Tras el terremoto de 8.2 grados que afectó a varias entidades del país, específicamente a Oaxaca, Chiapas y Tabasco, que dejó como saldo 95 personas muertas y cientos de heridos, así como daños materiales, sumado al huracán Katia que pegó a México, las autoridades retiraon ayuda a Texas.
Así lo anunció la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), al explicar que el gobierno federal canalizará todos los apoyos logísticos disponibles a atender a las familias y comunidades afectadas en el territorio nacional.
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Esta decisión se tomó, anunció la SRE, a partir de que las condiciones de ambos países han cambiado y con base en que las necesidades de ayuda en Texas “afortunadamente” han disminuido.
“Desde el primer momento en que se tuvo conocimiento de la emergencia que ocasionó el huracán Harvey al estado de Texas, el gobierno de México ofreció a los gobiernos estatal y federal toda la ayuda y colaboración que pudieran brindar las distintas dependencias gubernamentales mexicanas para atender el impacto de este desastre natural”, recordó el organismo federal.
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El 27 de agosto, el Canciller Luis Videgaray sostuvo una llamada telefónica con el Gobernador de Texas, Greg Abbott, para expresar nuestra solidaridad e identificar apoyos específicos. Fue hasta el 6 de septiembre que la Cancillería mexicana recibió una comunicación de la Embajada de Estados Unidos en México, que incluía la carta del Secretario de Gobierno de Texas, en la que manifestaba la aceptación de la ayuda ofrecida
“A juzgar por el cierre de la mayoría de los albergues establecidos en zonas aledañas a Houston y de las comunicaciones con funcionarios de la Administración del estado de Texas, se desprende que, afortunadamente, las necesidades actuales de apoyo han disminuido considerablemente”, informó la SRE.
Ahora el gobierno de México expresa su plena solidaridad al Estado de Florida ante el severo impacto del huracán Irma.
