El aumento de caravanas migrantes a nivel nacional y el endurecimiento de la política de Estados Unidos detonó un problema colateral: grupos de personas de distintas nacionalidades han quedado atrapadas en redes de trabajo forzado y en organizaciones criminales.
En su anhelo por llegar a Estados Unidos, estos grupos se ven forzados a obtener ingresos para subsistir, para ello llegan a trabajar por más de diez horas sin paga alguna, únicamente a cambio de comida y alojamiento.
Esta situación fue confirmada por Raúl Torres, diputado migrante en el Congreso de la Ciudad de México, quien precisa que los flujos migratorios desde el sur del país hacia Estados Unidos comenzaron a quedarse en el centro del territorio nacional.
“Las caravanas que no alcanzaron a cruzar se quedaron atoradas en la Ciudad de México, estos grupos de personas se han trasladado a municipios como Tlalnepantla, Huixquilucan y Atizapán en el Estados de México, mientras que en la CDMX podemos ver presencia de ellos en alcaldías como Azcapotzalco, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo”, asevera.
El legislador capitalino revela que la mayoría de estos migrantes ahora se dedican a la albañilería y ofrecen sus servicios en mercados públicos. También alerta que ha detectado algunos indocumentados dedicados a los robos a mano armada en las calles de la ciudad.
“Ante este problema que se nos viene, hago un llamado a que se brinden recursos necesarios para las alcaldías y municipios y se identifique quiénes son los migrantes que llegan. Debe existir un censo de las personas para que se activen laboralmente o se les ponga foco”, dice el diputado migrante.
Sueño abandonado
José Vázquez, originario de Honduras, llegó a la Ciudad de México en noviembre de 2018 junto a cuatro mil personas más que viajaban en grupo; se quedó unos días en Ciudad Deportiva, lugar que habilitó el Gobierno de la Ciudad de México como albergue temporal.
La falta de dinero y de documentos oficiales hizo que José abandonara su sueño de cruzar la frontera.
Se asentó en la alcaldía Cuauhtémoc y ahora trabaja de manera informal como lavacoches en un negocio en este punto de la ciudad. Pasa la noche en donde puede: debajo de un puente, en parques públicos o incluso a un costado de las estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC), Metro.
“Soy una persona en situación de calle desde hace dos años; trabajé mucho tiempo ayudando a los dueños de los locales con su carga y a veces me daban de comer. Salió la oportunidad de lavar autos y salgo al día, aunque sigo sin tener en donde vivir”, relata José Vázquez en entrevista.
Víctimas de todo en su paso por México
Organizaciones defensoras de los derechos humanos de los migrantes confirman la violencia extrema que viven las personas que se encuentran en tránsito por el país.
Y es que el recorrido está plagado de riesgos como secuestros, asesinatos, extorsiones y abusos en general por su falta de documentos.
Rubén Figueroa, integrante de Movimiento Mesoamericano, precisa que el nivel de violencia en contra de estas personas se ha recrudecido.
Incluso ahora las desapariciones se llegan a reconocer después de seis meses o hasta un año, toda vez que son pocas las familias que llegan a denunciar la ausencia de sus seres queridos.
Dice que esto ha generado una cifra negra en todo el país en materia de desapariciones y muertes que enfrentan estas caravanas que recorren a diario el territorio nacional.
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Lunes 12 de diciembre
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Acechados por el crimen organizado
La mayoría de los migrantes que se quedan en México lo hacen por razones como la falta de dinero, las extorsiones por parte del crimen organizado, así como por el desgaste que enfrentan durante su tránsito a lo largo del país debido a las autoridades que los estafan o amenazan.
Las ONGs advierten que México está a punto de convertirse en un país de “destino” debido a que su patrón migratorio está cambiando, es decir, ahora las personas que vienen de naciones en vías de desarrollo a países con mejores condiciones, son por motivos de violencia.
Mientras tanto, Alberto Cabezas Talavero, coordinador de Comunicación de la Organización Internacional para las Migraciones en México (OIM/ONU Migración), sostiene que los cambios en la política migratoria estadounidense siempre influyen en los flujos de personas que recorren México.
“Hombres y mujeres en la región están migrando con expectativas diferentes: algunas quieren llegar a Estados Unidos; otras, y cada vez son más, consideran a México una opción de destino final”, señala.
