Mandan a volar reglas mexicanas

La ex procuradora, Marisela Morales, mandó a volar la normatividad aeronáutica mexicana y logró dejar en tierra a la mayoría de los aviones de la Procuraduría General de la República (PGR). 

De acuerdo a documentos internos y a la versión de los pilotos de la extinta Dirección de Servicios Aéreos de la PGR, en la pasada administración se realizó una auditoría por una empresa estadounidense con el fin de evitar vuelos con aeronaves propias. 

La estrategia habría tenido como finalidad rentar aviones a empresas consentidas mediante pagos millonarios.

Armando Estrop Armando Estrop Publicado el
Comparte esta nota

Al aplicar la legislación de EU, la mayoría de las naves no pasaban la revisión y el absurdo llegaba a que las auditoras exigían hasta letreros en inglés

La ex procuradora, Marisela Morales, mandó a volar la normatividad aeronáutica mexicana y logró dejar en tierra a la mayoría de los aviones de la Procuraduría General de la República (PGR). 

De acuerdo a documentos internos y a la versión de los pilotos de la extinta Dirección de Servicios Aéreos de la PGR, en la pasada administración se realizó una auditoría por una empresa estadounidense con el fin de evitar vuelos con aeronaves propias. 

La estrategia habría tenido como finalidad rentar aviones a empresas consentidas mediante pagos millonarios.

La empresa JDA revisó decenas de aviones que se utilizaban para intercepción, erradicación de plantíos y traslado de funcionarios y reos

Al aplicar la reglamentación del país del Norte, la mayoría de los aviones de la Procuraduría no pasaron la revisión y se calificaron como imposibilitados para dar servicio.

Por esto se rentaron, principalmente a la empresa RAJET, por montos que alcanzaron un millón 416 dólares tan sólo en el mes de octubre de 2012.

Esto a pesar de que la propia Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes había dado el aval para el funcionamiento de los aviones propios.

Los pilotos y mecánicos, todos con decenas de años de experiencia y labor en la PGR, coinciden en que todo fue una medida premeditada para poder rentar aviones y, poco a poco, hacer desaparecer el área de servicios aéreos.

Y es que a finales de noviembre del año pasado, justo a una semana de que acabara el sexenio de Felipe Calderón, se citó a todos los pilotos en el hangar de la PGR para anunciarles su despido.

Se les dijo que por la falta “sensible” de aviones ya no se requería el servicio de pilotos. Mediante una carta se advirtió que al ser empleados de confianza no tenían derecho a ninguna indemnización o finiquito.

La auditoría extranjera

Miguel Ángel Escalante Palacios fue coordinador de mantenimiento aéreo en PGR durante 22 años. Nunca como en los dos sexenios panistas vio tal descuido hacia la flota área de la dependencia.

Primero, fue la caída de los presupuestos. Año tras año disminuían los montos para refacciones y mantenimiento preventivo. 

Ante esto sólo quedaba improvisar y, por último, poner piezas de un avión en otro. Pero el colmo fue cuando, mediante oficio de la Oficialía Mayor, les pidieron brindar todo el apoyo a una empresa norteamericana que realizaría una auditoría.

Lo extraño es que hacía escasos meses ya se había realizado una revisión de este tipo por la instancia oficial en México, la Dirección General de Servicios Aéreos.

Fue entonces cuando llegaron representantes de JDA Aviation Technology Solutions.

Ocurrió a mediados de 2012 y se hizo a petición de la propia ex procuradora, Marisela Morales, a través de la Oficialía Mayor. El resultado fue devastador pues gran parte de la flotilla de aviones tenían que salir de vuelo.

“La auditoría que nos aplicó la JDA el año pasado, ellos fundamentaron mal los resultados de esa auditoría, basándose en que las aeronaves no servían para la navegación. Y lo que pasa es que no se les invirtió el dinero.

“Los de la auditoría solicitaban cosas como compra de cinturones, que porque los que había eran inseguros. Por eso pararon unos helicópteros, porque como no tenían los cinturones originales del fabricante, por eso pararon aeronaves”.

A pesar de que ya se había aprobado la inspección oficial en México, los mecánicos y pilotos no pudieron inconformarse por esta auditoría pues eran órdenes superiores.

“Nosotros nos regimos por la autoridad mexicana, pero estos amigos, sin tener autoridad, nos pararon los aviones”.

El ingeniero asegura que las exigencias de los auditores cada vez fueron más absurdas, hasta el grado de pedir avisos en inglés cuando todos los aviones los tenían en español por estar en México.

