Carrera contra el tiempo

La Asamblea Constituyente de la Ciudad de México vive una crisis de inactividad y retraso en sus tiempos, que pone en riesgo la aprobación de la Carta Magna antes del próximo 31 de enero, por lo que incluso se ha planteado la posibilidad de una prórroga en el plazo establecido para su entrega.

 

Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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Tiene que haber un esfuerzo real, de todas las fracciones parlamentarias para que esto salga adelante”
Raúl FloresVicecoordinador del PRD en la Asamblea Constituyente
Se sigue sesionando de forma normal a una intensidad muy fuerte, eso también es cierto, estamos sobrepasados” 
Mayela DelgadilloAsambleista constituyente por Morena

La Asamblea Constituyente de la Ciudad de México vive una crisis de inactividad y retraso en sus tiempos, que pone en riesgo la aprobación de la Carta Magna antes del próximo 31 de enero, por lo que incluso se ha planteado la posibilidad de una prórroga en el plazo establecido para su entrega.

 

A casi dos meses de instalarse la Asamblea, los jaloneos y las negociaciones en las bancadas por la integración de las comisiones, las discusiones por el reglamento, el ausentismo y la desorganización han relegado a un segundo plano el debate sobre los derechos, obligaciones y estructura de gobierno para la Ciudad.

 

Una Asamblea Constituyente que, desde mucho antes de comenzar a sesionar, ya había enfrentado serios cuestionamientos por su conformación, ya que 40 por ciento de sus integrantes fueron designados de manera directa, sin pasar por las urnas.

 

Tras haber sesionado ya en 12 ocasiones, el avance que presenta la Asamblea Constituyente es mucho menor al que los mismos legisladores esperaban a estas alturas.

 

Lo que ha ocasionado que se haya llegado a plantear la ampliación del plazo para la entrega por parte de los constituyentes.

 

Sin embargo, la ampliación del plazo legal podría quedar fuera de las manos de los asambleístas, pues este órgano no tendría facultades para modificar el artículo 122 de la Constitución en donde se establece como plazo legal para entregar el documento el 31 de enero de 2017.

 

Según la ley, los diputados constituyentes estarán en funciones hasta esta fecha, por lo que el riesgo de no aprobarla antes es que al expirar su función se tendría que convocar a nuevas elecciones para elegir a nuevos diputados que culminen los trabajos.

 

Uno de los mayores problemas que ha tenido esta asamblea ha sido un alto nivel de ausentismo de los legisladores, no solo en el Pleno, sino en las propias comisiones, lo que ha retrasado considerablemente tanto la discusión como el dictamen de una multitud de propuestas legislativas.

 

Además, el retraso en la conformación de los órganos administrativos de la Constituyente, así como en la elaboración del reglamento, debido a los jaloneos y las negociaciones entre las bancadas, ha restado horas y días al debate y discusión central.

 

Algunos diputados constituyentes han señalado que el tiempo destinado al trabajo de la asamblea fue insuficiente, ya que han sido sobresaturados de trabajo, y es poco el espacio de maniobra para poder entregar una Constitución acorde a lo que espera la ciudadanía.

 

A estas alturas, algunos legisladores incluso han considerado cambios en el reglamento, sobre todo lo relacionado al método de discusión, por lo que algunas de las votaciones podrían quedarse solo en comisiones sin llegar al pleno, con el objetivo de cumplir en tiempo y forma.

 

Faltaron horas días

 

La diputada constituyente de Morena, Mayela Delgadillo, dijo que una posible ampliación del plazo sería más que complicada debido a lo establecido en la ley, y reconoce que a pesar de los obstáculos, todos los asambleístas trabajan en el sentido de entregar la Constitución antes del 31 de 

enero de 2017.

 

“Se está trabajando y se sigue sesionando de forma normal a una intensidad muy fuerte, eso también es cierto, estamos sobrepasados, y la presión que hay para que terminemos en tiempo y forma es muy fuerte”.

 

La legisladora cree que, ante la premura por su entrega, existe un riesgo latente de que la Constitución que se entregue sea una en contra de los derechos de los ciudadanos, que no sea el documento que esperan, ni lo que necesita la Ciudad de México.

 

“Lo que puede suceder es que, para que estemos en tiempo y forma empiecen a sacar iniciativas, se hagan los dictámenes al vapor, los planchen en las comisiones para no tener discusiones”.

 

A pesar de que se han señalado retrasos en los trabajos de los constituyentes, Mayela Delgadillo considera que los legisladores han trabajado en lo general de manera adecuada, pero el hecho de contar con tan poco margen de tiempo es el problema de origen.

 

“En realidad lo que nos falta son horas día, nos falta tiempo porque además muchos de nosotros trabajamos, al ser un cargo honorario, no vivimos de esto. Estamos tratando de hacer nuestro mejor esfuerzo, pero en realidad lo que falta es tiempo”.

 

Hacer lo necesario

 

Para Raúl Flores, vicecoordinador de la bancada del PRD en la Asamblea Constituyente, existe un compromiso tanto de los legisladores electos y designados para poder entregar la Constitución en tiempo y forma.

 

“Nadie puede decir que no conocían los tiempos de la iniciativa de la reforma política. Hay tiempos fatales en el ámbito legislativo, en el ámbito del sector público y en ese sentido está la obligación de hacer todo lo necesario. Tiene que cumplirse con los tiempos establecidos”, expresó Flores.

 

El perredista confía en que se puedan acortar los tiempos en los trabajos de la Asamblea, sin que con ello se comprometa el resultado final, y de esta forma poder entregar la Carta Magna.

 

“Tiene que haber un esfuerzo real, de todas las fracciones parlamentarias para que esto salga adelante. A nadie le conviene que un esfuerzo que se hace finalmente se frene, se frustre. Hay que hacer lo necesario para que la Constitución salga a tiempo y salga bien”.

 

Flores afirma que se ha acercado con los dirigentes de las fuerzas políticas representadas en la Asamblea Constituyente, y que, a excepción del partido Morena, entre los demás partidos existe la voluntad política de culminar con éxito su trabajo.

 

“Platicando con los dirigentes de las otras fuerzas políticas, lo que hemos detectado es que sí hay una voluntad, podemos tener diferencias, pero nadie me ha dicho que no quiere que salga la 

Constitución”, detalló.

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