspensión del proceso realizado por Polevnsky, el diputado federal y rival en la contienda interna, Mario Delgado Carrillo, explicó que tan sólo en las asambleas distritales se ha padecido la mala organización y contratiempos por parte de los organizadores.
El diputado habló sobre la asamblea del domingo 20 de octubre que se celebró en Iztacalco, Ciudad de México, en donde únicamente se contabilizaron dos computadoras para el registro de más de mil participantes. Una asamblea que terminó suspendiéndose por falta de condiciones.
“Sin mayor explicación cancelaron la asamblea. No pueden existir este tipo de prácticas en Morena. Debe haber transparencia y procesos democráticos, no se puede excluir a nadie a la mala. Me quieren sacar a la mala, lo cual es un despropósito”, agregó.
Las problemáticas en las asambleas quedaron bajo constancia del CEN desde el 18 de octubre de 2019, fecha en que se declararon en sesión permanente para analizar el desarrollo de los congresos electivos distritales, encontrando en ellos un “alto grado de conflictividad”.
“Los integrantes del CEN de Morena, plantearon que el origen de los conflictos en esas asambleas, estiba en el padrón irregular, ya que presenta diversas inconsistencias, lo que ha generado exclusión de militantes que tocaron puertas, que entregaron el periódico Regeneración, que fueron representantes de casilla y que formaron parte de la revolución de conciencias, incluso miembros fundadores que contando con sus documentos probatorios, no se encuentran inscritos”, explicó el organismo a través de un comunicado.
No obstante, una semana después los conflictos se mantienen y para las asambleas de este domingo 27 –programadas para los estados de Colima, Michoacán, Estado de México e Hidalgo– no existen garantías de que los problemas no se vayan a repetir.
“Pueden llegar a imponer a una dirigencia, pero van a perder la esencia del movimiento (…) Tenemos que demostrar que somos diferentes. Los vicios que tanto criticamos de otros partidos no podemos repetirlos ahora”, dijo Mario Delgado.
Contradicciones, la constante en Morena
En medio de la controversia por las declaraciones sobre la suspensión de la elección interna, este mismo miércoles la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena manifestó su postura en contra del freno al proceso.
El órgano legal del partido guinda se dijo al tanto de las “supuestas notas periodísticas” que dan cuenta de las declaraciones de Yeidckol Polevnsky, por lo que aclararon que ni la dirigencia del CEN ni su titular cuentan con las atribuciones para tomar una decisión de esa naturaleza.
“A la fecha, este órgano jurisdiccional no ha recibido por parte del CEN ningún documento en el sentido antes mencionado. El CEN carece de facultades estatutarias para ordenar la suspensión del proceso electivo en curso”, mencionaron a través de un comunicado.
Asimismo, anunciaron que el proceso continúa con normalidad “tal como lo establece la convocatoria al III Congreso Nacional Ordinario de Morena”, añadiendo que cualquier otra información carece de “legalidad y veracidad”.
Sobre esta clase de contradicciones, el diputado federal Sergio Carlos Gutiérrez Luna, consideró que el escenario creado por la actual dirigencia es “poco democrático, caótico y muy triste”, debido no sólo a la incertidumbre del padrón, a las fallas en la validación de los participantes o de las asambleas distritales, sino porque las propias autoridades no logran coordinar de manera eficiente el proceso.
En entrevista para Reporte Índigo, el funcionario federal de Morena comenta que actualmente la brújula del partido apunta a que el proceso se debe cancelar debido a que es insostenible y no tiene “ni pies ni cabeza”. Una problemática que, insiste, comenzó con el tema del padrón.
“Esto ha generado que se hayan abortado, cancelado o reventado 60 asambleas de las aproximadamente 240 que van. Lo cual pone en grave riesgo todo el proceso. Y ahora, supuestamente el CEN cancela el proceso pero más tarde y de manera sorprendente por la rapidez, la Comisión de Honestidad y Justicia dice que el Comité no tiene facultades para cancelarla; siguen las propias autoridades sin ponerse de acuerdo en nada”.
No se admiten críticas en morena
Otro de los elementos que destacó Gutiérrez Luna fue la falta de capacidad del CEN para atender las recomendaciones de la propia militancia o incluso las que provienen del propio fundador Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hoy desdibujado y ausente en los conflictos al interior de su propio partido.
“Todo ha sido un fracaso. Las autoridades de Morena no han sabido y no han podido organizar este proceso de renovación por una sencilla razón: se han negado a escuchar hasta el momento la recomendación del presidente de que se hiciera una encuesta y esa hubiera sido la mejor de las soluciones para evitar esta confrontación”.
Para finalizar, el también secretario de la comisión de Puntos Constitucionales en el Congreso de la Unión señala que la urgencia de la renovación de la dirigencia se demuestra con la gravedad de los hechos ocurridos”.
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Política de ausencia
El único criterio unificado dentro de las fuerzas de Morena a nivel nacional en este momento es el respeto a la figura del fundador de la institución y hoy titular del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, la distancia que el presidente de México mantiene del partido que creó hace muy difícil que se establezca una conciliación orquestada por el primer mandatario del país.
Cuestionado este 22 de octubre sobre el proceso de renovación de la dirigencia, López Obrador estableció lo que podría ser su divorcio definitivo de los conflictos partidistas y la crisis de organización que enfrentan los miembros activos.
“Casi no vienen a informarme nada de lo que está pasando en Morena, pero cuando alguien quiere tratarme el tema inmediatamente digo que no tengo nada que ver; no me importa, no me interesa, tengo otra encomienda”.
“El presidente dice públicamente que no se meterá en asuntos partidistas. Lo dice así y lo dice en congruencia con lo que persiguieron con la fundación de Morena. Sin embargo un partido que nació en torno a un sólo hombre sí tendría que meter a esa figura para consolidarla como una organización estable y de largo alcance”, considera el analista político y experto en imagen pública, José Manuel Urquijo.
Madurez y conciliación
El consejero de Morena y aspirante a la dirigencia del CEN, Alejandro Rojas Díaz, adelantó que la suspensión del proceso hecha pública el día de ayer es casi un hecho consumado debido a que no existen condiciones para realizar el Congreso Nacional Ordinario, por lo que lo más conveniente sería un diálogo abierto entre los aspirantes a la par de una campaña de afiliación nacional para que no queden dudas del padrón actual del partido.
“Sería lo más sano para todos porque además estamos dando un espectáculo terrible a la sociedad (…) Ya dimos muestras de que el proceso no se dio. La realidad es más fuerte, así que para qué insistir en que vamos al Congreso Nacional. Es atole con el dedo”, expresó.
El morenista enfatizó que existe respeto hacia la decisión del presidente de no involucrarse en el proceso, pero también marcó la importancia de que tanto Bertha Luján, Mario Delgado, la actual dirigente nacional y él se sienten a dialogar para construir un proceso de renovación estable.