Monterrey gasta millones en restauración del Centro… para dejarlo en ruinas

Pese a los sitios históricos y emblemáticos que los gobiernos de Monterrey y del estado han revivido con cientos de millones de pesos, el centro se encuentra en ruinas.

Los pocos vecinos del sitio apenas y se han dado cuenta de la restauración de estos símbolos regios, pues lo que resalta en el panorama son las casas abandonadas, calles destrozadas y a oscuras, un alud de baches y el comercio informal en calles y banquetas.

Todo ello ha ocurrido al poco tiempo de que, el 30 de marzo de 2023, el exalcalde Luis Donaldo Colosio arrancara el programa “Revive el Centro”, con una inversión superior a los 650 millones de pesos, con la que se pretendía rehabilitar el primer cuadro de la ciudad durante los próximos años.

El proyecto contemplaba la remodelación de decenas de calles y avenidas, la siembra de mil árboles y la renovación de las luminarias en el Barrio Antiguo, que pasarían a utilizar iluminación led.

Pero, en un recorrido por calles del centro, muchas de éstas se encuentran en tinieblas por la falta de luminarias, lo que genera que no haya vecinos ni transeúntes al caer la noche.

También se observan casonas y propiedades derruidas por el paso del tiempo o que solo son cascarón sobre la Calzada Madero, Tapia, Doctor Coss, Arteaga, Aramberri y en la mayoría de las manzanas del centro.

También contemplaba la instalación de más de mil nuevos contenedores dobles de basura, así como nuevos equipos de limpieza compuestos por barredora, aspiradoras e hidrojets.

Sin embargo, durante un recorrido realizado por Reporte Indigo es fácil ver por doquier montones de basura y desperdicios, así como escombro en esquinas o sobre las banquetas y calles.

El corazón histórico, el Barrio Antiguo, luce en abandono, así como la icónica Padre Mier, donde los hoyos, los baches, la falta de empedrado, alcantarillas hundidas y láminas en lugar de las tapas que lo cubren ofrecen al paseante o turista un trayecto de miedo.

Aunque el plan de regeneración incluía el ordenamiento del comercio ambulante, el panorama del Primer Cuadro es de tristeza,  con aguas negras y pestilentes.

La avalancha de comerciantes informales es imparable, siendo detectados alrededor de 4 mil 300, cuando menos de 200 de ellos cuentan con un permiso, según cifras al cierre del mandato de Colosio Riojas.

Esta invasión tapa todo a su paso: calles, banquetas, comercios formales, parquímetros, cajones de estacionamiento, cordones viales, accesos, espacios y lugares exclusivos y rampas para personas con capacidades especiales en calles como 5 y 15 de Mayo, entre la avenida Juárez hasta Jiménez.

Las banquetas, algunas destrozadas o levantadas por las raíces de los árboles, de las avenidas Colón, Juárez, Colegio Civil, Pino Suárez, Ruperto Martínez, Aramberri y Cuauhtémoc, lucen invadidas al igual que muchos cajones de estacionamiento.

La limpieza de lotes baldíos luce por su ausencia pues hay predios que están convertidos en tiraderos clandestinos de desechos y escombro.

Las calles y avenidas se asemejan más a un pueblo fantasma, con casas habitación abandonadas o derruidas por el tiempo y otras convertidas en estacionamientos o donde sólo son “cascarones”.

El Centro de Monterrey llegó a tener 100 mil habitantes, pero hoy en día, con cifras oficiales de la anterior administración, cuenta con solo 22 mil, equivalente al dos por ciento de la población total que habita en el municipio.

Otras rehabilitaciones

El 14 de agosto pasado, el municipio regio concluyó la rehabilitación de la antigua maderería La Victoria, con una inversión de 16 millones de pesos.

Y aunque se dijo que era parte de la regeneración del Primer Cuadro, se restauró y rescató el inmueble en tres diferentes corrientes: streamline, art decó y arquitectura moderna del siglo XX, en sus alrededores el escenario es de descuido, olvido y abandono, sobre la calle Arteaga.

El 14 de agosto pasado, el municipio regio concluyó los trabajos de rehabilitación del icónico Faro del Comercio, creado en 1984 para celebrar los 100 años de fundación de la Cámara Nacional de Comercio.

La intervención se realizó en el marco del 40 aniversario de su construcción y para su mantenimiento se destinaron 6.5 millones de pesos, el cual consistió en lavar y pintar los 70 metros de alto del monolito, del barandal que lo protege y el cambio total del mecanismo de rayo láser.

Por su parte, el teatro José Calderón, recinto con más de 60 años de historia fue sometido a una cirugía mayor con obras de remodelación por un monto de 45 millones de pesos en una zona deprimida sobre la avenida Juárez y Tapia, en pleno Centro.

Aunque ya había sido restaurado una década atrás sin éxito y con muy pocos visitantes, el municipio que encabezó Colosio Riojas volvió a apostarle a revivir el histórico inmueble.

El 23 de marzo pasado, el entonces alcalde inauguró el primer tramo de espacio público en la zona de la Alameda Mariano Escobedo al quedar remodelado y regenerado.

La primera fase fue cristalizada a través de este programa integral para recuperar una cuadra aledaña a la icónica plaza, con banquetas más amplias, áreas de descanso y luminarias acordes a un concepto arquitectónico moderno.

Meses más tarde, el 13 de junio de 2022, tras años de omisión y abandono, autoridades federales, estatales y municipales dieron el primer paso para la conservación y protección de los centros históricos de la ciudad, entre ellos el Barrio Antiguo.

También se buscó actualizar el Catálogo de Monumentos y Edificios Históricos y con Valor Histórico de Monterrey  como parte del rescate del sector.

Sin embargo, el corazón histórico está sumergido en tierra de nadie, con banquetas y calles destruidas o con pozos, alcantarillas tapadas con láminas, postes, infraestructura y señalética dañadas, grafiteadas o deslavadas, con casas abandonadas y destruidas.