El edén del pirata

Todos en algún momento lo hemos hecho. Ningún mexicano queda exento e inclusive esta realidad ya es parte del imaginario cultural nacional.

Todos en algún momento utilizamos el programa Napster para descargar música, aquel que fue creado por el joven Shawn Fanning, su tío John y Sean Parker en 1999. Todo parecía felicidad por la música gratuita hasta que llegó Metallica, un año después, y frenó el sueño de todos, compartir mp3 sin costo alguno.

Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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Millones de pesos se deja de recaudar en México por concepto del IVA por la mercancía no regulada
Lo de hoy es ir por los criminales cibernéticos que esparcen películas, series y discografía en línea y sin costo
“Las leyes (...) sí sancionan a quien produzca, venda (...) copias de obras, (...) protegidos por la Ley Federal del Derecho de Autor”
Ana María MagañaDirectora del MPA
La iniciativa de tres diputados por que el 11 de octubre sea dictaminado como el Día Nacional de Combate al Contrabando y Delitos en Materia de Derechos de Autor está a punto de hacerse realidad
‘Chinitos’ son llamados coloquialmente entre los vendedores los aparatos clones que emulan el celular auténtico, pero engañan al comprador común si desconoce cómo identificarlos

Todos en algún momento lo hemos hecho. Ningún mexicano queda exento e inclusive esta realidad ya es parte del imaginario cultural nacional.

Todos en algún momento utilizamos el programa Napster para descargar música, aquel que fue creado por el joven Shawn Fanning, su tío John y Sean Parker en 1999. Todo parecía felicidad por la música gratuita hasta que llegó Metallica, un año después, y frenó el sueño de todos, compartir mp3 sin costo alguno.

Pero la piratería no se crea ni se destruye solo se transforma. En 2005 el sitio Megaupload, fundado por Kim Dotcom, fue otro parteaguas en la historia que llegó ante la Corte, ya que después de siete años de permitir descargas de películas, álbumes musicales y demás contenido con derechos de autor fue cerrado, pero volvió a operar bajo el nombre de Mega.

Dotcom vivía en Nueva Zelanda como un magnate antes de su detención, comprando carros de lujo y yates, Megaupload tenía ganancias por encima de 175 millones de dólares, lucrando con usuarios de membresía Premium que pagaban por un servicio de descarga más rápido. Actualmente el informático está bajo arresto y podría ser extraditado a Estados Unidos.

México, universo pirata

Nuestro país no se queda atrás de ser cómplice, ya que de acuerdo con el  estudio “Piratería: entendiendo el mercado sombra en México”, el 53 por ciento de la población que utiliza internet acepta haber descargado de manera ilegal y con una frecuencia significativamente alta, música, películas y/o series de televisión piratas.

Y es que basta un clic de distancia para encontrar “Rápidos y Furiosos 8”, estrenada apenas en el cine la semana pasada, o la serie “Juego de Tronos”, la más pirateada y descargada de la cadena HBO, sin que haya una reprimenda de la autoridad ni costo para el usuario web.

En México se estima que más de 6 mil millones de pesos se deja de recaudar por concepto del IVA por la mercancía no regulada, según un cálculo del Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC), dinero que no entra a las arcas el erario federal, que se queda esparcido entre el pillaje y la delincuencia organizada.

Ropa, perfumes, películas, música, celulares, software, zapatos, relojes  y más artículos que son buscados por el consumidor que quiere la marca de moda por un módico precio, así es como la piratería sigue vigente en el día a día nacional.

“Los productos pirata o derivados del contrabando ya son parte de la cotidianeidad, ya que el ciudadano los considera o los ve como si fueran legales, las autoridades incluso son permisivas”, señala el diputado federal Waldo Fernández.

El comercio de la piratería en México es un tema de constante actualidad, porque no existen operativos en constancia que decomisen y pongan un alto a esta actividad ilícita en el comercio irregular y que además frenen la importación de estos objetos al país.

