Movimientos de gabinete
En la recta final de la administración de Miguel Ángel Mancera poco queda del gabinete original que arribó con él en diciembre de 2012 para tomar las riendas del Gobierno de la Ciudad de México: sólo nueve funcionarios se mantienen en su cargo inicial y han sobrevivido a los escándalos, renuncias y cambios.
La última baja, la renuncia del consuegro de Carlos Slim, el ahora exsecretario de Turismo de la capital, Miguel Torruco, fue un mensaje en varias vías para todo aquel servidor público capitalino que comienza a moverse con base en aspiraciones personales rumbo al 2018.
En la recta final de la administración de Miguel Ángel Mancera poco queda del gabinete original que arribó con él en diciembre de 2012 para tomar las riendas del Gobierno de la Ciudad de México: sólo nueve funcionarios se mantienen en su cargo inicial y han sobrevivido a los escándalos, renuncias y cambios.
La última baja, la renuncia del consuegro de Carlos Slim, el ahora exsecretario de Turismo de la capital, Miguel Torruco, fue un mensaje en varias vías para todo aquel servidor público capitalino que comienza a moverse con base en aspiraciones personales rumbo al 2018.
De aquel gabinete original pocos quedan en el cargo que les encomendó Mancera: Armando Ahued al frente de la Secretaría de Salud; Salomón Chertorivsky, en Desarrollo Económico; Rodolfo Ríos Garza en la Procuraduría General de Justicia.
Además, Tanya Müller, en Medio Ambiente; Édgar Amador en Finanzas; René Drucker en Ciencia y Tecnología; Fausto Lugo en Protección Civil; Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en Asuntos Internacionales, y Luis Serna en la secretaría particular, son los únicos que sobreviven.
El resto, cerca de 20 funcionarios, han sido despedidos o cambiados de su puesto en medio de escándalos de corrupción, traiciones y hasta diferencias directas con el jefe de Gobierno.
Bajo sospechas
La primera baja ocurrió a poco más del medio año, con la salida de Carlos Navarrete Ruiz, quien en agosto de 2013 anunció que dejaría la Secretaría del Trabajo capitalina para contender por la dirigencia nacional del PRD. En su lugar Mancera nombró a Amalia García.
Desde ese año, Mancera habló de no mezclar el trabajo con aspiraciones políticas.
Ese mismo mes falleció de una complicación cardiaca Luis Alberto Rábago Martínez, quien era secretario de Obras de la capital. Su lugar fue ocupado por Alfredo Hernández, quien dos años después dejó acéfala la secretaría señalado de cometer presuntos actos de corrupción que derivaron en una investigación en la Contraloría General con una inhabilitación.
“No se tolerará ningún acto irregular que genere incomodidad a la ciudadanía”, se informó de manera oficial como parte de su salida. Hoy el titular de la dependencia es Édgar Tungüi.
Por motivos similares fue despedido el entonces oficial mayor capitalino, Édgar Armando González, tras la difusión de unos audios en los que se escucha planear unas compras de llantas con sobreprecio.
Lo remplazó Jorge Silva Morales, quien ya ha sorteado algunos señalamientos por el proceso de adquisición de los seguros para el personal del gobierno local.
Apenas cumplía un año al frente del entonces Gobierno del Distrito Federal (GDF) y se bajó del barco, en diciembre de 2013, Lucía García Noriega quien estaba al frente de la secretaría de Cultura, luego de que integrantes de la comunidad artística solicitaran su destitución al acusarla de un mal desempeño. En su lugar fue nombrado Eduardo Vázquez Marín.
A dos años de Gobierno, finales de 2014, el jefe de Gobierno sacó de su equipo al secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Simón Neumann Ladenzon después de que diversas organizaciones civiles acusaran conflicto de interés del funcionario por ser fundador de la empresa Dekah Inmobiliaria. En su lugar nombró a Felipe de Jesús Gutiérrez Gutiérrez, que se mantiene en el cargo.
En noviembre de ese mismo año, salió del gabinete el entonces secretario de Seguridad Pública, Jesús Rodríguez Almeida tras una serie de señalamientos en su contra por las aprehensiones violentas que ocurrieron el 20 de noviembre de 2014 durante las protestas por la masacre de Ayotzinapa. En su lugar quedó Hiram Almeida Estrada.
Este cambió provocó uno más, pues al llegar a la SSPDF, Hiram Almeida dejó la Contraloría General capitalina que en ese momento desahogaba una de las investigaciones más fuertes, la de Línea 12, que concluyó Eduardo Rovelo Pico, actual contralor.
La sacudida
A mediados de 2015, con el enfrentamiento a cuestas con Marcelo Ebrard Casaubón por las irregularidades en la Línea 12 del Metro, Mancera sacudió a su equipo al dar nuevas oportunidades y bajarle fuerza a quienes le ocasionaban cuestionamientos y problemas.
Uno de los cambios más escandalosos fue la remoción de Héctor Serrano Cortés como secretario de Gobierno, considerado el operador político número uno de este gobierno.
Relegado, Serrano fue enviado a la Secretaría de Movilidad (Semovi), que hasta entonces operaba Rufino H. León Tovar, quien desde ese entonces se bajó del barco mancerista.
También sacó del equipo a Joel Ortega Cuevas, quien dirigía el Sistema de Transporte Colectivo Metro para ingresar en su lugar a Jorge Gaviño Ambriz, y así bajar de tono el conflicto de la Línea 12.
Fue durante esos cambios al gabinete que Miguel Ángel Mancera abrió la puerta a la entonces senadora Alejandra Barrales para nombrarla secretaría de Educación y sacar a Mara Robles del gabinete.
Igual de escandalosa fue la salida a mediados de 2015 de Rosa Icela Rodríguez de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), a quien el PRD acusó de operar programas sociales en beneficio de Morena durante la renovación de las 16 delegaciones en el proceso electoral de ese año. Dejó su espacio a José Ramón Amieva Gálvez.
Mancera nombró ayer mismo a Armando López Cárdenas como titular en Turismo tras la renuncia de Miguel Torruco, quien se sumó al equipo de Andrés Manuel López Obrador en busca de la presidencia de la República.