Montachoques, el terror de los automovilistas mexicanos

Los choques intencionales con el fin de extorsionar a los automovilistas es una actividad que se ha vuelto cada vez más popular en las múltiples urbes del país
Ernesto Santillán Ernesto Santillán Publicado el
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La creatividad de los criminales no tiene límites cuando se trata de aprovecharse de la ciudadanía y de los vacíos en la ley.

Es así como desde hace un par de años, el fenómeno de los montachoques comenzó a incrementarse en diversos estados del país, principalmente en las zonas urbanas de la Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Puebla y Veracruz, donde hay abundancia de conductores y constante caos vial.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), define a las personas que se dedican a esta actividad ilegal como aquellos que buscan provocar un accidente vial a fin de exigir un pago por el incidente, ya sea por amenazas o chantajes.

Si bien esta conducta no está tipificada con esa denominación en el Código Penal Federal o en el de las entidades federativas, sí es considerada como acto de extorsión, agresión, lesiones, daños, fraudes y amenazas.

‘Modus operandi’

Las formas en las que operan los montachoques son diversas. Laura Imelda Pérez Segura, diputada federal de Morena, explica que sus métodos de operación se actualizan constantemente.

“Por lo general los grupos delictivos identifican a sus posibles víctimas consultando las placas en el Registro Público Vehicular (Repuve) para después comparar el resultado con el registro de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), esto con el objetivo de verificar si un automóvil tiene seguro vehicular o no y así escoger a su víctima.

“En caso de no contar con seguro, el conductor se hace más propenso a la extorsión. Una vez que han identificado a la posible víctima, siguen al automovilista hasta que uno de los sujetos, de manera dolosa, realiza un corte a la circulación, cambio de carril o frenado, provocando un siniestro vial”.

De acuerdo con la legisladora guinda, al momento del choque, aprovechan para exigir dinero a las o los afectados para la reparación de los daños lo antes posible, sumas que van desde los 10 hasta los 35 mil pesos bajo el argumento de ser ellos supuestamente los afectados del siniestro.

“En su mayoría son personas que manipulan y usan a su favor de forma alevosa y ventajosa los lineamientos del Reglamento de Tránsito y la Guía de deslinde de responsabilidad para las compañías de seguro.

“Asimismo, en los casos en los cuales la víctima no acepta o intenta llamar a su seguro, estos sujetos suelen recurrir a comportamientos amenazantes, agresivos e intimidatorios y, en algunas ocasiones, a las agresiones con lujo de violencia física”, dice Pérez Segura, quien presentó una iniciativa para atacar este problema.

Discrepancias legales fomentan impunidad

Parte de los desafíos que presentan los montachoques para las autoridades responsables de castigarlos es su actuar en diferentes estados, alcaldías y municipios, generando un reto para la investigación de dichas actividades debido a las diferentes legislaciones que existen en torno a este fenómeno, por lo que la cooperación entre los tres niveles de gobierno es fundamental para acabar con estos ilícitos.

Además, el número de participantes que llevan a cabo el delito también se vuelve muy relevante a la hora de tipificar estas acciones.

“Un tema para destacar es el número de participantes en los actos ilícitos cometidos por las personas conocidas como montachoques, lo cual abre el debate acerca de si estas conductas deben ser consideradas como vandalismo o delincuencia organizada.

“Si bien esto depende de la concepción de esta asociación en los Códigos Penales de cada entidad federativa, el artículo 2 de la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada (LFCDO) señala que ‘cuando tres o más personas se organicen de hecho para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o unidas a otras, tienen como fin o resultado cometer alguno o algunos de los delitos siguientes, serán sancionadas por ese solo hecho, como miembros de la delincuencia organizada’”, explica el documento del Instituto Belisario Domínguez titulado “Montachoques, amenazas y extorsiones para la movilidad en México”.

Un tercer factor que complica el castigo de estas actividades ilícitas que afectan a los automovilistas es el bajo porcentaje de denuncias por parte de las víctimas.

“Cabe destacar que existen algunas aproximaciones acerca de la cantidad de incidentes ocasionados por este tipo de ilícito, sin embargo hay una cifra negra muy alta debido a las personas que no denuncian cuando sufren estos incidentes”, dice la investigación del IBD.

Las avenidas más peligrosas de la CDMX

De acuerdo con la compañía de seguros WIBE, las avenidas donde principalmente operan los montachoques son: Circuito Bicentenario, Calzada de Tlalpan, Viaducto Miguel Alemán,  Periférico Adolfo López Mateos y Calzada Ignacio Zaragoza.

“Los horarios en que se puede presentar con mayor frecuencia este tipo de incidente son aquellos en los que no hay tanto tráfico y permite que los delincuentes sigan a la víctima fácilmente.

“Estamos hablando de un periodo entre las 11:00 y 13:00 para el día, y después de las 22:00 para la noche”, advierte la compañía.

Medidas de precaución

La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) emitió las siguientes recomendaciones en caso de presenciar o estar involucrado en un incidente de este tipo.

  • Mantén la calma y no te bajes del auto, llama a tu seguro, reporta el incidente y dale tu ubicación, si no tienes seguro y los montachoques comienzan a amenazarte o tornarse violentos, comunícate al 911 o también través de la cuenta de Twitter de la SSC o de la App Mi Policía.
  • Anota las placas, modelo y señas del vehículo que usen los agresores es de mucha utilidad, ya que así se lo dan a las autoridades y estas lo registran, para que se puedan sancionar hasta con 8 años de cárcel a los responsables.
  • No des dinero para “arreglar” el incidente, verifica que el personal de la aseguradora cuente con identificación oficial, uniforme y documentos legales que los acredite como parte de la empresa.
  • No pierdas de vista tus pertenencias como llaves, licencia de conducir, póliza de seguros, celular, entre otros.
  • Siempre mantente presente durante la verificación por parte del personal de las empresas de seguros.
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