Arropado en todos sus flancos, Miguel Ángel Mancera Espinosa sorprendió a propios y extraños al presentar el gabinete que supuestamente lo acompañará los próximos seis años de gobierno.
La ceremonia en la que asumió como Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Mancera Espinosa envió un mensaje claro de que negociará con todas las fuerzas políticas, no solo del PRD, sino también de otros partidos y del gobierno federal.
La bienvenida que ofrecieron a Miguel Ángel Osorio Chong, quien acudió en representación de Enrique Peña Nieto, dice mucho de las nuevas reglas del juego entre la Federación y la Ciudad de México.
Osorio Chong no solo acudió como invitado especial, sino que fue parte de la mesa directiva de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) donde se representan los poderes de la capital y compartió la titularidad del evento con Miguel Ángel Mancera; Marcelo Ebrard Casaubón y el presidente del Tribunal de Justicia capitalino, Edgar Elías Azar.
El hecho de sentar a Osorio Chong en la Tribuna de la ALDF no tiene antecedente parlamentario, máxime cuando se trata de un gobierno de izquierda que los últimos años sostuvo un enfrentamiento electoral, de partido, verbal y de fuerza con el PRI.
Ayer, en la Asamblea, por momentos desapareció por fin el viejo fantasma de Andrés Manuel López Obrador, que por años se había apoderado del recinto legislativo de Donceles.
No hubo más alusiones al gobierno de los pobres, pese a que al interior del edificio un personaje poderoso en la escena política capitalina presenció el cambio de poderes: el profesor René Bejarano, quien llegó desde muy temprano, antes incluso que los legisladores, para evitar el roce con las cámaras de los medios.
En la oficina de la Presidencia de la Comisión de Gobierno de la ALDF, en el primer piso del recinto, se reunieron por espacio de 40 minutos el jefe de gobierno electo, Miguel Ángel Mancera, y el saliente, Marcelo Ebrard Casaubón, así como Manuel Granados, quienes sirvieron de anfitriones del secretario de Gobernación.
El PRI se metió a la guarida del perredismo en la ciudad de México y por momentos pareció apropiarse de ella.
En esa reunión previa al cambio de poderes se sumaron por unos minutos el senador del PRI Emilio Gamboa y el gobernador priista de Chihuahua, César Duarte Jáquez.
También se coló Gabino Cué Monteagudo, de Oaxaca, mientras que el resto de los invitados, entre los que se contaban diplomáticos y otros gobernadores estatales, esperaban en los asientos previamente asignados de la parte baja del recinto.
“Muerto el rey, viva el rey”, se atrevió a gritar uno de los cientos de perredistas que esperaban con tambores afuera de la ALDF cuando Marcelo Ebrard Casaubón salía de la Asamblea de la mano de su esposa, Rosalinda Bueso, y un escaso grupo de ex colaboradores.
Volvió a sorprender
Después del evento protocolario el nuevo titular del Ejecutivo local presentó a su gabinete. El hecho más esperado en los últimos meses por las furiosas tribus que se disputaron los espacios, pero también por las fuerzas opositoras, PAN y PRI, en el DF.
Moros y cristianos reconocieron como una jugada magistral de Miguel Ángel Mancera dejar como “la carta fuerte” una de las asignaciones en su gabinete: la incorporación de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, reconocido como el líder moral del fracturado PRD.
Desde ya, Cárdenas será el encargado de coordinar las relaciones internacionales del GDF, cargo que ostentaba la ex esposa de Marcelo Ebrard, Francesca Ramos Morgan. La estrategia, dicen, merma los ímpetus de una fracción del PRD.
Del grupo de funcionarios que lo acompañarán en el gabinete se especuló mucho y la burbuja explotó cuando se supo los nombres de cada uno de ellos; unos, pago de cuotas, otros, afines al nuevo mandatario.
Muchos rumoraron el castigo que Miguel Ángel Mancera dio al profesor René Bejarano, a quien le otorgó una sola de las secretarías, por cierto, de muy bajo perfil, la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, encabezada por Hegel Cortez Miranda, responsable del Registro Público en la administración que termina.
Hasta ahora los “bejaranistas” no hablan de revanchas, sino de disputar las riendas del PRD en la capital y la de Consejeros Electorales en el Instituto Electoral del DF (IEDF), procesos que se desahogan a partir de este fin de semana.
Si de castigar a las corrientes se trata, Mancera cedió a Nueva Izquierda, que controlan los Chuchos, la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo que estará a cargo del ex senador Carlos Navarrete.
Ninguno de los consultados habló de ruptura con Mancera. Las tribus apuestan aún a controlar las áreas directivas y de menor nivel al interior del GDF.
