En una de las etapas más complicadas de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al frente de la Presidencia de la República, su propio partido, Morena, está inmerso en un conflicto a gran escala.
Anteriormente, el instituto político al que pertenecía el jefe del Ejecutivo era su fuerte aliado, hoy día, Morena se está convirtiendo más en un lastre que en un apoyo para el presidente.
La elección interna de Movimiento Regeneración Nacional cada vez se torna en un conflicto más grande con acusaciones de haber secuestrado el padrón de militantes y de utilizar recursos para favorecer a una de las candidatas.
Tanto, que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) anuló el proceso interno porque el “padrón de protagonistas del cambio verdadero” —como Morena llama a su padrón de militantes—, carece totalmente de certeza.
La acción del Tribunal llega después de que ya se habían realizado 230 de las 300 elecciones distritales para elegir a los consejeros de Morena; resultados que el TEPJF ya invalidó.
Contrario a sexenios anteriores, el presidente se ha negado a participar en la elección de la nueva dirigencia de su partido, por lo que los grupos que se disputan la presidencia están librando una batalla campal.
Las críticas al partido del presidente aumentan por el discurso anticorrupción que él y los suyos han pronunciado desde hace años, pues en Morena las acusaciones al interior van desde pagar para votar por ciertos candidatos y obstaculizar la participación de los militantes hasta utilizar el tráfico de influencias.
Después del fallo del TEPJF, los morenistas tienen 90 días para enderezar el camino y convertirse en un partido que acompañe al presidente, en lugar de uno que le dé problemas.
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Falta de certeza
El fallo del TEPJF es contundente: el padrón de protagonistas del cambio verdadero “carece de confiabilidad, certeza y certidumbre”.
Por decisión unánime de sus siete magistrados, la Sala Superior del TEPJF resolvió el 30 de octubre múltiples juicios que fueron interpuestos contra el partido guinda por militantes que no fueron tomados en cuenta para la elección de la nueva dirigencia.
Morena determinó que podrían participar en la elección quienes se hubieran afiliado al partido antes del 20 de noviembre del 2017.
Sin embargo, en sus estatutos, el propio partido determina que los militantes que podrán ser parte de una elección interna serán quienes se inscriban hasta 30 días antes de la elección de los consejos, pues es cuando se cerrarían las inscripciones al padrón.
“Si el propio partido político estableció en su Estatuto que el proceso de afiliación debe suspenderse por lo menos treinta días antes de que se lleven a cabo los congresos distritales; entonces, debe entenderse que el instituto político estimó que, en condiciones ordinarias, esos treinta días serían suficientes para llevar a cabo todos los actos necesarios para tener un padrón confiable en el momento en que se desarrollen los congresos.
“Si se sostuviera que en condiciones ordinarias esos treinta días son insuficientes implicaría sostener que el partido político se autoimpuso una norma que no podrá cumplir de ordinario, interpretación que resulta incongruente y, por tanto, inaceptable”, señalaron los magistrados en su sentencia.
El TEPJF consideró que el propio partido Morena desconfía de su padrón, al definir una fecha de corte para afiliación de dos años antes de la elección.
El Comité Ejecutivo Nacional del partido, indicaron los magistrados, no tenía ninguna potestad para establecer una fecha de corte de los militantes que podían participar en el proceso interno.
Además, esta medida lastimó los derechos políticos y de asociación de todas las personas que se afiliaron a Morena después del 20 de noviembre del 2017, porque se les impide participar en la vida interna del partido al que eligieron pertenecer, señala la sentencia del TEPJF.
Los magistrados decidieron dejar sin efecto el padrón de Morena; revocar la convocatoria para la elección de la dirigencia; y declarar nulos todos los actos que se han llevado a cabo, con base en esa convocatoria.
Además, indicó que el Comité Ejecutivo Nacional de Morena debe reponer el proceso de elección; y la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia debe resolver todos los recursos legales que se han interpuesto contra el partido respecto al padrón.
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Acusaciones internas, principal conflicto en Morena
Aunque fue la resolución del TEPJF la que dio la estocada final al proceso interno de Morena, desde hace algunas semanas comenzó un problema en el partido que apuntaba a generar divisiones rumbo al proceso de elección de la nueva dirigencia.
Miembros de Morena denunciaron penalmente a otros integrantes del partido por el presunto uso ilegal de recursos públicos en la campaña interna.