“De acuerdo a su criterio, cosas irrelevantes, como que los letreros de advertencia estuvieran en inglés cuando nosotros los teníamos en español. Los aviones nosotros los teníamos en México, no estábamos volando en Estados Unidos”.

Y es que al pedirles el historial de los aviones no podían entregarlos porque todo el tiempo utilizaron aeronaves decomisadas a las bandas del crimen organizado.

 “Los aviones, todos son decomisados, entonces Servicios Aéreos se encargaba de darles el mantenimiento. Los helicópteros eran propios, entonces de esos sí teníamos el historial”.

Durante la inspección se desató una polémica con la ventanilla de un avión que la empresa JDA decía que estaba rota e impedía realizar un vuelo en condiciones seguras. Los mecánicos de la PGR solicitaron la opinión del fabricante y le enviaron fotos de la ventanilla. 

El fabricante respondió que si se le hacía una reparación menor, la cual explicaron, no habría problema. La Oficialía Mayor le hizo caso a JDA y la aeronave se quedó en tierra.

Piloto del procurador

Durante más de 30 años fue el piloto del procurador en turno. Los recuerda por su nombre prácticamente a todos. 

“Yo volé con los últimos siete procuradores”, presume Ismael Medina Castro.

Es otro de los casi 230 pilotos que desocuparon al terminar el sexenio de Felipe Calderón.

Ya en una ocasión lo despidieron alegando que no pasó los exámenes de control de confianza. Se mostró inconforme y logró que lo pusieran nuevamente a cargo del avión que movía al titular de la PGR.

Incluso asegura que llevó a San Francisco, California, al ex secretario de Gobernación, Alejandro Poiré.

“Me preguntó qué tan seguros vamos, capitán, ya ve que no estamos para sustos. Totalmente seguros le dije. Y es que nosotros no sentimos ninguna presión psicológica de llevarlos a ellos”.

Destacó que, a diferencia de los pilotos militares y del Estado Mayor Presidencial, en la PGR nunca tuvieron un accidente en el que perdiera la vida un funcionario o secretario de Estado.

Medina Castro segura que, tras las administraciones panistas, hubo un plan para desarticular Servicios Aéreos de PGR.

No tiene claro cual sería el objetivo central de hacer desaparecer su departamento. Lo que sí tiene claro es que el espacio aéreo está libre para el narcotráfico y la erradicación de plantíos de droga ya no se hace.

“Al terminar el presidente Fox su mandato, el 30 de noviembre del 2006, ese día ordenaron parar las aeronaves que erradicaban cultivos ilícitos, cosa que yo creo que fue mal hecha porque en la República erradicábamos de una manera bastante profesional”.

Cese fulminante

Joel Valencia ha sido uno de los pilotos más inconformes con la desaparición de Servicios Aéreos. Trabajo ahí 22 años. Fue de los primeros en denunciar que las irregularidades con las que se estaba trabajando en PGR.

“Ellos dicen que siendo empleados de confianza no tenemos derecho a nada, a ninguna liquidación al respecto. Simplemente tenemos derecho al sueldo hasta ese momento y al Seguro Social, así lo quieren manejar porque es la forma más fácil de deshacerse de nosotros”.

Denunció desde mayo de 2012 la falta de equipo, las aeronaves detenidas y la estrategia para despedirlos.

Encabezó dos plantones frente a las instalaciones de PGR en la Avenida Reforma de la Ciudad de México.

Ahora, con la nueva administración priista, está intentando, junto a otros compañeros, ser reinstalados en sus puestos.

Sobre los argumentos de que no hay aviones y por eso no hay empleo, el piloto ironiza. Coincide con sus compañeros en que sí existen aeronaves y que, en realidad, todo apunta a una estrategia de la ex procuradora para rentar en vez de usar los propios.

“No hay aviones viejos, se puede decir que hay aviones que se van haciendo viejos por falta de servicio y mantenimiento, y es lo que pasó en la PGR porque, después de haber sido una de las flotas áreas más grandes de Latinoamérica, en dos sexenios se acabaron”.

Sin embargo a la única persona a la que han tenido acceso es al director General de Recursos Humanos, Rodolfo de la O Hernández, quien firmó sus ceses con la pasada administración del PAN, cuando Marisela Morales todavía era procuradora.

“Se acabó la flota y el empleo”

¿Y la labor que hacían?

“Se acabó la erradicación de cultivos ilícitos y lo que era el trabajo de intercepción aérea. Y el traslado de funcionarios y reos, esas eran las tres funciones que venía realizando Servicios Aéreos de PGR”.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil