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En México, uno de los 10 países donde sus ciudadanos trabajan más horas (45 a la semana, según datos del 2013 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), pocos mexicanos pueden darse el lujo de no asistir a su trabajo, salvo incapacidad o algún otro motivo justificable del mismo empleo.
Pero en el Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco (STJJ), al menos una decena de magistrados, cuyo sueldo al día asciende a los 4 mil 296 pesos, se pueden dar el lujo de no asistir sin siquiera tener alguna de estas justificaciones.
Y el sueldo de poco más de 4 mil pesos diarios es en referencia a los magistrados que ganan poco más de 128 mil pesos al mes.
Porque en el del magistrado presidente, Luis Carlos Vega Pámanes, se trata de un pago diario de 7 mil 112 pesos, pues recibe un sueldo superior a los demás magistrados en el STJJ (144 mil 550 pesos) y además otro pago por su puesto de “consejero presidente” en el Consejo de la Judicatura de Jalisco (CJJ) de 68 mil 826.60 pesos al mes.
Es un sueldo que varios mexicanos desearían tener mensualmente, pero que en el caso de los magistrados representa tan solo un día laboral.
Aún así, los integrantes del órgano encargado de la impartición de justicia en el estado tienen varias inasistencias, algunas justificadas, pero otras que ni siquiera tienen un motivo indicado.
El 9 de junio la Unidad de Transparencia del STJJ admitió la solicitud de información, pero luego de una aclaración que solicitó el órgano al reportero de este medio, se terminó admitiendo la solicitud el 11 de junio, quedando de la siguiente forma una vez que se realizó la “prevención”:
“Solicito las asistencias de los magistrados del STJJ, en general, es decir tanto en lo referente a las sesiones del pleno, como en lo que respecta a sus asistencias laborales en los días hábiles y que deberían laborar, así como las licencias para ausentarse que en su caso hubieran solicitado cada uno de los magistrados, lo anterior del periodo del 2012 hasta el registro más reciente del 2014”.
Una vez realizada la aclaración, la Unidad respondió el 17 de junio con la información de las faltas a las sesiones y las licencias solicitadas por los magistrados.
En cuanto a las sesiones plenarias del consejo se enlistan el total de las faltas por año desde 2012 hasta 2014, sin especificar cuáles son de cada uno de los 34 magistrados (actualmente hay solo 32 designados, pues quedan pendientes de asumir dos más) que integran el Supremo Tribunal.
Las inasistencias justificadas han ido de 130 en el 2012, a 48 en el 2014, aunque se trata de casi la mitad de las sesiones plenarias celebradas en el año base: 48 (2012) contra 26 (2014).
De cualquier modo es evidente que las “inasistencias”, como simplemente se les llama en el informe de transparencia, aunque se trate de las faltas sin justificación, han ido en aumento desde el 2012 a la fecha, pues en dicho año se registraron solo cuatro, mientras que en el 2013 hubo 22. Y lo que lleva del 2014 ya casi alcanza a 2012, pues se registran tres.
Licencias y faltas sin licencia
20 de los 32 magistrados del STJJ registraron ausentismos, de los cuales una decena presentaron una “licencia” al menos, sin justificación aparente.
Lo anterior en el periodo que comprende de enero del 2012 hasta el 16 de junio del 2014, que es cuando se muestra el registro más actualizado.
Los dos motivos que se señalan en el resto de los casos de inasistencias son por “incapacidad médica” o “capacitación”, pero en cuanto a las licencias de estos diez magistrados, no hay registro de ninguna razón en específico.
En la lista se encuentra el expresidente del STJJ, Celso Rodríguez González, entre otros magistrados.
Pero entre los integrantes del Supremo Tribunal que más licencias solicitó sin tratarse de incapacidades o la señalada “capacitación”, está Ramón Soltero Guzmán, quien se ausentó durante 17 días sin justificación específica.
En teoría, el que más inasistencias tiene en el 2012 es Aurelio Núñez López, quien solicitó dos licencias, por un mes cada una, el primer periodo fue del primero al 22 de octubre y el segundo del 23 de octubre al primero de noviembre, por lo que fueron dos meses seguidos durante 2012.
Pero en realidad Núñez López fue removido de su cargo por una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
También está el caso de José Félix Padilla Lozano quien pidió licencia durante 10 días.
Otro destacado es Manuel Higinio Ramiro Ramos, quien pidió licencia por siete diferentes días, sin que se tratara de una capacitación o incapacidad.
La ausencia de un magistrado por 10 días, o en algunos casos hasta más de dos semanas, significa una importante erogación del erario, en especial cuando no existe una justificación para dicha inasistencia.
El sueldo de 17 días de un magistrado es poco más de 73 mil pesos; es lo que significa que un funcionario de este tipo se ausente de su puesto por dicha cantidad de tiempo.
Tan solo en 10 días la cantidad ya ronda más de 42 mil pesos, cifras que cualquier mexicano promedio, del que trabaja 45 horas a la semana con un sueldo menor a los 10 mil pesos al mes, desearía como un mes de pago.