Otros de los nombramientos que sorprendió en el gabinete local fue el de Salomón Chertorivski, quien fuera el secretario de Salud federal en el último año de gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
También el de Miguel Torruco, quien había sido propuesto por Andrés Manuel López Obrador como el Secretario de Turismo de haber ganado las elecciones para presidente de la República en el gabinete que anunció el tabasqueño. Hoy Torruco es el Secretario de Turismo del DF.
De los funcionarios del gabinete de Marcelo Ebrard, el ex procurador ratificó en sus cargos a Héctor Serrano Cortés, en la Secretaría de Gobierno, identificado como uno de los operadores más hábiles del ex jefe de gobierno; también a Armando Ahued en la Secretaría de Salud.
Otros de los funcionarios rescatados del gabinete marcelista, aunque no en sus mismos cargos, son Elías Miguel Moreno Brizuela, quien ocupó protección Civil y ahora es el Jefe de Oficina.
Rosa Icela Rodríguez, identificada claramente con Andrés Manuel López Obrador, fue ubicada en la Secretaría de Desarrollo Social y será la encargada de sostener y expandir la barra de programas sociales en la capital.
Ya desde su primer discurso Mancera anunció que distribuirá la tarjeta “Ciudad con Ángel”; que luchará por lograr la Reforma Política del DF y en materia de seguridad, el programa “Escudo Centro”.
Ayer arrancó la aventura de lo que él definió como gobierno “humanista, veraz, honrado y transparente”.
El que fuera el jefe de la ciudad de la Esperanza, Andrés Manuel López Obrador, fue el gran ausente; y quien fue el impulsor de la ciudad de vanguardia, Marcelo Ebrard, declinó asistir como invitado al evento del Auditorio Nacional.
Desde ayer se refugió en su despacho de Alfonso Reyes en la colonia Condesa. Marcelo y Mancera, prometen dar de que hablar, separados o juntos, tal vez se midan en el 2018.
UNA FIESTA CON SABOR PRESIDENCIAL
El nuevo jefe de Gobierno del DF asumió el cargo en medio de mariachis, el cobijo de la clase política y quienes lo impulsan a contender en el 2018
Por Jonathan Villanueva e Icela Lagunas
Una corbata en tonos grises. Un traje oscuro, sobrio. Un enfático y sensible discurso y, la conformación atípica de su gabinete, marcaron el banderazo de salida rumbo a la elección presidencial del 2018.
Y es que la toma de protesta de Miguel Ángel Mancera como el nuevo jefe de Gobierno del Distrito Federal, parecía más el inicio de una larga campaña hacia Los Pinos que un acto protocolario.
Por eso los alrededores del Recinto Legislativo de Donceles y Allende se ensordecieron con los gritos de “¡Mancera! Amigo, tu vas pa presidente”…
Fue el día uno. En el que todo fue una fiesta; donde no faltaron los mariachis, las porras y la pasarela de un sinfín de personalidades.
Todo estaba fríamente calculado. Lleno de filtros en cada esquina. Revisiones de gafetes e invitaciones, protocolo que se repetía una y otra vez.
Los elementos de resguardo firmes; de corbata roja, y atentos a cada movimiento. Lo mismo que lo hicieron los priistas que formaron una larga comitiva durante el arribo del coordinador de su bancada en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones y el poderoso secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Ellos también parecían estar en casa. Sentados en las sillas de invitados especiales y hasta en la Mesa Directiva, vía Osorio Chong.
Tan así, que nadie los abucheó. Es más, las huestes perredistas les abrieron paso hacia el recinto legislativo de Donceles, y a su salida fueron prioridad para los elementos de seguridad.
La plana mayor de los gobernadores priistas hizo lo propio en la antesala de recepción, donde se reunieron a puerta cerrada con Miguel Ángel Mancera minutos después de las 10:00 horas de ayer.
El primero en llegar fue René Bejarano, el líder de la “poderosa” Izquierda Democrática Nacional (IDN), escoltado por los diputados locales Ariadna Montiel y Eduardo Santillán.
Fueron los únicos que no celebraban. Incluso rehuían a las preguntas de los medios de comunicación sobre la conformación del nuevo gabinete del DF.
Luego llegaron Alejandro Encinas, Manuel Camacho y Jesús Zambrano. Miguel Ángel Mancera ingresó a la Asamblea cerca de las 10:00 horas en medio de aplausos y la música de un peculiar mariachi vestido color salmón.
Sus pequeños hijos iban delante de él. La pose en las escalinatas no pudo faltar. El símbolo de un abrazo y una ligera sonrisa tampoco.
Adentro, la clase política lo buscaba, todos intentaban saludarlo (sin importar quién era del PAN, PRI, PRD o chiquillada).
Otros desconcertados fueron los mismos secretarios de su administración que prácticamente no se conocían entre sí; al grado que ahí mismo se fueron enterando de quiénes serán sus compañeros durante los próximos seis años.
