Mancera, nueva prueba para EPN

Las luces rojas se han encendido tras la unción de Enrique Peña Nieto como presidente de la República y existe el temor de que se reproduzcan actos vandálicos en el corazón de la Ciudad de México con motivo del nombramiento de Miguel Ángel Mancera como nuevo jefe de Gobierno del Distrito Federal, cuyo invitado de honor es nada más y nada menos que el jefe del Ejecutivo Federal. 

Jonathan Villanueva Jonathan Villanueva Publicado el
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"A nosotros nos toca garantizar la seguridad dentro del recinto, por lo que es responsabilidad del gobierno central garantizar el orden en la vía pública y los negocios aledaños".
Manuel GranadosPresidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF

Las luces rojas se han encendido tras la unción de Enrique Peña Nieto como presidente de la República y existe el temor de que se reproduzcan actos vandálicos en el corazón de la Ciudad de México con motivo del nombramiento de Miguel Ángel Mancera como nuevo jefe de Gobierno del Distrito Federal, cuyo invitado de honor es nada más y nada menos que el jefe del Ejecutivo Federal. 

Nadie descarta que los grupos etiquetados de “anarquistas” acechen mañana el Recinto de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y sus alrededores, en espera de que Enrique Peña Nieto acuda al acto protocolario que dará el banderazo de salida al sexenio mancerista.

De manera oficial, el presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF, Manuel Granados, afirmó que no habrá un operativo especial en las calles de Donceles y Allende.

“A nosotros nos toca garantizar la seguridad dentro del recinto, por lo que es responsabilidad del gobierno central garantizar el orden en la vía publica y los negocios aledaños”.

Pero en sentido estricto, se deslindó de lo que pueda suceder en los alrededores y dejó en la cancha del GDF el tema de la seguridad.

En días pasados, los grupos parlamentarios de la Asamblea Legislativa dieron su aval para invitar al nuevo presidente de la República al cambio de estafeta en el gobierno capitalino.

Pero los actos vandálicos que se registraron el sábado pasado en el Centro Histórico, que dejaron pérdidas estimadas en 25 millones de pesos,   han complicado la asistencia de Peña Nieto.

Por ahora, el mandatario emergido del poderoso grupo Atlacomulco no ha confirmado su asistencia al Recinto de Donceles y Allende.

A pesar de que la decisión de invitarlo fue de la cúpula y no del partido, la mayoría de los perredistas está dispuesta a recibir al presidente en la ALDF, sin cuestionar su asistencia.

Sin dispositivo especial

El bloque de los priistas es el más entusiasmado con la invitación que se hizo a Enrique Peña, mientras que los panistas no pusieron objeciones a la propuesta.

La lógica de los legisladores señala que no habrá un dispositivo especial; sin embargo, aclaran que la logística será como en el caso de Marcelo Ebrard Casaubón.

Por eso, no se puede hablar de ligereza ya que no faltarán ni la instalación de vallas metálicas ni un contingente destacado de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) ni el resguardo del GDF y ALDF.

Extraoficialmente, los perredistas y priistas prevén que Enrique Peña Nieto no acudirá a la Asamblea para no enfrentarse, por segunda vez, a la furia colectiva de jóvenes anti-Peña.

Pero los dueños de los establecimientos mercantiles que se ubican en el primer cuadro de la ciudad contemplan no abrir mañana, o mantener la seguridad alerta.

Por su parte, integrantes del llamado movimiento “anarquista” amagaron con intensificar las protestas, si no se libera a los 58 hombres y 11 mujeres que fueron traslados al reclusorio. 

La seguridad volverá a estar a prueba en menos de una semana  y frente a uno de los temas más sensibles para las autoridades: los jóvenes. 

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