Educar sobre las emociones a través del juego llevó a estudiantes de Diseño Gráfico de la UDEM a crear “Miwo”, la cual es una caja de herramientas lúdicas que facilita la identificación y expresión de las emociones entre padres e hijos con el objetivo de cuidar la salud mental.
En este proyecto también participó la psicóloga Alejandra Sandoval quien orientó a Valeria Salinas Sánchez, María Estela Cantú Valdés, Ximena Viades Andrés y Camila González Barnetche, quienes presentaron su proyecto de evaluación final orientado al servicio de la comunidad.
¿En qué consiste ‘Miwo’?
“Miwo” es un kit que parece una caja de juegos pero va más allá de solo “divertirse”. Está dividido en tres etapas: conectar, descubrir y aventurarse; cada una tiene sus herramientas diseñadas para ser reutilizables y muy atractivas.
Entre sus herramientas está un memorama con el cual los niños identifican las emociones y aprenden que no son buenas o malas, sino parte de la vida. Las diseñadoras agregaron también una base de madera con las etiquetas “día” y “noche”, para que los papás pueden pedir a los hijos que tomen la carta del memorama correspondiente a su sentir en los dos momentos del día.
El emocionario o diccionario de las emociones, el libro de las expresiones, los audiocuentos, la rueda del enojo, el juego de cartas y el personaje Miwo que está hecho como figurita tejida al crochet, también forman parte de este kit.
“El kit también tiene una guía para padres donde explicamos el objetivo, la importancia de las emociones y de reconocerlas. La caja donde vienen las herramientas está decorada con confeti porque queremos liberar las emociones y celebrarlas”, agrega María Estela Cantú.
Con miras a poner el producto al alcance del público general en el futuro, las diseñadoras gráficas dicen estar seguras de que la experiencia inspiró su mejor versión.
“Es una manera de encajar todas las áreas del diseño: es mucho más que el branding, es diseño de producto, del empaque”.
El nombre del kit hace referencia a la manera en que los niños más pequeños pronuncian la palabra “amigo”, por lo que las exaUDEM coinciden en que sintetiza perfectamente el espíritu del proyecto: un método accesible para aproximarse a un tema trascendental en el desarrollo humano.
“No somos expertas en inteligencia emocional, por eso, más que decir que la psicóloga (Alejandra Sandoval) es nuestra clienta, decimos que es una aliada. Ella nos apoyó con la información y el vocabulario adecuado, aparte de que nosotras investigamos para empaparnos del tema. Todo lo que aparece en el kit está validado y corroborado”.