Diputados federales morenistas acusaron ante la Fiscalía General de la República (FGR) y la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos Electorales (Fepade) a Gabriel García, coordinador general de los Programas Sociales en los estados.
García es quien encabeza a los llamados superdelegados, que representan al Gobierno federal en las entidades del país.
La denuncia también fue interpuesta contra más de una decena de superdelegados de varios estados, incluyendo a los de Colima —Indira Vizcaíno— y Tamaulipas —José Ramón Torres—.
Una de las promoventes de estas denuncias fue Claudia Valeria Yáñez, diputada de Morena por Colima, quien acusó que durante todo el proceso de elección interna hubo hechos graves de corrupción.
“Yo fui coordinadora de la defensa y promoción del voto en Colima y yo depuré el padrón a través del sistema ‘Sirena’. En el padrón que nos dieron, que supuestamente es el actual, no se encuentran la mayoría de los militantes que se afiliaron.
“Me lo hicieron llegar (el padrón) de forma confidencial donde están registrados solo los de ellos. ¡Claro, Gabriel García se quedó con el padrón! Tuvo el tiempo para manipularlo; él está detrás de Bertha Luján”, acusa Yáñez en entrevista.
La legisladora señala que en las diferentes asambleas para elegir a los consejeros de Morena se repartió mucho dinero para votar a favor de quienes apoyan a Bertha Luján.
“Es un cochinero. ¿Quién está costeando la campaña de Bertha Luján? Los programas de Bienestar, el dinero del pueblo que los superdelegados le quitan a esa gente que tanto los necesita. Es una vergüenza”, sentencia Yáñez.
La diputada federal acusa que los superdelegados se promueven como los elegidos del presidente Andrés Manuel López Obrador e incluso, como protegidos de los hijos del primer mandatario, Andrés y Gonzalo.
La congresista colimense asegura que no permitirán que haya corrupción al interior del partido, como se está dando ahora, y no solaparán a quienes intentan hacerse del control de Morena con estrategias delincuenciales.
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Señalamientos cruzados
Los contendientes a la presidencia nacional de Morena mantienen acusaciones cruzadas sobre lo que ocurre.
Mientras Bertha Luján se defiende de los señalamientos de que ha habido prácticas corruptas en el proceso interno para favorecerla, Alejandro Rojas Díaz Durán y Mario Delgado han pedido limpiarlo.
Yeidckol Polevnsky, la actual presidenta de Morena en funciones, se adelantó al TEPJF y días antes reconoció que había fallas en el padrón y propuso posponer la elección interna hasta el 2020.
Luján negó ser la favorita del presidente Andrés Manuel López Obrador en el proceso, y pidió a sus acusadores que si tienen pruebas contra ella, las presenten.Negó también que Gabriel García haya dedicado esfuerzo y recursos públicos para favorecer su candidatura.
“Yo conozco muy bien a Gabriel porque viene desde la prehistoria de Morena y ha estado siempre en actividades organizativas que tienen que ver con toda la militancia.
“Todos tuvimos que ir con él a llevarle las afiliaciones, los formatos, a ver con él cuestiones de la asamblea, de la estructura, pues claro que lo conocemos y bien, porque venimos desde entonces”, aseguró Luján en entrevista, antes de que se diera a conocer el fallo del TEPJF.
Después de la sentencia del Tribunal Electoral, Luján acusó intromisión en la vida interna del partido y aseguró que se lastiman los derechos políticos de los militantes.
Indicó que dentro de su partido hay quienes se niegan a dejar las viejas prácticas de la política.
“En Morena hay personas que quieren hacer las cosas como se hacían antes, quieren hacer política como se hacía antes. En Morena se está planteando una regeneración de la vida política del país, o sea, acabar con las viejas prácticas, darle la cara a los errores que se han cometido en el pasado y no volverlos a cometer”, comentó.
Alejandro Rojas Díaz Durán no da tregua a Luján. El candidato a ser presidente nacional de Morena dijo que Luján “está haciendo berrinche” porque no entiende la implicación de lo que está señalando el Tribunal.
”Pero no se trata de eso, se trata de salvar a un movimiento de una ruta de realización o de las técnicas priistas clientelares, de las que la gente está en contra”, manifiesta Rojas en entrevista.
El político morenista acusa que en el fondo la pelea es por los recursos económicos del partido y el manejo de la burocracia que hoy trabaja en el Gobierno federal.
Mario Delgado llamó a “limpiar el cochinero” que se ha hecho en las asambleas, porque hay “mucha desilusión” entre los militantes de Morena.