Como parte de su política de deportación de extranjeros, México ha expulsado a miles de niños migrantes, incluyendo a quienes viajaban solos.
Durante el primer semestre de este año, se presentaron a las autoridades migratorias mexicanas a casi 33 mil niñas, adolescentes y niños migrantes, de los cuales 21 mil fueron deportados. De ellos, más de 8 mil, la cuarta parte, viajaban sin ningún acompañante.
Los datos de Secretaría de Gobernación muestran que el gobierno mexicano no ha tenido miramientos para expulsar del país a los menores que buscan llegar a los Estados Unidos.
La crisis humanitaria que enfrentan los migrantes que pasan por México hacia los Estados Unidos ha causado estragos en la infancia.
“Dejan sus hogares para emprender viajes peligrosos en busca de sustento económico para sus familias; muchos de ellas y ellos huyen de la violencia intrafamiliar, la inseguridad, violaciones, explotación, pero son susceptibles de convertirse en víctimas de la delincuencia organizada que, aprovechándose de su vulnerabilidad, los utiliza para la comisión de delitos graves y se convierten en víctimas o victimarios”, señalan los legisladores.
La iniciativa es para cambiar la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, principal instrumento que regula la actuación del Estado en cuanto a los menores de edad.
México deporta a más niños hacia sus países de origen, principalmente de Centroamérica, que los propios Estados Unidos.
Y para muestra, un botón.
Un informe del Observatorio Consular y Migratorio de Honduras, citado por la agencia EFE en una nota informativa, revela que entre enero y el 6 de septiembre del 2019, Estados Unidos deportó a 424 menores hondureños —287 niños y 137 niñas—.
En tanto, en el mismo periodo, México deportó a mil 978 menores de edad originarios de ese país —mil 210 niños y 768 niñas—.
Estadísticas de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación indican que, en el primer semestre del 2019, México deportó a 21 mil 900 menores de edad.
Se trata de 9 mil 112 menores de entre 12 y 17 años; y 12 mil 788 entre los cero y los 11 años.
La Segob solo desagrega los datos de si se trata o no de menores acompañados en este último caso (en los menores de cero a 11 años).
De los 12 mil 788 menores de entre cero y 11 años, 11 mil 88 iban acompañados; el resto, mil 700, eran niños que habían viajado solos al país.
La intención de estos menores era llegar a la frontera norte de México y pedir asilo en los Estados Unidos; cruzaron el país en espera de completar ese viaje sin problemas.
La realidad fue distinta: a los menores que viajan hacia el norte no se les protege ni se les respetan sus derechos.
En su argumentación, los legisladores del PRD citan datos de la Unidad de Política Migratoria de la Segob que, en 2018, documentó que las autoridades migratorias mexicanas detectaron a 18 mil 300 niñas y niños extranjeros, provenientes de países del triángulo norte de Centroamérica: Guatemala, Honduras y El Salvador. De ellos, 16 mil 162 fueron retornados a sus países de origen.
Sin embargo, la dura realidad que implica la deportación de menores también toca a los niños mexicanos. En 2018, Estados Unidos retornó casi 11 mil niños y adolescentes; entre enero y mayo del 2019, el número fue de 5 mil.
Tanto los niños que son detenidos y deportados por las autoridades migratorias mexicanas, como por las estadounidenses, no cuentan con un sistema de protección de su integridad física o mental.
Cambiar protocolos para niños migrantes
Los diputados perredistas consideran que, antes que nada, se debe tomar conciencia de que los menores son niños y niñas antes de ser migrantes.
Con eso en mente, señalan que debe haber protocolos específicos para salvaguardarlos, mientras se define su situación migratoria.
“Es necesario implantar mecanismos alternativos a la detención migratoria de niños, niñas y adolescentes, que sean más efectivos y eficientes para proteger y respetar los derechos humanos de la niñez migrante independientemente de su nacionalidad o situación legal”, argumentan.
Los congresistas proponen que la Ley debe incluir la obligación de que, en el momento que una autoridad mexicana tenga conocimiento de que un menor de edad es un migrante no acompañado, debe informar inmediatamente al Instituto Nacional de Migración y al DIF estatal o local.
El DIF, en todos sus niveles, deberá establecer protocolos especiales sobre cómo dar atención y protección a los niños, niñas y adolescentes migrantes.
Las autoridades migratorias deberán también informar al consulado del país de nacionalidad o residencia de los menores de edad para darles a conocer su existencia, la ubicación de las instalaciones del DIF a los que hayan sido canalizados y las condiciones en que se encuentren.
“Ante cualquier evento relacionado con estas niñas, niños y adolescentes se anticipará el interés superior del menor, dando preferencia a la reunificación familiar. Para ello se deberá tomar en cuenta la opinión de las niñas, los niños y los adolescentes migrantes no acompañados, así como todos los elementos que resulten necesarios para hacer efectiva la reunificación”, proponen los legisladores.
La propuesta incluye que los sistemas DIF se hagan cargo de los menores, en tanto el Instituto Nacional de Migración define su situación migratoria.
La iniciativa fue enviada a comisiones de la Cámara de Diputados, donde será analizada en las próximas semanas.