Lucha por la reapertura de parques nacionales
Los parques nacionales como el Izta-Popo o el Pico de Orizaba se rehúsan a abrir sus puertas al público. Montañistas expertos acusan que el cierre de estos espacios ha provocado corrupción y accidentes, pues las personas acceden mediante sobornos y no hay quien las guíe
Ernesto SantillánMientras los cines, restaurantes, comercios, oficinas y hasta bares y antros comienzan a retomar sus actividades en medio de la pandemia de COVID-19, las montañas, senderos y volcanes de los parques nacionales permanecen cerrados.
Esta decisión por parte de las autoridades encargadas de su administración, tanto de los directores de estos espacios como de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp) y de la Semarnat, ha provocado molestias en la comunidad de montañistas de México.
El pasado 23 de septiembre, el Colectivo Montañistas Unidos que aglutina a 10 mil deportistas y otras personas que dependen de los negocios en estos lugares, se manifestaron en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ubicada en Avenida Ejército Nacional 223, Ciudad de México, para exigir que los parques nacionales sean reabiertos.
“Queremos que nos den una fecha exacta. Y también buscamos la remoción del cargo del director del parque Izta-Popo, Amado Fernández Islas, quien afirman mantiene el lugar cerrado sin dar una explicación, violando el derecho al deporte y a la salud de los miles de mexicanos que con sana distancia practican deportes al aire libre, dice Fernando Veytia, vocero de Montañistas Unidos.
Por su parte, el montañista Héctor Ponce de Léon asegura en entrevista para Reporte Índigo que también han denunciado corrupción en el parque Izta- Popo, pues hay tala ilegal y, a pesar de que está cerrado al público, las personas están accediendo.
“El 29 de junio denunciamos corrupción porque están dejando entrar a las personas con un pago por fuera.
“Además, no cabe duda de que hay tala ilegal y de que las autoridades del parque están haciéndose de la vista ciega, a mí me consta que baja la gente con madera y por los motivos que quieras no hacen nada para impedirlo”, cuenta Ponce de León.
El montañista dice que otro tema que también se debe atender son los permisos de trabajo, pues lo único que solicitan es un pago de 400 pesos al año, el cual permite dar un servicio como guía individual o como empresa, pero ni siquiera hacen un examen para comprobar los conocimientos, a lo mucho piden algunos documentos como el RFC o la INE.
El peligro de no abrir los parques nacionales
Miriam Díaz, jefa operativa nacional de la Brigada de Rescate del Socorro Alpino de México, expone en entrevista que le parece ilógico que los parques nacionales estén cerrados y los bares no, ya que las actividades al aire libre son menos riesgosas. Agrega que a esta problemática se suman los peligros para los visitantes, debido a que nadie está supervisando los parques y las personas suben a escondidas.
“Se están metiendo por otros lados, por eso se necesita reabrir. Evidentemente se debe hacer con todas las medidas de seguridad y a un 30 por ciento de su capacidad, como en todos lados, pero no lo están haciendo y no sabemos por qué.
Además, acusa que todos los parques nacionales están en la misma situación y que, a pesar de que todos cuentan con las medidas de seguridad definidas, poco hacen para que estas se apliquen, pues eso implica más trabajo para el personal de estas áreas naturales protegidas.
“Nosotros somos una institución voluntaria que se dedica a cubrir rescates y sobre todo evitar accidentes. Actualmente todos los parques ya tienen sus medidas de seguridad establecidas. De hecho nosotros hablamos con los encargados del parque nacional Izta-Popo y se les mandaron todas las medidas que considerábamos eran necesarias para una reapertura segura.
“Sin embargo, esto significa más chamba para la gente del parque. En cualquier parte del mundo, cuando tú llegas a uno de estos lugares recibes una plática en la cual te informan todo lo que debes saber para que no corras peligro y a su vez no dañes la zona, pero aquí no es así”, explica Miriam.
Por ahora, la Brigada de Rescate del Socorro Alpino de México, solo acude al auxilio si los llaman.
“Si nos hacen el llamado asistimos porque como no está abierto no se nos permite cubrir como lo hacemos regularmente a pesar de que sabemos que hay gente que sí está subiendo y puede estar en peligro”, añade.
Compromiso a la espera
Abel Flores, montañista e integrante de la empresa Orizaba Mountain Guides, dice en entrevista con Reporte Indigo que tras la manifestación del 23 de septiembre pasado, fueron atendidos por autoridades de la Conanp.
“Nos recibieron en cuanto nos vieron afuera y no preguntaron por qué estábamos ahí, entonces una vez que les explicamos todo recibieron a un grupo de personas de distintos clubes u organizaciones de montaña y dialogaron con ellos.