Con su movimiento en el Congreso de la Unión para intercambiar la licencia de Manuel Velasco por cinco diputados federales y así hacerse de la mayoría en la Cámara baja, Morena privilegió el pragmatismo sobre su discurso de transformación.
Expertos consideran que la actuación de las bancadas de Morena en el Senado y en la Cámara de Diputados se dio con la idea de hacerse del control total de la Cámara baja para tener poder sobre los recursos, los temas y las decisiones que se tomen en ese órgano del poder legislativo.
Todo esto sin contar que lo aprobado por el Congreso de Chiapas para aceptar la licencia del gobernador Manuel Velasco y luego nombrarlo sustituto de sí mismo, puede ir en contra de la Constitución Política del país.
Velasco fue incluido en la lista de senadores plurinominales del PVEM de último minuto. Una vez que se confirmó que tendría acceso al Senado, el Congreso de Chiapas modificó la Constitución y Velasco renunció a la gubernatura para tomar protesta como senador; ya con la licencia, Velasco fue nombrado sustituto de sí mismo.
Durante la campaña electoral, Manuel Velasco fue uno de los artífices del rompimiento del PVEM con el PRI en esa entidad, por la imposición del priista Roberto Albores como candidato del tricolor. Sin poder renunciar a la coalición, se dijo que Velasco operó a favor de Morena en la elección estatal y federal.
Una vez que Andrés Manuel López Obrador ganó la elección, Velasco se encargó de organizarle unos días después un encuentro con todos los gobernadores del país, reunidos en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) que él preside.
Ahí, el pronunciamiento hecho por él a nombre del organismo fue de total apoyo al nuevo gobierno.
El fin, ¿justifica los medios?
Con su acción en el Congreso de la Unión, Morena parece seguir la máxima maquiavélica de que “el fin justifica los medios”.
Este martes, el Senado de la República aprobó la licencia de Manuel Velasco para que regresara a la gubernatura de Chiapas en una segunda votación, pues en un primer momento se la habían negado.
Morena no solo votó a favor, sino defendió el derecho de Velasco a pedir licencia. El PAN y otros senadores se opusieron.
El cuestionamiento hacia Manuel Velasco no era en sí por su derecho a pedir licencia como legislador, sino al hecho de que el Congreso de Chiapas modificó la Constitución estatal para que el gobernador pudiera renunciar a su cargo para asumir como legislador y luego ser electo como gobernador sustituto de sí mismo
Más tarde, cinco diputados del PVEM se adhirieron a la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, lo que le permitió alcanzar los 252 legisladores —la mayoría absoluta— y con ello hacerse de la presidencia de la Junta de Coordinación Política, la Mesa Directiva y el Comité de Administración durante los tres años que durará la 64 Legislatura.
Esto le garantiza el control absoluto de los recursos y la batuta en las decisiones sobre los asuntos que se tocarán en el Pleno.
Los dos coordinadores parlamentarios de Morena negaron que hubiera un acuerdo con el Verde Ecologista; sin embargo, el PVEM sí lo admitió. Andrés Manuel López Obrador, el presidente electo, no quiso declarar sobre el tema.
No solo eso: criticó a quienes cuestionan la licencia al legislador y no la situación del país, como justificando la forma de construir la mayoría en el Legislativo.
“Ayer (antier) veía cómo merodeaban por los pasillos los espíritus de los Sabios de Bizancio que, en Constantinopla, Bizancio, discutían y discutían, por días, cosas insustanciales sobre si los ángeles deberían tener o no ombligo; y al final resolvieron con un manto en el ombligo, mientras los Bárbaros saqueaban y destruían la ciudad.
“Yo estoy más preocupado por el saqueo y la destrucción de la Ciudad que heredará Andrés Manuel López Obrador, no por una licencia que, de acuerdo con la ley, atentos al principio de legalidad, teníamos que otorgar porque es un derecho de cualquier legislador”, comentó Ricardo Monreal ante los cuestionamientos de los periodistas.
Mario Delgado, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, aseguró que no tuvo nada que ver una cosa con la otra, y que los diputados del PVEM llegaron por su propio pie.
“No tiene nada que ver (…) En el caso del Verde traen una agenda sobre salud infantil. Se acercaron con la idea de que podamos promover esa agenda y las reglas para venirse a Morena son bien claras. Nosotros tenemos una agenda bien establecida y es por la que vamos (…) Vienen con el compromiso de apoyar la agenda legislativa de Morena”, comentó en entrevista.
Arturo Escobar, coordinador del PVEM, sin embargo, sí reconoció que hubo una negociación con Morena para que los diputados de ese partido engrosaran las filas de la mayoría a cambio, según, de apoyar la agenda del Verde para combatir el cáncer infantil.
“Nos salió baratísimo (…) No hay nada más allá que el tema de la salud. Yo sé que les pudiera sorprender, pero no hay más.”, dijo Escobar.
El PAN, la segunda fuerza en el Congreso —con apenas la tercera parte de los legisladores con que cuenta Morena— alertó sobre las prácticas que podrían regresar al Poder Legislativo.
“Morena manda un terrible mensaje a la población, misma que quiere construcción de acuerdos, no autoritarismo, como el que caracterizó a México en los peores años del PRI”, expuso Acción Nacional.
Pragmatismo puro
En redes sociales el tema cayó como bomba. Decenas de mensajes criticando la negociación para armar una mayoría artificial inundaron las opiniones de la ciudadanía, incluso de aquellos que apoyan a Morena.
Los expertos en política vieron en esa negociación un uso extremo del pragmatismo político de la nueva mayoría.
Para José Antonio Crespo, académico del CIDE, Morena tendrá una sobrerrepresentación de facto en el Legislativo que no logró en las urnas.
“Morena ganó 191 diputados con el 38 por ciento de la votación. Pero tendrá 252 diputados, 50 por ciento y fracción de las curules; 12 por ciento de sobre-representación, cuando la ley permite un máximo de 8 por ciento. Hiper-pragmatismo (del viejo estilo)”, escribió en su cuenta de Twitter (@JACrespo1).
Fernando Dworak, politólogo y experto en temas legislativos, advirtió que se trata de una muestra de pragmatismo político en su máxima expresión.
“Las personas que creyeron que Morena iba a ser diferente, se van a decepcionar. Porque no solo Morena es lo mismo de siempre, todos los políticos son lo mismo de siempre. La única diferencia que vamos a tener va a ser nuestra capacidad de conocerlos, conocer nuestro entorno y para exigir cuentas.
“Por querer olvidar todo el poder se están olvidando de las formas parlamentarias en un órgano en donde debe imperar la pluralidad en la toma de decisiones”, afirmó el experto en entrevista.
El analista consideró que esta situación generará que el Legislativo se convierta en una “olla exprés”, que podría estallar en 2019 o 2020, por el poco margen de maniobra que tendrá la Oposición, lo que le restará legitimidad a las decisiones que impulse Morena en la Cámara baja.
Dworak criticó también a la Oposición, pues las medidas tomadas por el Congreso de Chiapas vulneran la Carta Magna del país y podrían promover una acción de inconstitucionalidad, no solo quedarse en la crítica parlamentaria.