Desde el momento en que se dio a conocer que las empresas extranjeras Blue Origin, Virgin Galactic y SpaceX comenzarían a impulsar el turismo espacial, las reacciones positivas no se hicieron esperar. Sin embargo, con ello también se cuestionaron las labores que otros países estaban realizando en torno a la materia.
En México, por ejemplo, aún no se tienen los avances que podrían encontrarse en Estados Unidos o Reino Unido respecto a la exploración espacial, debido al poco presupuesto que se le invierte a Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), pero al menos colabora a través de los conocimientos que sus especialistas generan.
“En el país no estamos tan lejos del turismo espacial. Económicamente sí, pero en términos de conocimiento no. Somos parte porque para que se den estos viajes se requiere conocer lo que se denomina como clima espacial, y México tiene diferentes observatorios especializados para analizarlo (…) Ahora, ¿cuándo nos toca subir a nosotros? Cuando tengamos más presupuesto”, asegura Julia Lénica Martínez Bretón, doctora en Física Espacial graduada en el Instituto de Geofísica de la UNAM.
En el Presupuesto total de Programa de Ciencia, Tecnología e Innovación de 2021 se destinaron poco más 102 mil 720 millones de pesos, 14 mil 630 menos que en 2016, cuando se registró el presupuesto más alto en los últimos 14 años.
Además, de acuerdo con el Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, mientras que en 2018 México invirtió 0.31 por ciento de su PIB en investigación y desarrollo científico, Estados Unidos destinó el 2.84 y Reino Unido el 1.72.
Bajo ese panorama, el doctor José Franco, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, afirma que México tiene esa posición debido a la evidente falta de apoyo en la materia, algo que sí se tenía en años anteriores.
Como en la década de los 60, cuando se creó la Comisión Nacional del Espacio Exterior, a través de la cual los mexicanos lograron desarrollar su propia cohetería y realizar lanzamientos, sin embargo desde que cerró en 1977 para darle paso a la Agencia Mexicana Espacial, no ha tenido el apoyo necesario para desarrollar sus proyectos”, dice Franco.
Mientras se espera que el panorama económico en desarrollo espacial mejore en México, el conocimiento y el interés siguen presentes.
Gustavo Medina Tanco, responsable del Laboratorio de Instrumentación Espacial LINX, del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, señala que la Máxima Casa de Estudios y el gobierno de Hidalgo han estado impulsando grandes proyectos, como la creación del Laboratorio Nacional de Acceso Espacial y el lanzamiento de algunos satélites.