Las autoridades de la ciudad de Monterrey determinaron la necesidad de evacuar a las personas que habitan en los asentamientos irregulares en las faldas del Cerro del Topo Chico en donde ha ocurrido un segundo deslave, el cual por fortuna no ha cobrado vidas humanas, pero sí afectaciones al patrimonio de decenas de familias.
El desgajamiento de gigantescas rocas ha activado la alerta del Gobierno municipal por mantener la integridad física de la ciudadanía que vive en la colonia Fomerrey 106, donde se construyeron inmuebles a pesar del riesgo que eso implicaba, pues la caída de piedras es constante y con más frecuencia en temporada de lluvia.
Al respecto, Protección Civil de Monterrey envió notificaciones a los propietarios que incluye la invitación a evacuar sus viviendas al no ser una zona segura. Además, se les informó de los riesgos que implica omitir las recomendaciones brindadas, aunque de momento el área es vigilada por militares para impedir el paso a los hogares afectados.
Tras el deslave del pasado lunes, la corporación municipal entregó 22 avisos en los predios considerados de alto peligro, conforme lo marcado en el Atlas de Riesgo Geológico. Pero anteriormente, repartió 39 notificaciones en diferentes colonias con las mismas condiciones.
“Con apoyo de la Secretaría de Desarrollo Humano e Igualdad Sustantiva, a las familias que habitan esos terrenos se les ofreció el traslado a refugios estatales y del Municipio. Dos familias desalojaron voluntariamente y otras siete pidieron apoyo para su traslado a casas de parientes o amigos”, dice un comunicado.
Adicionalmente, las autoridades han alertado a las familias habitantes de los sectores: Lomas de Montecristo, La Toscana, Las Jaras, La Chueca y El Uro, que también están situadas cercanas a cerros donde se han identificado algunos deslaves.
En el reciente deslave no se presentaron personas lesionadas, pero dos viviendas resultaron con graves daños principalmente en las estructuras que tienen posibilidad de colapso.
