La alcaldía Xochimilco otorga millones de pesos en contratos a proveedores fraudulentos que simulan competir para ganar concursos de licitación.
Tan solo en lo que va de 2021, la demarcación territorial benefició con dos contratos irregulares que superan el millón y medio de pesos a Francisco Javier Santana Núñez y a Naim Bajos Martínez.
Ambos contratistas fingieron ser proveedores distintos, compitieron y ganaron dos concursos de licitación, a pesar de que están asociados.
Organismos federales señalan que fingir concursar en contrataciones gubernamentales es una irregularidad que afecta el principio de la máxima eficiencia en el ejercicio de los recursos públicos.
Las irregularidades
El primer contrato que ganaron los socios es el C-107 para la “Adquisición de material eléctrico” por un monto de un millón 135 mil 837 pesos, otorgados a la compañía SBM Reve S.A. de C.V.
Según la información que se puede consultar en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) sobre los concursos de contratación y procesos de adjudicación directa celebrados por Xochimilco en 2021, Francisco Javier Santana Núñez es el representante legal de la compañía.
El acuerdo comercial fue otorgado por Xochimilco en julio pasado a través de un concurso de invitación restringida a tres o más proveedores.
A su vez, el Acta de Presentación y Apertura de las Propuestas, folio CIR/032/2021, indica que los participantes que compitieron, además de la ganadora, fueron Iluminación Ornamental México Europa, representada por Alfonso Romano Rendón; Corporativo Tenaxa, por Diana Márquez García y, por último, la persona física con actividades empresariales, Naim Bajos Martínez.
El segundo contrato, el C-084 que fue concretado para la adquisición de medicamentos fue ganado por Naim Bajos Martínez en asociación con Francisco Javier Santana Núñez.
Según la información consultada, el pago que cubrió Xochimilco por los bienes fue de 542 mil 530 pesos.
En esta ocasión, la empresa SBM Reve, que en el pasado concurso fue representada por Santana Núñez, también concursó pero con Alberto Quezada como su administrador.
Lo anterior significa que la alcaldía permitió que Naim Bajos Martínez y Francisco Javier Santana Núñez participaran y ganaran dos acuerdos comerciales por un total de un millón 678 mil 367 pesos a pesar del nexo que tienen.
Las irregularidades
La simulación de empresas en concursos de licitación es una práctica irregular que está dentro de los actos de corrupción que se cometen en las contrataciones públicas, señala la “Agenda de Competencia para un ejercicio íntegro en las Contrataciones Públicas” de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
La Cofece detalla que la colusión entre empresas para ganar contratos, es una anomalía, pues se atenta en contra del espíritu de la licitación, que es generar una competencia en condiciones de equidad.
“Las empresas pueden coludirse para fijar, elevar, concertar o manipular los precios que ofrecen, desde la investigación de mercado para lograr el establecimiento de un precio máximo de referencia artificialmente alto”, menciona la publicación.
Asimismo, la Cofece indica que, además de que la colusión provoca que las empresas acuerden precios, también restringen la participación de otros proveedores.
“Pueden coordinarse para dificultar que un número mayor de empresas participen por medio de inducir la imposición de restricciones, ya sea técnicas o de otro tipo, y así garantizar la asignación de los contratos a agentes específicos”, señala el órgano.
En consecuencia, afirma la Cofece, los participantes que incurren en estas prácticas deberían ser descalificados; no obstante, la corrupción con servidores públicos es lo que permite que ocurran estas irregularidades.
“Cuando un servidor público favorece a ciertos participantes, o les otorga ventajas indebidas por medio del uso de información privilegiada a cambio de sobornos, genera ganancias extra-normales para el agente económico al que se le adjudica el contrato a precios artificialmente altos. Esto a su vez facilita el pago de más sobornos a cambio de seguir siendo favorecido en los procesos de adjudicación, generando un ciclo vicioso entre corrupción y falta de competencia”, detalla.
Una constante
La alcaldía Xochimilco no solo permite que empresas simulen concursar en contrataciones públicas, también adjudicó obras durante la contingencia sanitaria de COVID-19 a una compañía con tintes de posible irregularidad.
En 2020, año en que inició la pandemia, la alcaldía del suroriente de la Ciudad de México dio diversos contratos de obras a La Carambada 16, cuya representante legal es Norma Hernández Montoya.
No obstante, no estaba en el padrón de proveedores de la Ciudad al momento de ser contratada, requisito necesario desde 2018 para poder participar en concursos de adquisiciones gubernamentales.
Además, Hernández Montoya es una exfuncionaria que estuvo involucrada en irregularidades administrativas en 2011 cuando tenía un cargo directivo del área de presupuesto de la delegación Tlalpan, por lo que fue sancionada. Incluso, cuenta con un antecedente de inhabilitación.
En total, la alcaldía que encabeza el alcalde José Carlos Acosta pagó 32 millones 161 mil 650 pesos a La Carambada 16 por tres contratos de obra.