Morena, PT, PVEM, PES: Una alianza con fisuras
La coalición entre Morena y sus aliados, la cual le permitió llegar al poder a Andrés Manuel López Obrador, así como aprobar la mayor parte de las reformas e iniciativas enviadas al Congreso de la Unión durante su primer año de gobierno está en riesgo, ya que el PT y algunos militantes guindas afirman que no son escuchados ni tomados en cuenta
Ernesto SantillánLa alianza que llevó al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) al poder y que a un año de gobierno le ha permitido aprobar muchas de las iniciativas y reformas tanto de sus legisladores como del Ejecutivo federal, pende de un hilo.
La coalición que hace 12 meses se veía como una fuerza imparable en el Congreso de la Unión: Morena, Partido Verde Ecologista de México, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social cerró el 2019 entre desacuerdos y peleas.
Prueba de ello son las acusaciones que lanzó el viernes pasado el diputado del Partido del Trabajo, Reginaldo Sandoval, quien aseguró que no se les ha tratado bien desde el Gobierno federal.
El diputado Sandoval lamentó el “mal trato” que se les da a los del Partido del Trabajo e indicó que incluso algunas dependencias gubernamentales les han negado las audiencias que han solicitado.
“En lugar de agradecer y tratar bien, pues no. La Secretaría de Economía nunca nos ha dado una audiencia, en Hacienda batallamos para que nos dé audiencia, la Secretaría de Educación Pública batallamos para que nos atienda, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes tampoco nos da audiencia; bueno, pues de qué se trata”.
A estos reclamos por parte del coordinador de los diputados del PT en San Lázaro, se suman las diferencias que se suscitaron el jueves de la semana pasada en la Cámara baja, cuando únicamente el partido guinda y el Partido Encuentro Social votaron a favor de la propuesta de reforma a la Constitución para disminuir en un 50 por ciento el financiamiento a los institutos políticos, aplazando la discusión hasta el próximo año.
El dictamen que se presentó surgió de nueve iniciativas que originalmente fueron presentadas por las bancadas de Morena, PT, PES y PRD, sin embargo, a la hora de buscar la mayoría calificada —tres cuartas partes de los votos de los legisladores en un mismo sentido— el PAN, MC y PRD votaron en contra de la misma, al igual que el PVEM y el PT que habían caminado de la mano con el partido en el poder hasta el momento.
Lo que se pretendía lograr el jueves pasado era reducir el multiplicador para determinar el financiamiento público para actividades ordinarias, es decir, que pasaría del 65 por ciento del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) al 32.5 por ciento, lo que disminuiría los recursos que se les otorgan a los partidos a la mitad.
Sin embargo, ante el argumento de los institutos políticos de Oposición e incluso de algunos de los aliados de Morena (PT y PVEM) de que la propuesta generaba inequidad, debilitamiento y concentración de poder, el objetivo tanto de Andrés Manuel López Orador como de su instituto político no se cumplió.
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Ruptura interna en Morena
La lealtad con la que contaba Morena en el terreno político por parte de otros partidos no solo se ha tornado dudosa a un año de haber llegado al poder, al interior del instituto político las diferencias entre la militancia también han comenzado a exacerbarse.
Algunas situaciones que han puesto esta realidad en evidencia fueron el nombramiento de la nueva titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el intento de renovación de la dirigencia del partido. Así como la renuncia de algunos militantes a sus cargos.
En relación al proceso de la designación de Rosario Piedra, hoy titular de la CNDH, el cual se caracterizó por la incertidumbre y las irregularidades, el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, confesó que nunca antes le había costado tanto tratar de llegar a un acuerdo con los integrantes de su partido.
“Hay una discusión fuerte en el interior del grupo por los perfiles, y diría que una decena, cuando menos, está en el escenario de la discusión de Morena.
“Esta es una de las ocasiones, lo digo con toda entereza, que más he batallado en construir la mayoría calificada, incluyendo al grupo. Hoy en el grupo hay distintas voces, que van desde apoyar a Orozco, a Chamberlain, a Piedra, Peimbert; tenemos mucha dispersión en el grupo y si la tengo adentro, imagínense afuera”.
En cuanto al proceso para cambiar la presidencia del partido, la cual actualmente ocupa Yeidckol Polevnski pero que Mario Delgado busca obtener, la dirigente nacional guinda explicó que el proceso se dará hasta finales del próximo año, cuando se hayan concretado las observaciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), es decir, la reafiliación y la credencialización de la militancia.
Respecto a las elecciones del 2021, la morenista dijo a medios nacionales que su Comité Ejecutivo Nacional es quien realizará el proceso de selección de candidatos.
“Efectivamente a mediados del próximo año empezará tanto gubernaturas como diputados, si nos toca, porque además el estatuto establece que tiene que ser el Comité Ejecutivo Nacional saliente el que tiene que hacer todos los procesos para recibir al entrante y tiene lógica, ni modo que viniera a hacer un interino el trabajo, además no está establecido en el estatuto”.
Ante la división que este proceso ha provocado al interior del partido, cerca de 140 diputados federales de Morena, incluido Mario Delgado, firmaron una misiva la cual enviaron al presidente solicitando reitere su llamado a cuidar los ideales del partido, pues de no darse el proceso de renovación, se podría generar una inhabilitación jurídica y política del instituto, señalaron los legisladores.