Los posicionamientos fueron desabridos. Casi nadie prestaba atención. Hasta los de la mesa directiva optaban por intercambiar opiniones.
Mancera fue breve en su discurso. Recalcó la fuerza ciudadana en su administración y con voz quebrada rindió protesta como jefe de gobierno, al tiempo que la ovación de los asistentes comenzó.
Luego Marcelo Ebrard salió del recinto en compañía de su esposa Rosalinda Bueso y uno que otro político que quiso mostrarle su agradecimiento por la labor del sexenio pasado. Pero prácticamente pasó desapercibido.
Tres turibuses partieron rumbo al Antiguo Palacio del Ayuntamiento con la comitiva y medios de comunicación. Ahí las apuestas de quiénes conformarían el gabinete de Mancera estaban a la orden del día. La espera de ese anuncio parecía interminable.
Uno que otro político incrédulo mandó infiltrados para tener, de primera mano, los nombres del, hasta entonces, misterioso gabinete.
Los nombres sorprendieron a muchos. Hubo quienes no creyeron que la cuota de tribus quedara fuera de esa ronda, y sin dudarlo, buscaron una explicación que nunca llegó.
El dispositivo de seguridad aumentó y todos partieron hacia la última parada de la fiesta mancerista: el Auditorio Nacional.
Ahí había asientos especiales para su nuevo gabinete. Uno a uno se presentó y se comprometió a trabajar por la Ciudad de México, para después escuchar el mensaje de Mancera a los capitalinos.
Cuauhtémoc Cárdenas tuvo una ovación especial. Miguel Ángel Mancera lo tomó como un estandarte de su gobierno y para sorpresa de muchos, lo sumó a su gabinete en una cartera que poco, o nada, de relevancia tiene.
El desconcierto de los políticos hizo que algunos se quedaran más tiempo que otros para no aclarar el motivo del por qué los grupos perredistas no encabezaron las secretarías del GDF.
Los 15 de Mancera
Muchos son marcelistas y repiten en el cargo. Estos son los nombres claves del nuevo equipo capitalino:
— Héctor Serrano Cortés, Secretario de Gobierno
Hombre clave con Marcelo Ebrard y ahora cercano a Mancera en la operación política del PRD, cuya virtud ha sido saber negociar frente a René Bejarano.
— Simón Neumann Ladenzon, Secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda
Socio de la empresa DEKAH INMOBILIARIA, dedicada a la construcción y la comercialización de bienes raíces.
— Salomón Chertorivski, Secretario de Desarrollo Económico
Es el único funcionario de la administración del presidente Felipe Calderón en el gabinete. Fue secretario federal de Salud y cercano a Ebrard.
— Luis Alberto Rábago Martínez, Secretario de Obras
Colaborador cercano al ahora ex titular de Obras y Servicios, Fernando Aboitiz en la Dirección General de Proyectos Especiales.
— Armando Ahued, Secretario de Salud
Repite en el cargo por su buena gestión de la crisis de la influenza en la capital a principios del 2009.
— Mara Robles Villaseñor, Secretaria de Educación
Cercana a Ebrard, que creó la Escuela de Administración Pública ex profeso para ella. Colaboradora del exsecretario de Educación, Salvador Martinez.
— Rufino León Tovar, Secretario de Transporte y Vialidad
Marcelista declarado, tanto que es su abogado para asuntos personales. Anteriormente, estaba al frente de Servicios Eléctricos.
— Rosa Icela Rodríguez Velázquez, Secretaria de Desarrollo Social
Es identificada con el circulo de AMLO, pero en realidad ha colaborado con los distintos mandatarios locales en el Instituto de los Adultos Mayores.
— Tanya Muller García, Secretaria de Medio Ambiente
Trabajó en los primeros tres años de la administración marcelista con Martha Delgado en la Dirección de Área de Bosques donde nació el proyecto Ecobici.
— Miguel Torruco Marqués, Secretario de Turismo
Declarado priista, pero afín a la propuesta de AMLO. Incluso estaba postulado para la secretaria de Turismo federal por las izquierdas.
— Carlos Navarrete, Secretario del Trabajo y Fomento al Empleo
El único integrante de Nueva Izquierda del gabinete. Negoció en el proceso interno del PRD a cambio de un espacio en esta etapa del GDF.
— Rodolfo Fernández Ríos, Procurador General de Justicia del DF
Hombre clave de Mancera en su paso por la dependencia, donde fue coordinador de asesores y secretario particular. Cuenta con el aval de Peña Nieto.
— Hegel Cortés, Secretario de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades
Única pieza de René Bejarano y su corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN).
— Jesús Rodríguez Almeida, Secretario de Seguridad Pública del DF
Responsable de la PGJDF tras la salida de Mancera y uno de sus pilares en la materia.