La casa encuestadora Rubrum lanzó su último sondeo a solo unos pocos días de que se celebre el proceso electoral de este 2024, el próximo 2 de junio.
Fue a través de una encuesta telefónica automatizada, en un universo aleatorio representativo de todos los sectores de la sociedad, que Rubrum realizó este sondeo para medir las preferencias electorales de los ciudadanos de la capital de Nuevo León.
De la Garza a la cabeza
Ante el cuestionamiento ‘Si el día de hoy fuera la elección para presidente municipal de Monterrey, ¿por cuál candidato, coalición o partido votaría?, la mayoría de los ciudadanos se inclinaron por el priista Adrián de la Garza.
Mientras el exprocurador cosechó el 39.9 por ciento de las preferencias, su más cercana perseguidora, Mariana Rodríguez Cantú, la aspirante de Movimiento Ciudadano, consiguió el 25.4 por ciento.
Mauricio Cantú, de la coalición compuesta por Morena y el Partido Verde Ecologista de México, resultó con el 11.8 por ciento, en tanto Patricio Zambrano, del partido VIDA, lo sigue de cerca con un 11.2 por ciento.
Adalberto Madero, aspirante a la presidencia municipal de Monterrey del Partido ESO, así como Ranulfo Martínez, del Partido del Trabajo, serían preferidos por el 4.8 y el 1.7 por ciento, respectivamente, de los electores.
Además de ofrecer estos porcentajes, Rubrum dio a conocer el “tracking” del sondeo, es decir, cómo variaron las tendencias al momento del levantamiento de las encuestas.
De la Garza comenzó mostrando un 32.9 por ciento de las preferencias, mientras que Mariana Rodríguez comenzó con 26.8, números que al final del sondeo, realizado entre el 7 y el 25 de mayo, tuvieron ligeras variaciones, siendo el exalcalde de Monterrey quien aumentó durante las entrevistas.
Patricio Zambrano también presentó una mejoría entre su porcentaje de comienzo y el del final de la encuesta, pasando de 8.9 a 11.2. Mauricio Cantú, de Morena; Adalberto Madero, de ESO; y Ranulfo Martínez, del PT, también bajaron en las preferencias a lo largo del sondeo.
Por otra parte, el porcentaje de indecisos disminuyó de 8.8 a 5.2 por ciento, lo que demostraría que, aunque brevemente, esta brecha comienza a cerrarse y los ciudadanos que aún no toman una decisión empiezan a definir su sufragio.
