Metrobús a marcha forzada

A pesar de existir diferencias entre los transportistas y las autoridades capitalinas respecto a la demanda real de pasajeros que utilizarán la Línea 5 del Metrobús, la empresa Corredor Integral de Transporte, (Citemsa) tiene que acreditar la compra de 19 autobuses de los 24 que darán servicio en este tramo.

El Gobierno del Distrito Federal (GDF), a través del organismo Metrobús, presiona a los transportistas para que, a más tardar el próximo viernes, 24 de mayo, Citemsa acredite ante la Dirección General de Transporte de la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi), contar con una carta compromiso por parte de la empresa armadora de que entregará las 19 unidades a mediados de agosto de 2013 como fecha límite.

El objetivo es pasar a la siguiente etapa de revisión de las unidades por parte de Metrobús y realizar pruebas operativas a fin de determinar que cumplen con los requisitos exigidos en el convenio.

De acuerdo con la promesa del jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, la línea 5 del Metrobús que circulará sobre el Eje 3 Oriente, avenida Eduardo Molina y hasta calzada Ignacio Zaragoza, deberá estar lista en un periodo de seis meses, por lo que el plazo vence en septiembre próximo.

El acuerdo firmado entre transportistas y autoridades establece que, en la primera etapa, el servicio se cubrirá con 24 autobuses, de los cuales 19 le corresponden a Citemsa (que representa a los transportistas de la Ruta 7) y las cinco unidades restantes serán para la Red de Transporte de Pasajeros del Distrito Federal (RTP).

Pese al avance de las negociaciones, el acuerdo firmado entre ambas partes exhibe la inconformidad de los transportistas respecto a la demanda de pasajeros estimada por el GDF.

“Los integrantes de la Ruta 7 manifiestan que los estudios técnicos que realizaron por su cuenta presentan como resultado que en la avenida Ing. Eduardo Molina, se registra una demanda del servicio de transporte público de pasajeros muy superior a la estimada por las autoridades del Distrito Federal”, resalta el acuerdo.

“No obstante la discrepancia sobre la demanda de transporte público colectivo de pasajeros que se registra realmente en avenida Eduardo Molina, se establece el mecanismo para ajustar los parámetros operativos y económicos de la primera etapa de la Línea 5 a la demanda que se registra durante un periodo inicial definido”

Según los estudios técnicos realizados de manera oficial, con miras a la implantación de la Línea 5 del Metrobús, sobre avenida Eduardo Molina, la demanda promedio en día hábil es de aproximadamente 56.4 mil pasajeros.

Para obtener esta cifra, las autoridades tomaron en cuenta a los usuarios de los diversos servicios que transitan sobre dicha vialidad que prestan, por un lado, la Ruta 7 y RTP.

El cálculo de dicha demanda no dejó conformes a los transportistas, quienes consideran que la cantidad de usuarios que requieren del servicio es mucho mayor a lo que calcula el GDF, por lo que estiman necesario un mayor número de autobuses.

Los concesionarios de la Ruta 7 A.C que actualmente prestan el servicio en el ramal Puente Negro a San Lázaro, argumentan que para ellos, según su experiencia diaria de pasajeros, la demanda es superior a lo estimado de manera oficial por las autoridades.

De hecho a partir de formar la empresa Citemsa S.A de C.V, efectuaron estudios técnicos por su cuenta que comprueban que la demanda de pasajeros en esta zona es mayor a la contemplada.

Debido a la polémica, ambas partes manifestaron su acuerdo en que de resultar necesaria la incorporación de autobuses adicionales a los 25 contemplados en la primera etapa de la Línea 5, derivado de la insuficiencia en la oferta de servicio con relación al volumen de la demanda, se permitirá la incorporación de más unidades.

Si la demanda registrada durante un mes es superior a los 56.4 mil usuarios al día se incrementará la cantidad de autobuses, tomando en cuenta los porcentajes de participación iniciales, que corresponden el 80 por ciento para Citemsa y el resto para RTP.

Los requerimientos de los autobuses planteados inicialmente por las autoridades exigen que las unidades cuenten con la especificación ambiental Euro 5, que ayuda a combatir la contaminación.

Además, se obliga a que sean vehículos que correspondan a una marca que actualmente cuente con una flota de operación de al menos 20 vehículos en un sistema de transporte público urbano de pasajeros nacional y que hayan superado los 85 mil kilómetros de servicio.

De acuerdo con el proyecto original, la Línea 5 tendrá 18 estaciones durante su recorrido y se estima beneficiará a más de 30 colonias fundamentalmente de las delegaciones Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza.

Cuando se anunció la construcción de la Línea 5 se dijo que se invertirán 800 millones de pesos en la obra, que se prevé contará también con jardines verticales en cada estación, algunas de las cuales contarán con biciestacionamientos.

En términos reales, la puesta en marcha de la Línea 5 del Metrobús significará, de acuerdo con las autoridades, la eliminación de 90 microbuses altamente contaminantes que dejarán de circular, así como 47 viejos autobuses de RTP.

Fue el propio Mancera quien alardeó que la Línea 5 se construirá en tiempo récord y se fijó como plazo seis meses, por lo que en teoría deberá estar lista para septiembre próximo. 

Debido a este compromiso público del jefe de gobierno, el director general del Metrobús, Guillermo Calderón Aguilera, presiona a la sociedad conformada por microbuseros para sacar adelante los plazos de adquisición de los 19 autobuses armados que les corresponden. Y no hacer quedar mal al mandatario capitalino.