"Este es un acto republicano de diálogo entre el poder Legislativo y el poder Ejecutivo. Pero será sin lugar a dudas ya con la glosa, ya con la comparecencia de cada uno de los secretarios, de cada una de las áreas, como los diputados podrán empaparse del estado que guarda cada una de las áreas más sensibles para el Estado de Nuevo León".
"No hubo rendición de cuentas para empezar. Me parece que el gobernador sigue viviendo en su mundo de fantasía, lamentablemente. Sigue mencionando los mismos planes y proyectos que desde el inicio de su administración planteó a la ciudadanía. No hemos visto aún ese plan de austeridad que hoy vuelve a señalar y a destacar, cuando lo hemos venido esperando los últimos tres años".
"El gobernador planteó los puntos de avance que ha tenido el estado y, sobre todo, también planteó los puntos donde hay trabajo por hacer. Segundo, porque hoy se dio una muestra de civilidad de los diputados del Congreso local, fue creo que intervenciones de altura de todos los diputados locales".
"Realmente lo que viene a leer el gobernador es un extracto, un mensaje en el Congreso de algunos de los contenidos de su informe. Yo creo que vamos a esperar a hacer el análisis una vez teniendo el documento... Creo que la ceremonia en general fue buena, todos se comportaron de manera correcta".
El caso Belden anuló los ánimos beligerantes que pudieran haber tenido ayer los diputados panistas para encarar al gobernador Rodrigo Medina durante su Tercer Informe de Gobierno.
La comparecencia del mandatario estatal en el Congreso resultó prácticamente “un día de campo” para el priista.
Ningún legislador albiazul se atrevió a interpelarlo como sí lo hizo hace dos años el hoy diputado federal Alfonso Robledo, quien se levantó de su curul y desplegó en la cara del gobernador una pancarta.
“Basta de discursos: ¡Resultados!”, rezaba aquel polémico cartelón.
En los 25 minutos que duró la intervención de Medina éste se mostró cómodo, tranquilo, sin sobresaltos y leyendo un discurso que sólo fue interrumpido por los aplausos y ovaciones que le tributó el grupo parlamentario del PRI y sus aliados de Nueva Alianza y PT.
Medina aprovechó para darle continuidad a su informe rendido hace un año en esa misma tribuna y no tuvo reparo en presumir los mismos proyectos, como el Monterrey VI, el sistema de transporte Ecovía y la Línea 3 del Metro.
Los panistas, inmóviles en sus curules, contemplaban la actuación del gobernador en la tribuna legislativa.
La solemnidad que salpicó la comparecencia de Medina discrepa de los sobresaltos en el Segundo Informe de hace un año, cuando Francisco Salazar, ex encargado del Instituto de la Juventud, le gritó “burra” a Jovita Morín porque la diputada albiazul acusó a Medina de ser un “gobernador de fantasía”.
Los buenos modales y la corrección política se impusieron ayer en el paseo parlamentario que tuvo que hacer Medina por el soberano Poder Legislativo del Estado.
No hubo burlas, interpelaciones ni críticas personales en contra el gobernador por parte de los muchachos bien portados del PAN.
Quizás el caso Belden fue aprovechado una vez más por Medina para hacer transitable su incursión en el Congreso, donde el PAN tiene mayoría.
La investigación del caso Belden, en manos de la Procuraduría de Justicia del Estado, parece ser el mejor antídoto contra la combatividad del PAN en el Congreso.
El nombre del ex legislador local Hernán Belden ni siquiera fue mencionado por alguno de los oradores.
Pero la sombra del panista ejecutado hace un mes en Santa Catarina estuvo ominepresente en el pleno, pero principalmente en la negociación política que precedió a la visita de Medina al Congreso.
Y es que los panistas están replegados por el caso Belden debido las posibles implicaciones que pudieran salir a relucir por las relaciones del PAN de Nuevo León con el oscuro operador del CEN, el abogado Edelmiro Sánchez.
El alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández; Ugo Ruiz, alcalde electo de San Pedro, y el diputado federal Víctor Fuentes, han acudido a rendir su declaración ante el Ministerio Público en relación a esta investigación.
Juan Carlos Ruiz, coordinador del PAN en el Congreso del Estado, no se ha presentado ante el Ministerio Público, sin embargo no ha explicado su cercana relación con este polémico operador albiazul.
Pareciera que ayer Edelmiro Sánchez fue el mejor operador que tuvo el gobernador Rodrigo Medina.
En su intervención, el diputado panista Enrique Barrios no incluyó como parte de sus demandas el esclarecimiento del crimen de Hernán Belden, un reclamo que pudo haber parecido obvio y natural.
El posicionamiento leído por Barrios, quien fue privado de su libertad hace dos años por el crimen organizado, fue duro, crítico y conciso, espetándole al gobernador los problemas centrales del estado, como son el endeudamiento, la corrupción y la inseguridad.
Fue un discurso elegante pero notablemente falto de ofensiva contra el mandatario, como ha sido en otras ocasiones.
“Elogios no espere de nosotros, mejor salga a la calle con su gabinete y vea si los elogios, los recibe del pueblo al que gobiernan”, le recordó Barrios al mandatario estatal.
El diputado albiazul aprovechó su intervención para exponer el problema de la inseguridad que padecen los habitantes de Nuevo León y no hizo incapié en lo que acontece en la clase política.
Barrios incluso evitó replicar los rumores que existen en el medio político que aseguran que Medina dejará su cargo próximamente.
“Todavía tiene tres años de gobierno para demostrar que el plan más ambicioso en materia de seguridad que usted diseñó para Nuevo León, va a rendir los frutos esperados”.
Dan 13 gobernadores espaldarazo a Medina
Lista de mandatarios asistentes:
Aguascalientes
Carlos Lozano
Durango
Jorge Herrera
Hidalgo
José Francisco Olvera
Edomex
Eruviel Ávila
Puebla
Rafael Moreno Valle
Querétaro
José E. Calzada
Tabasco
Andrés Granier
Zacatecas
Miguel Alonso Reyes
Quintana Roo
Roberto Borge
San Luis Potosí
Fernando Toranzo
Tamaulipas
Egidio Torre Cantú
Tlaxcala
Mariano González
Electo de Chiapas
Manuel Velazco Coello