La crisis que se vive en México, a causa del incremento en el precio de las gasolinas, ha dado pie a la posibilidad de inversiones en nuestro país por parte de empresas transnacionales de hidrocarburos.
Firmas como Exxon, Texaco, Shell, Chevron y Puma Energy ya se han hecho presentes en algunas ciudades del norte y centro del país.
Otras siete empresas mexicanas se posicionan en el mercado libre de las gasolinas en nuestro país, con lo que se asoma el retiro paulatino de la paraestatal mexicana del mercado que fue de su dominio absoluto por más de 78 años.
En los estados de San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato, Tamaulipas, Baja California, Sonora, Sinaloa, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, la imagen verde y el letrero de Pemex en las estaciones de servicio ya comenzaron a ser sustituidos por los logos de las firmas nacionales e internacionales que buscan atender la demanda de combustible, bajo la oferta de mejores precios.
Lo mismo sucede en entidades como la Ciudad de México, Baja California Sur, Yucatán, Quintana Roo, Chiapas, Puebla, Morelos y Estado de México.
Las empresas mexicanas que han entrado al negocio de las gasolinas en nuestro país, pese a ser compradoras directas de Pemex, son Grupo Hidrosina, Petro-7, Grupo Eco, Grupo Lodemo, Oxxo Gas, Gulf y Rendilitros, cuya presencia se comenzó a extender de manera discreta en todo el país desde el último semestre del 2016.
El ingreso de marcas comerciales, que compitan con la gasolina de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), estaba contemplado desde la aprobación en la Cámara de Diputados del conjunto de leyes que dieron origen a la reforma energética.
El negocio del suministro y venta de combustible al público es apetecible a los capitales, pues de acuerdo a la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), el mercado de las gasolinas en México representa utilidades a la iniciativa privada por más de 730 millones de pesos anuales.
Ley de la oferta y la demanda
A menos de diez días de que ha sido facultada le venta de gasolinas independientes en todo el país, casi un 20 por ciento de las estaciones de servicio ya ofrecen marcas alternas a las de Pemex.
De acuerdo a Salomón Uribe, miembro de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros, esta tendencia seguirá en aumento en los próximos meses.
“Es una cuestión natural: a medida que Pemex deje de tener el control de la venta de gasolina, por efecto de la ley de la oferta y la demanda, seguirán en auge las marcas privadas de gasolina, con lo que los beneficiados serán los usuarios, al poder comparar calidad y precios de los combustibles”, comentó Uribe.
En suma, al arranque de la apertura del mercado de las gasolinas, ya son 588 estaciones de servicio en todo el país que están compitiendo directamente con Pemex, las que para el año entrante podrían llegar a ser más de 2 mil 215 estaciones de servicio regidas por la ley de la oferta y la demanda.
En nuestro país, de acuerdo a organizaciones empresariales del ramo, como la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), existen en operación cerca de 10 mil 800 estaciones de venta de combustible, de las que menos de una tercera parte son propiedad de pequeños empresarios, en tanto que el resto es manejado por grandes corporativos industriales.
Trámites oscuros
Sin embargo, el número oficial de gasolineras que operan en todo el país y la forma en que estas se han distribuido entre los empresarios, es un dato que no ha querido ser aclarado por parte de la empresa Petróleos Mexicanos.
Para Pemex, el número exacto de gasolineras que opera en cada una de las entidades del país, así como el nombre de los propietarios de las concesiones, con venta de gasolinas al público, es un dato que no existe.
De acuerdo a la contestación oficial que hizo la paraestatal a la solicitud de información pública marcada con el número 185720097116, firmada el año pasado por Ernesto Hernández Sierra, enlace de la Gerencia de Apoyo a la Transparencia y Rendición de Cuentas de Pemex, la información sobre el número de gasolineras en el país, “no fue localizada en ningún documento” de la dependencia.
En consecuencia, dice el documento de contestación, la paraestatal mexicana oficialmente no conoce a detalle los nombres de propietarios ni la ubicación de cada una de las estaciones de servicio, mucho menos sabe del costo de una concesión para la operación de una gasolinera, ni tampoco los trámites necesarios para la obtención de un permiso de ese tipo.
Esa opacidad oficial es la que ha solapado, de alguna manera, que sobre el sector gasolinero recaigan sospechas de infiltración del crimen organizado, tal como ocurrió en el estado de Michoacán, cuando en el 2015 la propia Procuraduría de Justicia del Estado cerró seis gasolineras señaladas de ser manejadas por prestanombres de los Caballeros Templarios.
A esto hay que agregar que solo entre los años del 2005 y el 2014, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos enlistó 19 gasolineras en los estados de Sinaloa, Jalisco y Chihuahua ante la posibilidad de que estuvieran operadas por personas relacionadas al crimen organizado, sirviendo como centros de blanqueado de dinero.
Agarran gas
Gasolineras que ya operan en el país bajo el manejo de siete diferentes empresas, y su proyección de crecimiento en un máximo de uno a dos años:
Empresa En operación Crecimiento esperado
Oxxo Gas 70 335
Petro-7 32 200
Hidrosina 80 190
Gulf 210 700
Grupo Eco 39 240
Grupo Lodemo 92 182
Rendilitros 65 370