La mañana de este sábado fue confirmada la muerte Marcelino Perelló Valls, académico y exlíder del movimiento estudiantil de 1968 de origen catalán, a su 73 años, hasta el momento, su muerte es un misterio.
En vida, siempre se definió como un luchador social, no era coincidencia su amplia admiración hacia Ernesto “Che” Guevara y Fidel Castro, líderes de la Revolución Cubana.
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En su programa de radio Sentido Contrario emitido por Radio UNAM, el cual estaba cerca de cumplir 16 años al aire, solía hacer comentarios controversiales sobre la violacion, uno de los temas del que hablaba con frecuencia, además del placer, pero haciendo apología del abuso sexual.
Sus admiradores lo reconocían como una persona con demasiada contundencia para emitir opiniones que resultaban polémicas para otro sector que no miraba con buenos ojos su forma de expresión.
El más sonado de sus juicios, ocurrió hace unos meses, cuando en su programa dijo “si no hay verga no hay violación” refiriéndose al caso de Daphne, una joven de Veracruz que fue abusada sexualmente por un grupo de jóvenes llamados los “Porkys”.
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Tras efectuar ese comentario, Perelló Valls fue blanco de señalamientos como “misógino” y “machista”, despertando una oleada de comentarios a través de redes sociales que exigieron a Radio UNAM la cancelación de su programa, lo que poco después sucedio. Asimismo, testimonios de supuestos alumnos, sostuvieron que era un profesor irresponsable y que acosaba constantemente a las alumnas.
El catedrático, licenciado en matemáticas, y maestro en ciencias por la Universidad de Bucarest, fue representante de la Facultad de Ciencias de la UNAM ante el Consejo Nacional de Huelga. Su integración a las protestas estudiantiles, lo llevaron a ser encarcelado por un día el 27 de julio de 1968.
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Su persecución y temor a ir preso por segunda ocasión, derivó en un exilio que duró 16 años, en los que recorrió Francia, Rumania y España. Perelló impartió clases en la Universidad Autónoma de Barcelona, y, a su regreso a México, lo hizo en la Universidad Autónoma de Sinaloa, en la Universidad Autónoma de Puebla y en la Facultad de Ciencias de la UNAM.
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Su postura de izquierda en temas políticos en todo momento salía a relucir, en entrevistas o foros a los que era invitado, llevaron a que la comunidad catedrática de su círculo más cercano lo llamara “el Salmón”, pues no sólo eran él y su ideología, sino que siempre hacía un llamado a nadar como hacen esos peces, a contracorriente.
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