Y mientras sigue la vendimia en el Metro de audífonos “originales” marca Samsung “calados, garantizados, sin compromiso de compra” para el ciudadano de a pie que los puede adquirir por 20 pesos.

En los mercados ambulantes de La Roma, La Condesa o Polanco también abundan lentes de sol, gorras, piezas Lego o Playmobil que juran ser originales pero por menos de la mitad de su precio, cuando en realidad son copias de mala calidad.

El consumidor recurre por necesidad más que por gusto a la compra de películas clonadas. ¿Qué va de pagar cinco pesos por un DVD a 65 pesos por un boleto de cine? Sin contar las golosinas de la dulcería, amén de ser una salida en pareja, menos para una familia de cinco cabezas, incosteable para el obrero asalariado con jornadas de sol a sol.

Por eso la opción se vuelve Tepito, donde al mayoreo los puestos informales ofrecen a tres pesos e inclusive un peso la mercancía apócrifa y son decenas de locatarios los que fluctúan con este negocio.

De entre este universo pirata, solo se observa un único vendedor errante con un carrito de supermercado robado que ofrece películas originales a 10 pesos, son pocos los que se acercan a su botadero de legalidad.

Lo paradójico es que los uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México resguardan a plena luz del día esta venta ilícita, en lugar de detener a quienes comercian la piratería.

“A pesar de que es un delito grave pues sigue siendo tolerado por las autoridades, por la sociedad, porque se piensa que no hay una afectación, un impacto al comercio informal o a la economía nacional (…) hay un marco legal robusto pero a pesar de eso siempre tenemos obstáculos ya en la aplicación de la ley”, dice Ana María Magaña, directora general de la Motion Picture Association (MPA) en México.

¿Qué podría frenar la descarga de películas, la venta de mercancía copia y el contrabando en México?

Entre ‘chinitos’ y ‘de Roberto’

“Pásele, ¿qué buscabas amigo?, ¿querías comprar, cambiar… vender? Pregunta, en confianza”, es la manera en cómo te abordan jóvenes con ropa casual, gorra y tenis para ofrecer lo último en gadgets y celulares, de igual manera mujeres que repiten el discurso con una sonrisa y atraer al potencial cliente que con o sin propósito se queda observando los anaqueles repletos de teléfonos inteligentes.

Desde 3 mil 500 pesos o hasta menos se manejan modelos Samsung, Motorola, Huawei, LTE o iPhone de los cuales se duda su procedencia o manufactura, ya que varios de ellos son potencialmente réplicas de originales.

Pasando Bellas Artes, entre el pitido incesante de los oficiales de tránsito, el bullicio de gente que se amontona en la acera poniente, justo enfrente de la Torre Latino, ahí, afuera de la Friki Plaza, circula este ambulantaje electrónico más sus respectivos accesorios para todo tipo de consumidores.

Aquí en el mercado de la informalidad, un supuesto iPhone 6S de 256GB se vende desde los 5 mil pesos, cuando nuevo vale 14 mil 799 pesos con capacidad de 128GB en la tienda oficial de Apple.

La avenida Eje Central Lázaro Cárdenas no discrimina bolsillos, lo último en tecnología está al alcance de la cartera común, solamente con una pequeña diferencia, lo que se compra en muchos casos es copia del original.

“Chinitos” son llamados coloquialmente entre los vendedores que saben identificarlos con una mirada rápida y, tras tomarlos entre sus manos, aparatos clones que emulan ser el celular auténtico pero engañan al comprador común que se vuelve presa fácil si es que desconoce cómo identificarlos.

Y tú, ¿ya revisaste el tuyo?

También hay ‘de Roberto’

Además de los equipos clon, otros pueden ser de origen delictivo desconocido, los clásicos llamados “de Roberto”, a aquellos que puedan ser robados y ahora vendidos en estos mostradores portátiles, listos para ser removidos ante la amenaza de lluvia, porque los rondines policiacos son prácticamente inexistentes, ya que enfrente de la autoridad capitalina suceden las transacciones de compraventa irregular.

