Xóchitl en desacato
Ricardo Gallardo Vara, juez décimosexto de distrito en materia administrativa en la Ciudad de México, apercibió por segunda vez a Xóchitl Gálvez para que retire las plumas, casetas de vigilancia y sistemas de telepeaje en la colonia Lomas de Bezares.
De nada le han valido a la delegada panista en Miguel Hidalgo los débiles argumentos expuestos ante el juzgado que lleva el caso, por lo que tendrá que ejecutar la orden para no caer en desacato a un fallo constitucional que la colocaría frente a un procedimiento de destitución.
Icela LagunasRicardo Gallardo Vara, juez décimosexto de distrito en materia administrativa en la Ciudad de México, apercibió por segunda vez a Xóchitl Gálvez para que retire las plumas, casetas de vigilancia y sistemas de telepeaje en la colonia Lomas de Bezares.
De nada le han valido a la delegada panista en Miguel Hidalgo los débiles argumentos expuestos ante el juzgado que lleva el caso, por lo que tendrá que ejecutar la orden para no caer en desacato a un fallo constitucional que la colocaría frente a un procedimiento de destitución.
Esta es la segunda vez que el Juzgado que lleva el caso resuelve a favor de los inconformes, representados por el abogado Julián Reyes, y desecha los argumentos de la Delegación Miguel Hidalgo: ausencia de personal capacitado, falta de grúas y hasta la versión de que solo se trata de un conflicto entre grupos antagónicos.
Mónica del Castillo Arias, residente y nieta de uno de los fundadores de esa colonia, Aquiles del Castillo, fue quien inició la batalla legal para rechazar las cuotas aplicadas por la Asociación de Colonos de Bezares, A.C. a las más de 525 casas y 21 privadas con sus respectivo caserío, en las que se instaló una pluma en cada una que impide la libre circulación en la zona.
La defensa de los inconformes, Julián Reyes, explica que después del plazo de tres días que el juez le dio a las autoridades de Miguel Hidalgo para el retiro de plumas, casetas y sistemas de telepeaje, el área jurídica del gobierno delegacional informó que iniciaría por fin los trámites necesarios para despejar la zona.
Reyes aseguró que a pesar de la desobediencia de Gálvez y su estrategia para desgastar a los quejosos, así como para prolongar el proceso, no cejarán en su búsqueda de justicia hasta pasar de la fase de inejecución de sentencia a la destitución de la delegada.
“Hay mil formas para evitar la ejecución de una sentencia, sin embargo el juez federal que lleva el caso parece no estar dispuesto a que se burlen”, precisó.
Negocio redondo
En el camino, los inconformes se han encontrado no sólo con el rechazo de Xóchitl Gálvez para cumplir con el mandato del juez, también con Jaime Cordero Galindo, quien preside la Asociación de Colonos Bezares.
Además de explotar la vía pública creó un reglamento para supuestamente contrarrestar las acciones que violen leyes referentes a uso de suelo, construcción y urbanismo.
Cordero Galindo tendría un largo historial familiar público, acusan, pues es nieto de Margarita López Portillo, hermana del expresidente José López Portillo.
María del Pilar Galindo, hija de Margarita y madre de Jaime, acordó en tiempos de Andrés Manuel López Obrador en el GDF la entrega de una zona de la tercera sección del Bosque de Chapultepec para construir en unos predios.
En aquellos años, 2002 aproximadamente, la entonces secretaria del Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum, anunció que el predio estaba a nombre de María del Pilar Galindo López Portillo.
Como parte de las estrategias de protección y vigilancia de dicha asociación, Jaime Cordero comenzó a instalar, sin autorización por escrito de la delegación, una cámara de vigilancia con un poste de 20 metros de altura a través de la empresa Mexize, de la que se presume es propietario.
“Esto fue un desvío de recursos a partir del cual se utilizaron los recursos del presupuesto participativo para pagarla”, precisa una de las vecinas consultadas.
En la página de Internet de dicha firma www.mexize.com.mx (seguridad y calidad de altura), como se anuncia, aparecen en el área de ventas Ariana Cordero y Christian Cordero, apellido que lleva el presidente de la Asociación de Colonos de Bezares.
Ante esta situación de lo que parece ser un negocio redondo de dicha asociación, se comenzó a explorar la ruta jurídica a partir de lo cual se solicitó a la Secretaría de Seguridad Pública local y a la propia Delegación que manifestaran si existían los permisos correspondientes para operar las plumas mecánicas en la zona que impedían el libre tránsito de los residentes del sector.
No hay permiso
Con fecha 2 de octubre de 2014, la Delegación Miguel Hidalgo respondió que no habían encontrado registros del permiso para la instalación de equipo de la Asociación de Colonos de Bezares.
Más aún, en junio de 2015, el entonces subdirector de Espacios Públicos de Miguel Hidalgo, José Manuel Argueta, apercibió a la asociación.
A través del documento DMH/DGGPC/DG/SREP/AP/334/2015 ordenó llevar a cabo el retiro de plumas, casetas de vigilancia y el sistema de telepeaje instalado en Tiro al Pichón y la carretera México-Toluca, así como en las calles de Molino de Bezares, Colina y Cerrada de Bezares.
Casetas a partir de las cuales registraban a las personas reteniendo sus identificaciones oficiales, sin orden de autoridad, e impedían la libre circulación.
Durante el cambio de administración, de Víctor Hugo Romo a Xóchitl Gálvez, el retiro de las plumas volvió a diluirse.
De ahí que, a finales del año pasado, en noviembre de 2016 el juzgado en el que se ventila el caso determinó que la Delegación Miguel Hidalgo cayó en incongruencia al emitir un apercibimiento desde 2015 para el retiro de las plumas, mientras que por otro, se niega a darle cumplimiento al mismo y a las sentencias dictadas el 7 de noviembre de 2015 y la ratificación de 2016.
Le apuesta a dar largas
Reporte Indigo buscó la versión de la delegada de Miguel Hidalgo para conocer si esta vez acataría la orden del juez o seguiría apostando por prolongar el conflicto, y no hubo respuesta.
En enero, cuando este periódico consultó a Xóchitl Gálvez respecto a la renuencia de retirar las plumas y casetas, la panista expuso en pocas palabras que los inconformes eran pocos, y que el grupo que estaba de acuerdo le exigía vigilancia y patrullas para compensar el retiro.
Respecto al juicio en tribunales dejó entrever que podría apostar por alargar el problema y heredarlo al siguiente delegado.
Desaira la orden
Reporte Indigo publicó en enero que la panista Xóchitl Gálvez asegura que más del 95 por ciento de los habitantes de Lomas de Bezares está de acuerdo en la operación de plumas y casetas de vigilancia.