La contingencia sanitaria por Covid-19 y la fase 3 de la pandemia han obligado a que mercados de la capital bajen sus cortinas.
Sin embargo, hasta el momento no han recibido algún apoyo para soportar el impacto económico y poder competir con las grandes cadenas comerciales.
Martín Toledo Ayala, secretario de Actas y Acuerdos del Mercado Martínez de la Torre, en la colonia Guerrero, afirma que la mesa directiva del lugar decidió cerrar dos semanas por el riesgo de contagio que implica laborar.
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Ese mercado es uno de los 13, de un total de 39, que cerraron sus puertas tan solo en la alcaldía Cuauhtémoc ante la propagación del Covid-19, según información de las autoridades locales.
También se suma a la suspensión de actividades el Mercado de Jamaica, en Venustiano Carranza, el pasado 6 de mayo.
Toledo Ayala relata que el lunes 4 de mayo tomaron la decisión de cerrar voluntariamente, porque muchos de sus proveedores de la Central de Abasto (Ceda) presentaron síntomas de Covid-19.
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“Compañeros de frutas y verduras nos contaron que muchos de sus proveedores ya tenían la sintomalogía, entonces, ante la cercanía del riesgo, cerraron y no nos convenía tener un mercado al 30 o 40 por ciento de su capacidad”, explica.
Actualmente, entregan a domicilio vía telefónica pero su venta es 50 por ciento menos que en un día normal, dice Toledo Ayala.
“El Martínez de la Torre funciona y lo hace a su modo. Hay gente que nos pide 50 pesos de mercancía y otras 100 o 200”, señala.
Sin embargo, el también locatario del mercado refiere que desde antes ya tenían pérdidas económicas importantes.
El primer golpe fue con el cierre de giros comerciales no esenciales como papelerías, tiendas de ropa, de artículos de entretenimiento, entre otros, señala.
El segundo sucedió cuando se restringió el paso a una sola persona por familia en los mercados, el 13 de abril, y comenzaron a tener afectaciones en ventas de un 15 por ciento.
Y el último fue con el cierre total del mercado el 4 de mayo pasado en donde trabajan alrededor de 600 personas.
“Desde que el mercado cerró seguimos recibiendo pedidos, se está repartiendo lo básico, ya no hay pescado, ya no hay guajillo. La fruta y la verdura, carne y pollo que es lo que se puede vender”, explica.
Toledo Ayala considera que los créditos de 25 mil pesos no son suficientes para sus compañeros comerciantes porque tienen que pagar impuestos y también el sueldo de los trabajadores.
“Esos créditos no alcanzan para todos”, afirma.
También denuncia que desde de que cerraron no han tenido un acompañamiento ni de la alcaldía ni de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco).
“Ha faltado ese respaldo de los dos órdenes de autoridad, no se nos han acercado para ofrecer alguna ayuda”, dice.
El único apoyo de la alcaldía es que se han publicitado los servicios de entrega a domicilio del mercado por redes sociales.
No obstante, el secretario del mercado considera que eso no es suficiente.
“Necesitamos una campaña amplia por otros medios y no nada más redes sociales para que la gente sepa que a pesar de que estamos cerrados, seguimos trabajando”, detalla.
Mercados en desventaja y olvidados
La diputada local del Partido Acción Nacional (PAN) y presidenta de la Comisión de Uso y Aprovechamiento del Espacio Público, Gabriela Salido Magos, afirma que situaciones como la de los locatarios del Mercado Martínez de la Torre las enfrentan los 329 de todas las alcaldías.
En toda esta crisis la respuesta fue nula, se dedicaron a atender el resto de las actividades desde un principio, pero no se les dijo o dio reglas básicas de higiene a los locatarios. Hasta que sucedió lo de la Central de Abasto fue cuando se reforzaron las medidas
En la Ceda, de acuerdo con información dada a conocer el 5 de mayo pasado por el gobierno de la Ciudad, hubo un brote en las últimas semanas de abril de Covid-19 y 25 casos confirmados entre sus trabajadores.
Salido Magos señala que restringir el paso de una persona por familia a los mercados el 3 de abril y colocar letreros advirtiendo de que son zonas de alto contagio fueron medidas tardías.
La legisladora añade que los mercados están en desventaja tanto financiera como de infraestructura con las grandes cadenas comerciales, quienes tienen los recursos para soportar una crisis económica.
También tienen suficientes productos para cumplir medidas sanitarias que les permitan seguir operando.
“Son los 329 mercados los que están en crisis y compiten con las grandes cadenas porque no hubo una intervención oportuna de las autoridades”, declara Salido Magos.
La situación, asegura, es una muestra de que la Sedeco no cuenta con protocolos emergentes para apoyar a los mercados públicos en caso de emergencias.
“En una crisis de estas dimensiones hay dos autoridades: las alcaldías y Sedeco. Creo que han sido rebasadas por mucho porque no tenían un plan para atender la problemática”, señala.
La legisladora propone que en lugar de créditos de 25 mil pesos, la Sedeco debe suspender los pagos de impuestos de los locales de los mercados y también darles un apoyo económico para pagar a sus trabajadores.