Los comerciantes informales aseguran que cualquier teléfono a comprar viene liberado de fábrica, o sea que es compatible con cualquier compañía de arrendamiento celular, además de venir garantizados por tres, seis o hasta un año, dependiendo del puesto elegido a realizar la venta.

“Yo te doy garantía de que no se te bloquea y si se te llega a bloquear te lo cambio o te lo libero sin costo extra”, ofrece una mujer al hacer labor de venta de un iPhone.

La tierra de los clones

Marcas como Apple, Huawei y Samsung son las de mayor circulación en este rubro, los vendedores declaran que son originales a costo bajo.

“¿Cuánto te quieres gastar?, ¿cuánto me ofreces”, son las preguntas comunes al llegar a la Plaza Centenario en Eje Central y Victoria afuera del Metro San Juan de Letrán, donde abundan decenas de locales con cientos de teléfonos de todas marcas, colores y tamaños.

Al no lograr convencer al potencial comprador empiezan a bajar los costos y a ofrecerse equipos que pueden ser réplicas, retando al consumidor con un precio bajo.

Los equipos clonados tienen un aspecto físico casi idéntico al auténtico de marca, es solo instalando un programa especializado que se logra identificar que el celular no cuenta con las mismas especificaciones técnicas que el aparato original.

Venta blindada

En este mercado negro la moneda de cambio es la irregularidad, y una vez hecha la venta no hay vuelta de efectivo a las manos del comprador, todo es una red de consumo que se torna a seguir volviendo para hacer trueque con el aparato que es clonado o robado.

El origen de los celulares copia está en establecimientos operados por personas orientales al interior de la Plaza de la Tecnología en pisos superiores, donde en un precario español  pronuncian “ Hola, buenas tardes, aquí puro mayoreo amigo”, y tras la vitrina se notan las cajas de las marcas genéricas, que en su precio de mayoreo rondan los mil 500 pesos dependiendo del modelo.

Con un Samsung A9 clonado se intenta hacer el intercambio por un dispositivo de mayor capacidad, pero los comerciantes al notar que es chino solo lo toman a un precio inferior a los mil pesos.

“La pantalla, las tapas, las letras, el peso, no debe de pesar tanto”, es como dicen los mercaderes que así te das cuenta que no es auténtico, “Dame cuatro 500 por ese, es el Huawei Lite, agarra cualquier chip, cualquier compañía, viene liberado”, afirma el ambulante.

Al cuestionarle de cómo saber que el aparato que él ofrece es legítimo, el hombre replica “yo se lo doy garantizado, le doy una checada de todo y te doy una nota de garantía por un mes”, reitera.

Burlando a la corrupción

En el estudio del 2015 “Piratería: entendiendo el mercado sombra en México” realizado por el CIDAC y American Chamber of Commerce of México, se realizaron mil 500 entrevistas, exponiendo que la mayor parte de los ciudadanos son consumidores ilegales en el país.

>> 53

Por ciento de los mexicanos gastó de uno a 100 pesos en piratería en el 2015

>> 70

Por ciento dijo adquirirlo en un tianguis o mercado

>> 53

Por ciento que usa internet, 56 por ciento afirmó descargar música ilegalmente

>> 78

Por ciento dijo no tener problemas con la justicia por haber descargado música o películas en internet

>> 52

Por ciento cree que gracias a la piratería las familias de menos recursos pueden comprar cosas que antes no podían

>> 39

Por ciento se excusa diciendo que todo el mundo lo hace

>> 48

Por ciento expresan hacer cosas ilegales porque las autoridades no castigan al culpable

Día antipiratería

México necesita dejar de consumir productos clonados, de “fayuca” y copia al original, ya que esto solo sigue dando de comer al crimen organizado, es con esta conciencia que tres legisladores vieron la posibilidad de crear un día en el que se le recuerde al ciudadano que hay que poner un alto a este mercado.

