Como en el mundo del boxeo, el partido Morena deberá hacer la defensa de su ‘cinturón’ de mayoría en el Poder Legislativo, columna vertebral del proyecto autodenominado Cuarta Transformación.
Desde la transición política en tiempos del presidente Vicente Fox, los mandatarios se han quejado de la falta de acompañamiento del Congreso de la Unión que imposibilita la creación de reformas y leyes que comulguen con sus respectivos proyectos.
Una situación que hasta ahora no ha enfrentado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que cuenta con mayoría en el Congreso, pero que en las elecciones del próximo 6 de junio podría cambiar.
A 133 días de los comicios intermedios, el desgaste del poder de Morena y sus partidos satélites podría provocar que los partidos de oposición agrupados contra AMLO, le arrebaten la mayoría en el Poder Legislativo, poniendo en aprietos el rumbo del proyecto político del presidente.
A unos días del arranque oficial de campaña y a poco más de tres meses para la cita electoral, las encuestas ya muestran un ligero avance de la oposición, la cual busca arrebatarle la Cámara de Diputados al instituto guinda.
La encuesta en referencia afirma que de los 300 distritos electorales federales, los partidos opositores (PRI, PAN y PRD, en alianza) se estarían llevando 134 curules, lo que representa un 44.7 por ciento de la Cámara; en tanto, el bloque oficialista integrado por Morena, Partido Verde y el Partido del Trabajo conseguiría 166 lugares, que representan el 55.3 por ciento de las plazas legislativas por mayoría relativa.
El documento indica que tiene un margen de error estadístico de +/- 4.3 por ciento en la encuesta que se realizó vía telefónica y el último día de levantamiento fue el pasado 19 de febrero, es decir, el viernes pasado.
De igual forma, en las 15 gubernaturas en disputa se ve un ligero rezago del partido guinda, pues, hasta antes de la definición de candidatos, se perfilaba como el de mayor intención de voto en la gran mayoría de los estados, con excepción de Querétaro; ahora, ya con los candidatos tanto de Morena como de la oposición definidos, se perfila una contienda más cerrada y un posible ‘freno’ al avance de la 4T.
La controvertida alianza en gran parte de los distritos electorales y en un importante número de gubernaturas entre partidos como el PRI, el PAN y el PRD, a pesar de las críticas y descalificaciones, parece tener un efecto favorable para estos partidos, que empiezan a mejorar sus proyecciones, lo que muestra la polarización en el país.
Del lado de Morena, considera el politólogo, el posible rezago podría deberse a diversos factores como el costo político por algunas decisiones en el manejo de la pandemia, la falta de crecimiento económico o incluso la elección de algunos candidatos con percepción negativa.
“Podemos ver que el país se divide en dos grandes fuerzas, Morena y sus aliados, que en la mayoría de los casos son fuerzas políticas que han tenido cierto acercamiento al poder, sin importar mucho las ideologías, como el caso del PVEM; y del otro lado tenemos a todos en contra de Morena, es decir, la fuerza que ha tenido Morena electoralmente ha hecho que la oposición replantee sus objetivos.
“Lejos de participar los que fueron alguna vez los partidos grandes, como el PRI y el PAN, con una plataforma electoral y una ideología definida, ahora se juntaron en el juego de todos contra Morena’”, acusa Rosas.
Dice que en los próximos días habrá “coqueteos” de la oposición con miembros de esta coalición guinda.
“Lo que vemos en esta selección de candidatos, precandidatos y jaloneos, es que todos quieren estar dentro de Morena para volver a utilizar la ola de Andrés Manuel, que si bien se ha diluido por el ejercicio del poder cotidiano, aún tiene la suficiente fortaleza para mantenerse vigente y parece ser -según vemos en las encuestas- le alcanzará para cumplir la mayoría en las elecciones que vienen en 2021”, explica el politólogo.
Por parte de los morenistas, no hay tanto “riesgo de fuga” hacia los partidos como el PRI, PAN o PRD.
“Es curioso pero hay dos grupos dentro de Morena: los moderados y los pragmáticos, los que llegaron de todos los partidos y por otro lado los grupos fundadores, que se hacen llamar ‘los puros’. Es muy difícil que veamos a estos dos grupos unirse”, sentencia.