La finalización del llamado Título 42 en mayo pasado -medida que permitía expulsar de inmediato a migrantes con el argumento de la pandemia-, generó estancias más largas de personas en territorio mexicano y, como consecuencia de lo anterior, necesidades de documentación, alojamiento seguro y acceso al trabajo, precisó la OIM a Reporte Índigo.
Según datos de la Secretaría de Gobernación (Segob), de marzo de 2020 a marzo de 2023 más de dos millones 825 mil 970 migrantes fueron expulsados por las diferentes fronteras de Estados Unidos.
Cambió el perfil migrante
Hasta hace algunos años, las caravanas de migrantes que caminaban por el país eran conformadas en su mayoría por extranjeros en busca de mejores oportunidades laborales en Estados Unidos.
En la actualidad, esto ha cambiado: ahora los flujos migratorios están compuestos por personas provenientes de países como Venezuela, Honduras, Guatemala y Haití, quienes huyen de su lugar de origen por conflictos políticos, sociales y de inseguridad.
María Inés Barrios de la O, coordinadora de la Maestría en migración internacional, comparte a Reporte Índigo que a diferencia de hace unas décadas, ahora las personas que se desplazan lo hacen de forma forzada y no voluntaria.
“Ya no solo se trata de conseguir un mejor sueldo y estilo de vida, sino de vivir en un contexto de paz y hasta en mejores condiciones climatológicas. Estamos presenciando la llegada de miles de personas que buscan protección internacional”.
Históricamente los indocumentados han optado por utilizar rutas en la frontera sur, las cuales caminan a pie o a bordo de trenes para llegar a Tamaulipas y a otros estados; sin embargo, en los últimos años, los flujos de personas ahora se trasladaron a zonas que nunca han presenciado el paso de migrantes como Ciudad Acuña, en Coahuila.
En esta entidad, de acuerdo con el Colegio de la Frontera Norte, hay presencia de haitianos que buscan llegar a la frontera con Estados Unidos. En caso de que no lo logren deciden quedarse un tiempo en busca de trabajo y alojamiento.
Otra ciudad que ha ganado terreno como santuario migrante es Mexicali, en Baja California; fenómeno que se debe, de acuerdo con los investigadores, a que son lugares menos peligrosos para el tránsito de indocumentados, así como otros puntos al noroeste.
#Noticias I La trata de personas y los trabajos forzados son flagelos que enfrentan las personas #migrantes a su paso por 🇲🇽. Para hacerle frente @OIM_Mexico y @elconsejomx se han aliado para mejorar la atención a víctimas y prevenir estos delitos.
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— OIM Centroamérica y Norteamérica (@OIMCentroAmer) October 13, 2022
“Definitivamente la contención por parte del gobierno estadounidense como la finalización del Título 42 y los filtros telefónicos han hecho que los migrantes prolonguen su estadía a nivel nacional. Están atrapados o varados”, asegura María Inés de la O.
“No son simplemente migrantes de tránsito, están atrapados e inmovilizados en México, estas estancias se irán alargando cada vez más, aunque esto tendrá severas consecuencias, porque son personas en situación vulnerable que requerirán asistencia de vivienda y trabajo mientras logran cruzar a los Estados Unidos”, agregó la investigadora del Colef.
Viajan familias enteras
Reportes oficiales del Instituto Nacional de Migración (INM) revelan que, hasta hace algunas décadas, los grupos de personas que se encontraban en tránsito en territorio nacional, eran principalmente hombres solteros.
Ahora la configuración de estos movimientos migratorios se caracteriza por familias enteras que viajan o, en su defecto, parejas.
Esta situación fue confirmada por Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDH-CDMX), quien precisó que al no contar con papeles para identificarse, los ponen en una situación de vulnerabilidad y son subcontratados por negocios y puestos de trabajo informales.
“Hay que reconocer que hay un cambio en el patrón migratorio, México tenía esta cualidad de ser un país de origen, tránsito y destino. Hoy ya no es así, ahora somos principalmente un lugar de destino obligado. Para los migrantes no es su primera elección quedarse en el país, pero el cambio en las políticas migratorias de EEUU generó un estancamiento y no tienen de otra más que quedarse”, sostiene la ombudsperson.