Waldo Fernández González del PRD, Enrique Jackson Ramírez del PRI y Jorge Ramos Hernández del PAN lanzaron en noviembre pasado la iniciativa de decreto en el Palacio de San Lázaro Día Nacional de Combate al Contrabando y Delitos en Materia de Derechos de Autor, el cual ya pasó a comisiones para su aprobación definitiva.

“Hay que considerar que en la última década se perdieron 2.5 millones de empleos por este mal, entonces a nosotros nos preocupa esta situación”, exhorta Fernández González vía telefónica.

Además el diputado ahonda en que los capos del narcotráfico son quienes controlan este mercado ilícito, tomando como segundo ingreso la piratería después de la venta de estupefacientes.

“Me parece importante que el ciudadano tome conciencia respecto a que cada vez que compra un producto del contrabando o pirata pone en riesgo su salud (…) Prácticamente le estás dando una pistola o una bala a la delincuencia organizada para que siga delinquiendo en perjuicio de todos los mexicanos”, dice.

Para el funcionario los operativos en lugares como Tepito deberían de ser constantes y hacer valer la ley, pero lo que sucede es que quienes imparten la justicia se vuelven laxos por la corrupción.

“La autoridad tendría que estar haciendo operativos permanentes para que las personas que legítimamente venden en estos lugares cosas legales lo sigan haciendo”, comenta.

Respecto a si la mercancía entra gracias a las comunidades orientales que viven en nuestro país y esto facilita su importación desde Asia, Fernández descarta que sea un tema de etnias, el problema son las autoridades aduanales.

“No es un tema de comunidades, es un tema de que las autoridades aduanales hagan su tarea, su trabajo, no permitan que haya corrupción y no permitan que entren este tipo de productos sin el pago de los impuestos respectivos”.

MPA: La batalla es digital

Las pérdidas son millonarias y para la MPA es claro que en México la lucha contra la piratería por parte de las autoridades no es suficiente, además de que con la evolución de la tecnología, todo está al alcance de una computadora, una tableta o inclusive un celular, por lo que perseguir a los sitios de streaming pirata es la guerra actual.

“El mayor consumo de películas pirata se remonta a más de 100 sitios y estos sitios reciben más de 4 mil millones de visitas al año. Esto puede implicar que se generen 4 mil millones menos de suscripciones o ventas o rentas en sitios oficiales”, reclama Ana María Magaña, directora del MPA.

El delito está previsto en el código penal federal y puede implicar prisión de 3 a 10 años y de 2 mil a 20 mil días de multa.

La mujer indica que México se encuentra al menos dentro de los 10 países a nivel mundial de mayor consumo de piratería pero destaca que “cuando ya se habla de una señalación de sitios pirata en internet, no necesariamente todo está ubicado en el mismo país, a lo que me refiero es que el administrador del sitio, el que está creando la página de internet puede ser una persona de nacionalidad mexicana, pero el servidor puede estar fuera incluso del continente”.

Es accesible, es barato

El problema de la compra de un producto apócrifo reside en su accesibilidad, eso es lo que aqueja a que no se detenga este círculo de vicio, según comenta la directora del MPA.

“El fácil acceso que se tiene a todos estos bienes, ya sea en la calle, en las afueras de transportes públicos como estaciones de metro, centrales de autobuses, etcétera, facilitan muchísimo más el consumo”, agrega.

En la Encuesta Nacional de Consumo de Piratería realizada en 2014 por el CIDAC posicionó en primer lugar la compra de CD’s de música, con un 68 por ciento, seguido de un 62 por ciento con películas en DVD.

Además 66 por ciento dijeron que el costo es la razón por la cual adquieren un producto apócrifo, siendo el 16 por ciento el siguiente resultado que indica que es también por su facilidad de adquirirlo.

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