El muerto que venció al PRD

Enrique Hernández Salcedo, el ultimado jefe de los grupos de autodefensa de Yurécuaro, "regresó de su tumba" para propinarle una escandalosa derrota al sistema PRI-PRD en Michoacán.

Ni la muerte fue obstáculo para que el mal logrado candidato de Morena siguiera en su lucha contra el régimen de partidos, al que en vida acusó de ser el responsable de la corrupción que permitió la presencia de los cárteles de la droga en la zona limítrofe de Michoacán y Jalisco.

J. Jesús Lemus J. Jesús Lemus Publicado el
Comparte esta nota

Enrique Hernández Salcedo, el ultimado jefe de los grupos de autodefensa de Yurécuaro, “regresó de su tumba” para propinarle una escandalosa derrota al sistema PRI-PRD en Michoacán.

Ni la muerte fue obstáculo para que el mal logrado candidato de Morena siguiera en su lucha contra el régimen de partidos, al que en vida acusó de ser el responsable de la corrupción que permitió la presencia de los cárteles de la droga en la zona limítrofe de Michoacán y Jalisco.

El voto de dolor sumado a la popularidad de Hernández Salcedo, cuyo nombre apareció en la boletas electorales de los contendientes a la presidencia municipal de Yurécuaro, hizo que la población se volcara en respaldo al hombre que se alzó contra el crimen organizado y el gobierno estatal, al que siempre calificó de corrupto.

El electorado rindió un tributo al héroe caído al otorgarle su confianza en las urnas pese a que ya no está presente.

El que gobernará en nombre de Enrique Hernández será Marco Antonio González Jiménez, quien fue designado de última hora candidato suplente por el partido Morena, luego que la viuda del jefe de las autodefensas se negó a participar.

El municipio de Yurécuaro es uno de los bastiones del sistema PRI-PRD. En los últimos 20 años esos partidos se han alternado el poder en donde el crimen organizado filtró las estructuras de los últimos gobiernos municipales, haciendo que saltara el hartazgo social en la revuelta de los grupos de autodefensa.

El difunto Hernández Salcedo ya lo había dicho en vida: mientras pudiera sería un lastre para el sistema de corrupción que encarnaron el PRI y PRD. Sus palabras se cumplieron. Enrique Hernández es el primer caso en Michoacán donde el muerto regresó de la tumba para proclamar su lucha.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil