El último extraditable
Con la extradición de Joaquín Guzmán Loera a Estados Unidos, apuntando por la forma en que se dio, México estaría mandando un mensaje al gobierno del presidente Donald Trump, de poca colaboración en materia de combate binacional contra el narcotráfico.
La larga lista de solicitudes de extradición, donde la justicia norteamericana está reclamando al menos a medio centenar de narcos mexicanos de importancia mediática, podría mantenerse en receso al menos en los próximos cuatro años de la administración de Trump.
J. Jesús Lemus
Con la extradición de Joaquín Guzmán Loera a Estados Unidos, apuntando por la forma en que se dio, México estaría mandando un mensaje al gobierno del presidente Donald Trump, de poca colaboración en materia de combate binacional contra el narcotráfico.
La larga lista de solicitudes de extradición, donde la justicia norteamericana está reclamando al menos a medio centenar de narcos mexicanos de importancia mediática, podría mantenerse en receso al menos en los próximos cuatro años de la administración de Trump.
En la política, la forma es el fondo, explicó el doctor Édgar Morín, sociólogo y escritor, autor del libro “La Maña” (Endebate 2015), quien refirió que la forma en que se dio la extradición de “El Chapo” Guzmán, podría apuntar a un distanciamiento, al menos en materia de colaboración contra el narco, con el nuevo gobierno de Estados Unidos.
Ese distanciamiento podría tener su principal impacto en los procesos de solicitudes de extradición que actualmente se han presentado ante la Secretaria de Relaciones Exteriores, en donde se estima, por los amparos interpuestos contra ese acto por parte de los afectados, que existen al menos 58 trámites en espera.
El enfriamiento en la política de colaboración de combate al narcotráfico entre Estados Unidos y México podría apuntar a que los cuatro años siguientes de la administración de Trump, disminuyan notablemente los actos de extradición entre ambos países, los que habían venido en aumento desde el 2011.
De acuerdo a cifras de la Procuraduría General de la República (PGR), entre el 2011 y el 2014, el Gobierno de México atendió un total de 286 peticiones de extradición, por parte del Gobierno norteamericano, que reclamaron a reos mexicanos y de doble nacionalidad para ser juzgados en aquel país.
Amparos a la orden
Del total de peticiones de extradición de reos asentados en cárceles mexicanas, hasta diciembre del 2015, el Gobierno mexicano había respondido positivamente con la entrega de casi el 70 por ciento de los reos, la mayoría de ellos procesados por narcotráfico y lavado de dinero.
De acuerdo con fuentes de la PGR, el 30 por ciento de los solicitados en extradición que aún no han podido ser parte del trámite internacional, se han podido salvar porque a la fecha mantienen procesos de amparo para evitar el traslado a Estados Unidos.
La cantidad de narcos de importancia mediática que está reclamando el Gobierno de Estados Unidos, dijo el periodista y escritor especializado en temas judiciales, Luis Carlos Sainz, es superior a los 50, y puede que en los próximos meses no haya una sola extradición a Estados Unidos.
Consideró que aun cuando las extradiciones se sigan solicitando formalmente entre los dos países, “estas se podrían ver empantanadas en los próximos meses y años, pues el gobierno de Trump no ha manifestado una postura sobre la colaboración en el combate al narco con nuestro país, y parece que el Gobierno mexicano se aleja de esa posibilidad”.
Si existiera la intención del Gobierno mexicano de mantener la posibilidad de una política de colaboración con el gobierno de Trump, a través de las extradiciones, la entrega de “El Chapo” a la justicia norteamericana se habría detenido unas cuantas horas.
Para así abrir canales de colaboración con la nueva administración federal de Estados Unidos, considera Édgar Morín.
No hay duda de que las peticiones de extradición de capos de importancia seguirán llegando desde Estados Unidos, explicó por su parte Luis Carlos Saiz.
Mientras que el autor del libro “Rejas Rotas” (Grijalbo 2013) dijo que la urgencia del presidente Peña Nieto por entregar al “Chapo” Guzmán a unas horas de que asumiera el cargo el nuevo presidente, en realidad “es un reconocimiento al trabajo de colaboración que México mantuvo con el gobierno del expresidente Obama”.
Nadie sabe para quién trabaja
La entrega de “El Chapo” al gobierno de Trump era políticamente incorrecta, explicó el periodista y escritor José Reveles, autor, entre otros, del libro “El Chapo Entrega y Traición” (Debolsillo 2014), “pues fue el gobierno de Obama el que llevó a cabo los trámites y negociaciones, incluso fueron funcionarios de esa administración, los que ayudaron a la recaptura de ‘El Chapo’”.
Por eso el Gobierno mexicano, dijo Reveles, hizo lo que tenía que hacer, aunque haya sido en el último momento de la administración de Obama, pues de no haber entregado al exjefe del Cártel de Sinaloa al gobierno de Obama, sería una falta de cumplimiento de los acuerdos políticos pactados con esa administración.
Nadie sabe para quién trabaja, siguió el periodista José Reveles, luego de considerar que fue la administración del presidente Obama la que hizo todo el gasto en la recaptura y extradición de “El Chapo”.
“Y ahora será el gobierno de Trump el que se beneficie con la fortuna que se le pueda incautar al exlíder de Sinaloa, pero sobretodo con la información que pueda aportar sobre el narcotráfico en México”.
Luego de considerar que la entrega de El Chapo a la administración anterior a la de Trump, sin duda habrá de afectar la política de colaboración en la lucha contra el narco entre México y Estados Unidos, Reveles recordó que la extradición del Chapo también tiene un mensaje oculto: “fue entregado al gobierno de Estados Unido justo en el aniversario número 16 de su fuga de Puente grande, la que ocurrió el 19 de enero del 2001”.
Los extraditables
Algunos de los reos, procesados por narcotráfico y que actualmente son reclamados oficialmente en extradición, para ser procesados en cortes federales de Estados Unidos:
>> Los exlíderes del Cártel de Los Zetas, los hermanos Miguel y Omar Treviño, son reclamados por una corte en el estado de Texas.
>> El exlíder del Cártel Jalisco Nueva Generación, Abigael Gonzalez Valencia, del grupo de los Cuinis, espera la resolución de un proceso de amparo, para evitar la extradición solicitada por el estado de California.
>> Vicente Carrillo Fuentes, del Cártel de Juárez, es reclamado por una corte en el estado de Nuevo México y otro proceso más en el estado de Texas, acusado del delito de tráfico de drogas.
>> El exjefe del Cártel de los Beltrán Leyva, Héctor Manuel Beltrán Leyva, es reclamado por una corte en Nueva York, otro proceso en el estado de Illinois y otr0 más en Texas.
>> Los exlíderes de los cárteles de La Familia y Los Caballeros Templarios, Arnoldo Rueda Molina, Jesús Méndez Vargas y Servando Gómez Martínez “La Tuta”, también dependen de sus amparos contra la extradición solicitada por tres cortes federales en los estados de California, Illinois y Texas, respectivamente.
>> Rafael Caro Quintero, pró- fugo a la fecha, luego de ser absuelto y revocado por un juzgado federal por el delito del homicidio del agente de la DEA, Enrique Camarena, está siendo reclamado por una corte de California por el mismo delito.