Miles de personas asistieron ayer a una manifestación masiva en Estambul con la que marcaron el final de demostraciones populares nocturnas a favor de la democracia tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio en Turquía, en el que murieron más de 270 personas.
Los oradores hablaron desde un escenario de 60 metros en la costa del mar de Mármara, en la parte europea de Estambul.
El escenario estaba enmarcado por dos plataformas y envuelto con enormes banderas nacionales y pancartas que representaban al padre fundador de Turquía, Mustafa Kemal Ataturk, y el presidente actual, Recep Tayyip Erdogan.
Después del golpe de Estado fallido, el gobierno turco alentó a la población a asistir a manifestaciones nocturnas contra el golpe en las 81 provincias del país, así como en ciertos lugares del extranjero, como en Colonia, Alemania.
Democracia y los mártires
El gran final de las manifestaciones que se celebraba ayer en Estambul, llamado oficialmente “por la Democracia y los Mártires”, pretende representar la unidad de Turquía. Erdogan exhortó a los asistentes a llevar solamente banderas turcas en lugar de banderas de partidos.
El evento contó con la presencia de los dirigentes más altos del país y dos de los tres partidos de la oposición. El procurdo Partido Popular de la Democracia no fue invitado.
Ningún medio comunicó cifras precisas de la participación pero un funcionario turco indicó que todo estaba previsto para acoger a tres millones de manifestantes.
Asimismo, se decretó la gratuidad de todos los transportes públicos para alentar la afluencia de los ciudadanos.
La movilización,comenzó en presencia de Erdogan, que llegó con aspecto relajado y con su esposa de la mano.