Monterrey VI en riesgo de ser utilizado para fracking
El acueducto del proyecto Monterrey VI podría ser utilizado para abastecer la fracturación hidráulica, pues facilitaría el uso intensivo de agua que requiere esta práctica
Jesús PadillaEl acueducto del proyecto Monterrey VI podría ser utilizado para abastecer la fracturación hidráulica, conocida como fracking, en los pozos de municipios de la zona citrícola y noreste de Nuevo León.
El proyecto Monterrey VI consiste en traer agua del Río Pánuco por un ducto de 502 kilómetros de longitud que iniciará su trayecto en San Luis Potosí y cruzará Veracruz y Tamaulipas, hasta llegar a la presa de Cerro Prieto en Nuevo León.
Las coordenadas geográficas de este ducto, llamado Tamapaón-Cerro Prieto, atraviesan por 16 campos terrestres no convencionales. Tres pasan por San Luis Potosí y Veracruz y 13 por Tamaulipas, hasta llegar a la presa Cerro de Prieto.
De este embalse sale otro ducto de 105 kilómetros atravesado por campos terrestres no convencionales que tiene este gas hasta el municipio de Juárez. Es decir, hay muchas posibilidades de que se utilice el agua para esta práctica.
En caso de que no sea así, y de que entonces se envíe esta agua para la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM), primero tendría que ser tratada para convertirla en potable. Pero esto abre la puerta para que el agua de la presa El Cuchillo sea usada para el fracking en los campos terrestres no convencionales que están en los municipios del noreste y nororiente de Nuevo León.
El gobernador Samuel García revivió el proyecto de Monterrey VI, frente a su homólogo de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, junto con el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar. Nuevo León tiene la concesión de traer 15 metros cúbicos del Río Pánuco.
“Podemos traer 15 metros cúbicos del río Pánuco”, dijo el mandatario estatal el 16 de febrero en Reynosa.
El proyecto Monterrey VI facilita el uso intensivo de agua que requiere el fracking, aseguraron en 2014 miembros de la Alianza Mexicana contra el Fracking.
A consecuencia del fracking, pobladores de la comunidad El Carrizo tuvieron daños estructurales en sus viviendas. Además incrementaron los sismos en la entidad, pues en 2019 se reportaron alrededor de 304.
En esa zona se utilizó esta técnica para extraer este hidrocarburo en el pozo Tangram-1, donde se inyectaron 25 mil 808 metros cúbicos de agua y se alcanzó una profundidad de 4 mil 426 metros. En cuanto al pozo Nerita-1, se almacenaron 13 mil 039 metros cúbicos de agua hasta una profundidad de 4 mil 100 metros.
Monterrey VI y su agua contaminada
El atlas de peligros naturales del municipio de Pánuco revela que la cuenca del río que lleva este nombre recibe aguas contaminadas provenientes de la Ciudad de México, conducidas a través del tajo de Nochistongo, ya que desaloja el drenaje y aguas pluviales de la zona habitacional e industrial de la entidad capitalina.
El proyecto Monterrey VI pretende traer agua de esta cuenca, para consumo humano en Nuevo León, y así tratar de resolver el problema de desabasto en la entidad.
“El cauce del río Pánuco es uno de los más grandes y contaminados de México, en virtud de que, en sus diferentes cauces, se descargan aguas residuales provenientes de importantes concentraciones urbanas e industriales de las cinco entidades federativas”, dice el documento.
Algunos estudios han evidenciado la presencia de indicadores moleculares como son los hopanos y esteranos que indican niveles importantes de contaminación por petróleo, principalmente en el tramo que comprende desde la laguna de Montecillos hasta la costa del Golfo de México.
La única manera de que el agua de esta cuenca sea utilizada para consumo de los neoleoneses es poner plantas tratadoras de agua, lo que tiene un costo millonario.
El biólogo Antonio Hernández considera que el proyecto Monterrey VI no sería viable para resolver el problema de abastecimiento de agua, pues el Gobierno de Samuel García tendría que apegarse al Plan Hídrico 2050.