Sin agua potable y poco alimento, decenas de migrantes acampan junto al muro que divide a Ciudad Juárez, Chihuahua, de El Paso, Texas, en espera de obtener asilo político de Estados Unidos.
Desde hace semanas, las personas migrantes se acercan a la valla metálica para entregarse a la Patrulla Fronteriza, pero desde el miércoles pasado las autoridades estadounidenses no han recibido a ninguna persona.
Por lo que los extranjeros montaron casas de campaña y colocaron cobijas para protegerse de las inclemencias del clima, mientras esperan a ser recibidos.
El campamento está instalado del lado estadounidense, pasando el Río Bravo, así como la malla y el alambre de púas que recientemente colocó la Guardia Nacional de Texas junto al río.
Una parte de la malla y el alambre de púas fueron cortados y sobre el río, que lleva muy poca agua, se colocaron piedras y una tarima de madera, por ahí atraviesan los migrantes. Para luego buscar un espacio frente al marcador 40 del muro metálico que está paralelo al bulevar Juan Pablo II en Ciudad Juárez, Chihuahua.
“Ayer en la noche vinieron como a las 8:00 de la noche los de la Patrulla Fronteriza a decir que se preparara todo el mundo, la gente destruyó las tiendas de campaña que tenía, tiraron todo a la basura, nos procesaron, en número nos pusieron en fila a todos y estuvimos parados ahí esperando a que nos vinieran a recoger y eso nunca pasó, estuvimos casi siete horas parados”, dijo José Isidoro Rivera de El Salvador.
“Estamos esperando el acceso de la autoridad estadounidense, pero desde el día martes no entra nadie, dicen que hay que esperar 72 horas, ya se cumplieron, estamos esperando a ver si vienen hoy… entre todos nos ayudamos, más que todo por los niños, son los que están sufriendo. Están deshidratados… aquí en realidad ninguna autoridad se ha abocado, se ha acercado a prestarnos la colaboración”, contó Engelbert Sánchez de El Salvador.
Migrantes viven horas complicadas en la frontera
Los extranjeros que tienen dinero cruzan el bulevar Juan Pablo II para ir a un supermercado a comprar algo de alimento y agua. Algunos de ellos aseguran que durante la noche han sido interceptados por hombres que se dicen parte de grupos criminales y quienes los amenazan incluso se reporta el secuestro de dos migrantes.
Cristina Coronado, coordinadora del Ministerio para Migrantes de la Sociedad Misionera de San Columbano y también encargada del comedor de la Catedral de Ciudad Juárez, dijo que existe preocupación por las condiciones en que están las personas frente al muro y porque hay datos de la presencia de integrantes del crimen organizado en ese sector, para amedrentar y agredir a los migrantes.
“Tienen falta de comida, de agua y están saliendo aquí al Del Río y los están amenazando, gente de los cárteles los están amenazando, hablan de que hubo secuestrados ayer, los han golpeado, tienen miedo de salir. Estamos preocupados, está todo como en un impasse. Se anunció un programa de 100 mil retornados, un acuerdo entre dos países, y no tenemos ningún detalle siquiera de lo qué es este programa. La gente está aquí en incertidumbre, qué va a pasar después del 11 (de mayo) si los van a regresar con Título 8, si los van a retornar, qué es ese programa, estamos preocupados”, señaló Coronado.
Se complica estancia en campamentos
También en el campamento que se instaló frente a la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM) que se quemó el pasado 27 de marzo, donde podrían estar pernoctando unas 500 personas, se presentó un hombre armado que aseguró pertenecer a un grupo delictivo y amenazó a los migrantes, indicó Coronado.
Esta tarde Coronado y un grupo de monjas acudieron al muro para llevar pan y leche a los niños, así como agua y algo de alimento para los adultos. Hasta el momento esa es la única ayuda que han recibido los migrantes que están junto al muro y quienes están pidiendo la solidaridad de los juarenses para poder comer incluso piden zapatos para niños que están descalzos.
En un recorrido realizado esta tarde, solo se observó una unidad de la Policía estatal.