Sin embargo, Andrés Manuel López Obrador dejó en claro que en el caso de Morena y su elección de dirigencia, él no intervendrá en los asuntos internos del partido y pidió que nadie de su gobierno lo haga, ya que ahora es un delito.
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Resentimiento entre aliados
Los conflictos tanto al interior de Morena como con sus aliados más cercanos ponen en duda la conformación de las alianzas que se darán rumbo a las elecciones intermedias del 2021, cuyos preparativos comienzan a mediados del próximo año.
De momento, el sentir del diputado del Partido del Trabajo, Reginaldo Sandoval, es compartido entre el resto de sus compañeros militantes e incluso por algunos morenistas.
Óscar González Yáñez, diputado federal petista, asegura en entrevista que de fondo todos los integrantes del PT quisieran recibir un mejor trato por parte del presidente y ser tomados más en cuenta, pues son el instituto político que por más tiempo ha respaldado al hoy Presidente de la República.
“También pensamos que nos están subutilizando y que nada más nos ven como un aliado numérico y no como un aliado estratégico.
“Nosotros podríamos colaborar en muchos aspectos en los que tenemos mucha experiencia como en materia de inmigración, en temas de políticas sociales, sindicales o laborales, entre otras, sin embargo no se nos está tomando en cuenta para esas funciones”, señala el excandidato al gobierno del Estado de México.
Por su parte, la diputada de Morena, Lorena Villavicencio, admitió que pudiera estar en riesgo de fracturarse la alianza no solo con el Partido del Trabajo, sino también con el PES y el PVEM, por lo que hizo un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y a su coordinador Mario Delgado a cuidar esta relación y a tomarlos más en cuenta.
“Yo hago un llamado a que no pase eso, a mí me parecería lamentable porque han sido grandes aliados, fundamentalmente el PT con Andrés Manuel que siempre le ha abierto las puertas y lo ha apoyado en todas sus candidaturas y me parece que la gratitud es muy importante en política”.
Además, la integrante de la Comisión de Derechos Humanos en San Lázaro, también dijo que los militantes del PT no son los únicos que sienten que el presidente ni los ve ni los oye, que también es un sentimiento que ronda entre las filas de Morena.
Por su parte, el académico de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, Gustavo López Montiel, explica que este desgaste entre los aliados que conformaron la coalición Juntos Haremos Historia es normal, pues los intereses han comenzado ha cambiar.
“Por un lado me parece que esta alianza que se configuró en torno al PT, PES y Morena fue evidentemente electoral y le permitió al presidente darle viabilidad a la primera parte de su gobierno que ya está concluyendo.
“No obstante, Morena debe tener cuidado si quiere mantener sus mayorías tanto en lo local como a nivel federal. Aunque también existe la posibilidad de que busquen negociar con otros partidos en temas particulares en vez de mantener una alianza fija”, asegura.
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Problemas en los estados
En el ámbito local las cosas tampoco han sido fáciles al interior del partido guinda ni para sus aliados.
El ejemplo más claro de esto se suscitó apenas el domingo pasado en el Congreso de la Ciudad de México cuando Ricardo Ruíz Suárez renunció de manera oficial a la coordinación de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional.
“Ahora presenté mi renuncia ante el pleno con carácter de irrevocable, el grupo queda en absoluta libertad”, dijo después de que inició la reunión plenaria de la bancada en la sede del congreso local.
Previo a estos hechos, el 22 de noviembre de este año, el morenista ya había buscado dejar su cargo acusando un “manejo clientelar de las áreas administrativas del Congreso y una agudización de los conflictos al interior de la bancada”, sin embargo no le aceptaron su renuncia.
“Se me pidió que me quedara para sacar la agenda, se logró, y en ese sentido estoy satisfecho”, confesó al dejar su puesto como coordinador de bancada.
En el estado de Hidalgo las fricciones entre los congresistas guindas y sus aliados por la negativa a despenalizar el aborto se hicieron más visibles que nunca.
Ante esta problemática, el diputado del PT en San Lázaro, explicó que las diferencias se dieron porque a cada legislador se le dio la libertad de votar a favor de lo que considerara correcto a pesar de que el partido “no está a favor de la legalización del aborto”; provocando que se dieran distintas posturas.
Las diferencias entre los integrantes del partido de Movimiento de Regeneración Nacional y sus aliados no son exclusivas del ámbito federal, en materia local los problemas también se han presentado en diversas entidades del país
Mientras tanto, en el estado de Colima, apenas el 10 de diciembre pasado, la diputada Alma Lizeth Anaya Mejía anunció su separación de la bancada guinda.
En rueda de prensa, la legisladora local aclaró que su decisión no fue por presión, sino por lo que ha vivido con los compañeros de Morena todo este tiempo, donde no se ha respetado la paridad de género.
Además, Alma Lizeth Anaya denunció que la fracción de Morena en Colima no está con el proyecto de nación que encabeza López Obrador, “sino que ellos están con sus intereses propios, con los beneficios que son para ellos y para los que están de su lado, los que se alinean de alguna manera”.
A pesar de los numerosos conflictos que enfrenta Morena desde los distintos frentes, Óscar González Yáñez, diputado del Partido del Trabajo e integrante de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, asegura que no se deben mezclar las diferencias en materia legislativa con las alianzas electorales, por lo que desde su punto de vista, para el 2021, el Partido del Trabajo seguirá acompañando a Morena en su proyecto de nación como lo ha hecho hasta ahora.