Maricarmen Michelle García Salazar es estudiante de noveno semestre de la Facultad de Música y con su talento ha logrado poner en alto el nombre de la Universidad Autónoma de Nuevo León, pues se ha presentado en escenarios del mundo.
La joven señala que en la música encontró la vía para desarrollarse profesionalmente y perfeccionar su técnica le ofrece diariamente tanto retos como grandes satisfacciones; agrega que todo lo que empezó como un pasatiempo, gradualmente se transformó en una vocación que le ha permitido destacar en importantes recintos culturales y con agrupaciones musicales de proyección internacional.
La contrabajista, quien ha tocado en la Orchestra of the Americas, contó que los primeros acercamientos con la música fueron en la primaria al tomar clases de flauta dulce y posteriormente su carrera comenzó a tomar forma al participar en la Orquesta Esperanza Azteca, que surgió de un proyecto comunitario enfocado a niños y jóvenes.
“Nos prestaban instrumentos y nos dejaban tocar distinta música. Entramos mis amigas y yo y era muy divertido. Al principio lo hice por jugar, pero luego me di cuenta de que este era mi destino y cada vez me emocionaba más. Aunque yo entré tocando oboe porque no había cupo en flauta, me sirvió y aprendí otra cosa hasta que de pronto llegué al contrabajo y me enamoré de él por completo”, señaló.
Maricarmen Michelle indicó que al llegar a la preparatoria tenía en mente estudiar veterinaria, pero su pasión por la música la llevó a cambiar el rumbo y al entrar a la Facultad de Música obtuvo logros como el primer lugar en el Concurso de Cuerdas Ricardo Gómez Chavarría y Cadenza, a partir de ahí las invitaciones para representar los colores de la Máxima Casa de Estudios del Estado comenzaron a llegar.
“Me invitaron a tocar en la Orquesta Sinfónica y en la Orquesta de Cámara de la UANL. También estuve en la Orquesta del Desierto de Saltillo, digamos que ya a nivel profesional, y en donde he demostrado mis habilidades con el contrabajo, un instrumento que me llenó por completo”, indicó.
Para lograr sus objetivos, la joven universitaria a diario dedica poco más de dos horas a ensayar con el contrabajo que, además de retos, le ha dejado grandes satisfacciones.
Gracias a su disciplina, consiguió dar un concierto en Michigan, Estados Unidos, junto a la Orquesta de Américas, a la que más de 1 mil 500 músicos hicieron prueba, aunque solo 80 de ellos fueron seleccionados. Este programa también incluyó clases en línea por seis meses en la OAcademy Music Conservatory con maestros de talla mundial.