Desde el viernes 17 de abril, es obligatorio el uso de cubrebocas en el Metro, situación que no se había presentado en el pasado ni con la crisis de la influenza H1N1 en el 2009.
Fue el 15 de abril cuando el Sistema de Transporte Colectivo (STC) dio a conocer que a partir del viernes pasado era obligatorio el uso de cubrebocas para prevenir contagios de Covid-19.
La transmisión del coronavirus se da a través de las partículas de saliva de las personas infectadas o por el contacto con superficies contaminadas con el virus.
Como parte de la estrategia, el Metro comenzó a repartir un millón de dichos insumos médicos en la estación Pantitlán de la Línea A y 9.
A pesar de esto, especialistas indican que esta acción corresponde más a una medida paliativa ante la resistencia de los sectores de la población que no pueden resguardarse, como los trabajadores informales o quienes no creen en la existencia del Covid-19.
Afirman que si bien el cubrebocas ayuda en cierta forma a evitar contagios, no los prevendrá totalmente ni contribuirá a aplanar la curva de infección si no se toman cuenta dos factores: la calidad de los materiales y la forma de usarlo.
El doctor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sergio Alberto Mendoza, explica que el uso del cubrebocas obligatorio es una medida poco efectiva porque su éxito depende de los factores referidos.
Detalla que hay cubrebocas que apenas duran minutos y otros horas. Ese es el primer factor.
Uno quirúrgico, con triple capa, ofrece una protección de hasta tres horas; mientras que uno sencillo de una capa de filtro, 40 minutos; y uno de tela, menos de 30.
Por lo cual, no brindan una protección total y forman parte de una medida alternativa para intentar contener los contagios dentro del Metro de cara ante la fase 3 de la pandemia, señala.
“Es en vista de que la gente está incrédula de la situación del país y se resiste a resguardarse o no puede dejar de salir porque tiene que trabajar, vive al día y tiene que continuar tomando el Metro”, explica.
De acuerdo con información dada conocer por el Gobierno de la capital, hasta el 13 de abril pasado, se reportó una afluencia en el STC del 60 por ciento menos de usuarios respecto a un día normal.
Esto significa que de los 5.5 millones de personas que el Metro transporta cotidianamente, en esta contingencia sanitaria sigue moviendo a 2.2 millones de capitalinos.
Uso de cubrebocas adecuado
Además de la calidad del cubrebocas, el especialista en salud de la UNAM refiere que la forma de usarlo también influye en su efectividad dentro del Metro.
Al momento de colocarlo, se debe evitar tocar la parte externa del filtro para no contaminarla.
Señala que debe cubrir completamente la nariz y boca, de lo contrario es como si el usuario no trajera nada porque las vías respiratorias quedan expuestas.
Mendoza detalla que tampoco debe ser tocado el cubrebocas mientras la gente viaje por el Metro.
“Cuando están en el Metro y se toca con las manos la parte externa del cubrebocas se contamina la mano, entonces también se puede tocar el brazo y la contaminación ya se va a expandir”, argumenta.
Para el retiro, una vez que se ha concluido el viaje en el medio de transporte, hace énfasis en que debe ser quitado por los elásticos sin tocar la tela o el filtro.
Después de retirarlo, explica que se deben lavar las manos o aplicar gel antibacterial.
Sin embargo, considera que podría ser benéfico si las personas conocen cómo utilizarlo correctamente y el tiempo de duración de los diferentes materiales con los que son fabricados.
Respecto a si se puede calcular con cifras si funcionará o no la medida, Sergio Alberto Mendoza afirma que no es posible porque una pandemia como la que está viviendo el país no ha ocurrido en los últimos 100 años y por ello no hay estudios al respecto.
“Me da más seguridad”
Aldo Torres es un usuario del Metro que pese a la pandemia y la recomendación de quedarse en casa tiene que ir a trabajar.
A diario usa la Línea 8 del Metro desde Garibaldi hasta la estación Escuadrón 201.
Como medida de seguridad lleva una mascarilla de laboratorio y trata de tocar los menos posible los tubos y superficies del medio de transporte.
“Hay mucha gente a la que no le importa, cree que no es cierto y ahí es donde puede haber problemas”, considera Aldo.
Por ello, asegura que el uso obligatorio del cubrebocas en el Metro es una buena acción y le da más seguridad.
“Es una buena medida, ya que al hablar la gente escupe saliva o tose sin cubrirse. Para ese tipo de casos, usar el cubrebocas es positivo”, opina.
Respecto a si conoce el correcto uso del cubrebocas, afirma que sí sabe la diferencia entre uno ordinario y cómo ocuparlo para evitar contagios.