Millennials: los más afectados por el desempleo
La población capitalina que tiene entre 20 y 29 años de edad es la más vulnerable a no tener un trabajo estable. Es por eso que muchos de ellos toman la determinación de trabajar por su cuenta pese a no contar con prestaciones de ley
Erick MirandaEn la Ciudad de México los millennials son los más afectados por el desempleo y los trabajos precarios.
Para los jóvenes capitalinos esto no es un secreto a voces sino una cruda realidad, y es que ser parte de la población desocupada es cada vez más común, ya sea por falta de vacantes, los bajos salarios o los largos tiempos de traslado.
Durante los últimos 6 meses, Elizabeth Cortés ha buscado un empleo relacionado con la carrera que está por terminar: diseño en comunicación visual; sin embargo, no ha tenido éxito. Ella, al igual que muchos otros jóvenes de su generación, se mantiene al día más por necesidad que por gusto como freelance, es decir, con trabajos eventuales y pagos extemporáneos.
“Yo vivo por Tlalpan y mi escuela está en Xochimilco, entonces, algo que se me complica son las distancias. Los pocos trabajos que me han ofrecido han sido por Polanco, Satélite o la zona centro, y obviamente no me daría tiempo; además de que los sueldos son muy bajos, apenas para los pasajes”, asegura Elizabeth, quien está a meses de egresar de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM.
“Muchos terminamos ‘freelanceando’ por comodidad, aunque también hay a quienes no nos gusta porque no hay horario ni sueldo fijo y luego los proyectos llevan más tiempo o esfuerzo de lo previsto, sumado a que muchas veces esos encargos son por amigos y no podemos cobrar tan caro”, precisa la joven de 25 años.
Al cierre de 2017, la capital del país registra una tasa de desempleo del 4.58 por ciento, con un total de 198 mil 691 personas en esa situación, de las cuales 90 mil 734 son mujeres y 107 mil 957 hombres, esto de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Económico de la CDMX y con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De ese total general, 77 mil 390 son millennials, ya que todos ellos mantienen una media de edad entre los 20 y los 29 años, lo cual representa un 38.9 por ciento de la población desocupada de la capital del país, situación que los convierte en el sector mayormente afectado por la falta de empleo.
En enero de este año, Víctor Ramírez terminó sus prácticas profesionales en una empresa dedicada al ramo constructor y donde por un momento creyó que se quedaría a trabajar, esto luego de que su estancia como becario se extendiera por un periodo de dos meses. Él es arquitecto por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
“Primero me dijeron que sí me quedaría a trabajar, luego que era seguro pero que debía esperar a que se desocupara una vacante, y, así me trajeron con largas hasta hace como un mes que me salí, porque no pasaba nada.
“Conseguir empleo es difícil porque en todos lados piden una experiencia de dos años y uno como recién egresado pues no cumple eso; lo peor es que luego la necesidad te hace agarrar trabajos que ni al caso: tengo amigos que son cajeros de bancos o vendedores de ropa y para dedicarte a eso no se necesita de una carrera”, aseguró el joven de 27 años de edad.
Según cifras del Reporte Económico de la Ciudad de México al cierre de 2017, las delegaciones con mayores índices de desempleo son: Iztapalapa, con una tasa del 5.3 por ciento y una población desocupada de 42 mil 467 personas; seguida de Álvaro Obregón, que presenta una tasa del 5.2 por ciento y 21 mil 975 desempleados; y la Gustavo A. Madero, con una tasa del 3.9 por ciento y 19 mil 526 personas sin trabajo.
En tanto, las demarcaciones con menores registros de población sin empleo son: Milpa Alta, con una tasa del 3.2 por ciento y mil 383 residentes desocupados; Magdalena Contreras, con una tasa del 3.2 por ciento y 3 mil 318 personas sin trabajo; y la Miguel Hidalgo, que registró una tasa del 2.2 por ciento y 3 mil 873 personas desempleadas.
Sin trabajo en la edad más productiva
Desde hace 3 años, Rocío Valderrama abandonó la escuela para aligerar los gastos de su casa ante una urgencia familiar. Ella quería estudiar psicología, no obstante, sólo concluyó el bachillerato. A sus casi 23 años de edad se ha desempeñado como recepcionista y asistente. Actualmente trabaja medio tiempo atendiendo un local de tatuajes y piercings de uno de sus amigos.
“Tener un trabajo es muy difícil y más si no se tiene una carrera universitaria como es mi caso. En mis trabajos la paga a veces no ha estado tan mal, obvio con lo poco que se hace, pero es muy pesado estar en algo que no te llena, aunque te lleves bien con todos y le agarres el gusto”, comenta.
Ella contempla estudiar “algo relacionado con las artes”, la joven pretende regresar a la escuela este año para así poder conseguir un mejor empleo, además de dedicarse a lo que realmente le apasiona: el dibujo.
Aunque el desempleo golpea a todos los sectores de la población, es en la generación millennial donde las afectaciones son mayores y también más evidentes, ya que la juventud suele estar asociada a un periodo de alta productividad laboral, explicó en entrevista Alejandro Byrd Orozco, investigador en el tema de Educación de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM.
Entre los jóvenes se presenta “una especie de prisa funcional” por hacer, moverse, cambiar o adquirir todo de manera más rápida y con altas expectativas laborales y de salario, motivadas erróneamente desde las universidades, sin embargo, las mismas están sujetas a las leyes del mercado que impone las reglas de oferta, demanda y competitividad, concluye también el académico de la FES Acatlán.