Microsismos, otro factor de polarización en la Ciudad de México

Los movimientos telúricos en la capital del país no son fenómenos nuevos, sin embargo, recientemente se han vuelto más comunes e, incluso, representan un factor de crítica al Gobierno central por la eficiencia de la alerta sísmica
Karina Vargas Karina Vargas Publicado el
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La celebración del 10 de mayo se interrumpió en las zonas centro y sur de la capital del país debido a un microsismo perceptible en las alcaldías Álvaro Obregón, Coyoacán, Miguel Hidalgo, La Magdalena Contreras y Benito Juárez.

El movimiento se registró a las 22:20 horas y, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), tuvo una magnitud de 3.0 y el epicentro se detectó en la alcaldía Álvaro Obregón.

Un día después, la mañana del 11 de mayo, ocurrió otro movimiento, de magnitud 2.2, nuevamente con epicentro en La Magdalena Contreras, lo que alarmó a las y los habitantes de la capital, debido a que en ninguno de los dos eventos se activó la alerta sísmica.

Los microsismos, según la Red ECOS de Sismología, ocurren ocasionalmente en el Valle de México y, debido a su pequeña magnitud (menores a 3.8), se pueden llegar a generar aceleraciones perceptibles específicamente en las zonas próximas al epicentro.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el texto publicado en su portal de internet “Microsismos no son inusuales”, señala que estos movimientos son pequeñas rupturas en el interior de la tierra que suceden a cuatro o cinco kilómetros de profundidad.

En este sentido, el sismo de la noche del miércoles se originó a un kilómetro de profundidad, por lo que la percepción fue fuerte, según los reportes realizados por los vecinos de las colonias afectadas.

Ausencia de alertas

Al ser cuestionada por la ausencia de la alerta sísmica en los altavoces del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5) en los sismos recientes, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinaum, explicó en conferencia que el sistema de alarma no puede avisar de los movimientos que tienen como epicentro alguna zona de la capital del país.

“Cuando el epicentro es aquí, se siente en el mismo momento, no hay manera, científicamente, de saber que va a ocurrir un microsismo, por eso no se activa la alerta sísmica”, mencionó.

Sheinbaum Pardo dijo que los microsismos se registraron por primera vez en 1981 y, en 2019, se creó un consejo científico dentro de la Red ECOS de Sismología, a través de las secretarías de Educación Ciencia, Tecnología e Innovación, y de la de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, para analizar el impacto y origen de estos movimientos.

De este modo, citó la información publicada por la Red después de que los miembros del consejo analizaron los microsismos ocurridos los días 20 y 21 de abril de 2023.

“Están asociados a la activación de pequeñas fallas pertenecientes a la Sierra de las Cruces, formación que separa al Valle de México con el Valle de Toluca. Esperamos a que los científicos nos den mayor información”, advirtió la mandataria local sobre el peligro que pueden representar los fenómenos naturales en la ciudad.

Añadió que hoy se reunirá con ellos para conocer los motivos de la alta presencia de microsismos en las últimas fechas.

Por su parte, el Servicio Sismológico Nacional, en el Reporte Especial por los sismos del 10 y 11 de mayo de 2023, señala que este tipo de temblores no detonan la alerta sísmica debido a las limitaciones en el tiempo de alertamiento y la velocidad de propagación de las ondas sísmicas.

“El sistema de alerta sísmica se basa en la detección temprana de ondas para luego emitir una señal a las áreas de posible afectación antes de la llegada de dichas ondas. En el caso de sismos con epicentro en la CDMX, el tiempo no permite que el sistema detecte las ondas antes de su arribo a la ciudad”, subraya.

Los antecedentes

Los datos que retomó la funcionaria se desprenden de un comunicado emitido por la Red ECOS, que está conformada por científicos y técnicos del SSN, del Instituto de Geofísica y de Ingeniería de la UNAM, del Centro Nacional de Prevención de Desastres, de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco y del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico.

El documento señala que los microsismos del 20 y 21 de abril, que tuvieron su epicentro en el límite entre las alcaldías Benito Juárez y Álvaro Obregón, se encuentran en una región próxima a una secuencia de eventos similares ocurridos en 1981 en la zona de Mixcoac.

Lo anterior se observó tras estudiar cinco sismos con magnitudes entre 2.7 y 3.2 que ocurrieron en un transcurso de 10 días, del 4 al 15 de febrero de 1981.

“La alerta sísmica no se activa con sismos originados en el Valle de México, en virtud de que dicho sistema está diseñado para alertar de sismos lejanos; asimismo, estos eventos no provienen de alguna actividad humana”, precisó el organismo.

La politización

Debido a que en los microsismos del miércoles y jueves no se activaron las alertas sísmicas, pero sí el 8 de mayo, por un “error humano” del personal de C5, en redes sociales se registraron diversos cuestionamientos hacia el Gobierno de la capital y una posible complicación en los protocolos de emergencia para actuar frente a estos eventos.

“Espero que todos hablemos nada más del susto que tuvimos y que las familias de la CDMX estén bien. La alarma sísmica no sonó porque -como dicen- el epicentro fue en la CDMX”, escribió en su cuenta de Twitter la diputada de la oposición, Margarita Zavala.

De igual forma, el hijo de la diputada y del expresidente Felipe Calderón, Luis Felipe Calderón Zavala, reprochó con el mensaje “Ciudad de México; donde la alerta sísmica suena todo el día, salvo cuando hay un sismo”.

“Mi primer sismo en la CDMX como sonorense y la alarma enmudeció… Alertas sin sismos y sismos sin alertas, otra triste metáfora de la Ciudad de México”, acusó Ana Guízar, coordinadora binacional de “Jóvenes con Marcelo”.

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