La continuidad de la Cuarta Transformación y de Morena más allá del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador pende de un hilo.
Los problemas y la división entre los distintos grupos de militantes que buscan heredar el proyecto del primer mandatario, amenazan con disolver el movimiento guinda una vez que AMLO deje el poder y vaya perdiendo liderazgo al interior del instituto político que creó.
Al respecto, Gustavo López Montiel, politólogo del Instituto Tecnológico y de Estudios Tecnológicos de Monterrey (ITESM), explica que Morena es un movimiento conformado por muchos grupos que se juntaron para hacer posible que López Obrador se convirtiera en presidente, pero esos grupos obviamente buscan ser quienes lo sucedan no solamente en el contexto de la presidencia, sino también moralmente.
“A este tipo de partidos se les conoce como “Splinter Parties”, algunos de ellos son el Partido Liberal Japonés o el Partido Demócrata Cristiano en Italia. De manera más local podríamos decir que también le sucedió al Partido de la Revolución Democrática (PRD), lo cual incluso de alguna manera llevó a la creación del Movimiento de Regeneración Nacional”.
Trascender la muerte
El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se acaba de recuperar de COVID-19, dio a conocer que cuenta con un testamento político, un documento con el que pretende mantener la gobernabilidad del país incluso si llegara a fallecer o le sucediera algo que le impidiera concluir su mandato.
De acuerdo con el titular del Poder Ejecutivo Federal, ya tiene tiempo que en un apartado de su testamento dejó escrito cómo concluir la transformación de la vida pública de México.
López Obrador aseguró que no contar con un documento de esta índole sería irresponsable, sobre todo después de que se dio a conocer que fue sometido a un cateterismo.
“Tengo la responsabilidad de actuar previendo todo, cualquier circunstancia, más cuando iba yo a someterme a este cateterismo y tengo desde hace algún tiempo un testamento y ya siendo presidente le agregué un texto que tiene el propósito de que, en caso de mi fallecimiento, se garantice la continuidad en el proceso de transformación y que no haya ingobernabilidad.
“Que las cosas se den sin sobresaltos, sin afectar el desarrollo del país, garantizando siempre la estabilidad y el que se avance en el proyecto que hemos iniciado, sería irresponsable el no prever estas cosas”, sostuvo el presidente de la República en conferencia de prensa desde Palacio Nacional.
Garantizar la unidad en Morena
De acuerdo con Gustavo López Montiel, especialista en temas políticos, la continuidad de Morena dependerá de la capacidad del primer mandatario del país de mantener la unidad al interior del instituto incluso después de su salida de la presidencia.
“Para que Morena y el movimiento guinda perduren, el titular del Ejecutivo sabe que las alianzas entre grupos internos se deben mantener, y la mejor manera de lograr esto es dando espacios de poder a todos los grupos, especialmente a los dos más fuertes: el de Marecelo Ebrard y el de Claudia Sheinbaum”.
No obstante, asegura que es inevitable que haya división, algo que veremos desde que comience la sucesión presidencial.
“Mario Delgado evidentemente es parte del grupo de Marcelo Ebrard, quien se disputará la candidatura con Claudia Sheinbaum y esta facción a la que podríamos llamar los duros por ser quienes iniciaron junto con López Obrador el movimiento, y quienes además se creen que tienen la condición moral para ser quienes se queden en el lugar del hoy presidente de la República”.
Aunado a esto, el especialista del ITESM, dice que López Obrador necesitará una figura que esté por encima de ambos grupos y que sea respetada, algo que al parecer ha estado intentando hacer con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
“El presidente sabe que sin su liderazgo Morena no podría ganar en 2024. En este momento él tiene claro que sigue siendo quien decide dentro del instituto político”.
Lealtad en duda
Otro fenómeno que se empieza a dar al interior de Morena que podría provocar aún más turbulencia en su interior es la poca recompensa que muchos de los que han sido leales al presidente han recibido de su parte a lo largo de su mandato.
“El presidente ha dejado en claro que son pocas las veces que premia la lealtad que ha recibido. Entonces muchos actores políticos podrían volverse disruptivos al interior del partido”, advierte Gustavo López Montiel.
Hoy por hoy, al menos 30 mil militantes se han manifestado ante la falta de democracia que existe al interior del partido oficialista, una situación que tomó fuerza con la selección de los candidatos a las seis gubernaturas que estarán en juego este año y que tiene descontentos a muchos.