La espera continúa para el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, luego de que un juez de control del Reclusorio Preventivo Varonil Norte aceptara diferir, por tercera ocasión, la audiencia intermedia del exfuncionario.
De este modo, la Fiscalía General de la República (FGR) deberá esperar hasta el próximo 16 de febrero para acusar al extitular de la petrolera de participar en el presunto acto de corrupción en la compra de la planta de fertilizantes Agronitrogenados, imputándole los delitos de lavado de dinero, cohecho y ejercicio indebido del servicio público.
Lo anterior, por haber recibido supuestamente 3.2 millones de dólares de la empresa Altos Hornos de México (AHMSA) a cambio de adquirir a sobreprecio dicho inmueble en 2014.
Para la periodista Lourdes Mendoza, quien ha seguido de cerca los procedimientos legales en contra del extitular de Pemex, él representa el símbolo de la corrupción de la administración pasada y el de la impunidad en el Gobierno actual.
El aplazamiento de la audiencia, avalado por el juez Gerardo Genaro Alarcón López, ocurrió luego de que la defensa de Emilio Lozoya argumentara el descubrimiento de nuevos datos de prueba, tras recibir un disco compacto con más de dos mil hojas sobre el expediente del caso.
“No va a haber juicio en contra de Emilio Lozoya porque el juicio tiene que ser en contra de aquellas personas que se beneficiaron en los casos de corrupción del pasado y de los sobornos”, advirtió Miguel Ontiveros Alonso, abogado del otrora integrante del Gabinete del expresidente Enrique Peña Nieto, al salir de los juzgados del Reclusorio Norte.
3-0 a mi favor1) Demostré q Lozoya mintió a cambio de privilegios y hoy está en la cárcel 2) La justicia civil lo exhibió como mentiroso y perpetrador de daño moral en mi contra 3) Hoy, 3 magistrados los confirman
Seguro sus abogados le seguirán robando Nos veremos en el amparo pic.twitter.com/Xl9s4Pzssu— Lourdes mendoza (@lumendoz) September 6, 2022
Caso Odebrecht y el pato pekinés
Aunado al caso Agronitrognados, el exfuncionario enfrenta un proceso penal por el caso Odebrecht, del que se espera una audiencia el próximo 17 de enero.
A Emilio Lozoya se le acusa de recibir sobornos de la empresa brasileña a cambio de otorgarle contratos de obra pública durante el sexenio anterior, y los cargos que derivan de esto son lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho.
El 9 de octubre de 2021, Emilio Lozoya, entonces testigo colaborador de la FGR, asistió al restaurante Hunan, en la Ciudad de México, con un grupo de amigos, pese a ser una pieza clave en uno de los escándalos de corrupción más grandes de los últimos años.
Dicha cena, en la que destacó que los comensales ordenaron para la cena un pato pekinés, fue la punta de lanza para que al exfuncionario se le dictara prisión preventiva, luego de que él evadiera asistir a una comparecencia el 10 de septiembre de ese año por la demanda de daño moral que presentó la periodista Lourdes Mendoza, al asegurar que estaba en arraigo domiciliario.
“Aún con brazalete, el criminal confeso Emilio Lozoya se da la gran vida, Hunan de las Lomas, obvio, gracias a la protección de FGR. Además, le miente al juez de lo civil diciendo que está arraigado”, escribió la comunicadora en su cuenta de Twitter junto a una imagen del Lozoya Austin en dicho establecimiento.
El extitular de Pemex declaró en agosto de 2021 que por órdenes del exsecretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, compró por un monto de cuatro a cinco mil dólares una bolsa Chanel para Lourdes Mendoza con el propósito de que publicara opiniones favorables del Gobierno en turno.
Por lo que la periodista inició y ganó una batalla legal en contra del exfuncionario, misma que quedó registrada en el libro “Con la frente en alto, testimonio contra la impunidad” (Grijalbo, 2022).
‘Con la frente en alto’
En entrevista con Reporte Índigo, la periodista advierte que después de la fotografía que compartió en redes sociales, Emilio Lozoya permaneció en el restaurante dos horas y media más, lo que, a su parecer, es un reflejo de la impunidad que impera en México.
“No hay nada que me pueda resarcir el daño que Emilio Lozoya causó en mi vida, en la de mi hija y en la de mi familia; sin embargo, esperar que se haga una buena justicia sería lo mejor del caso, que la Fiscalía se faje y acuse a Emilio Lozoya, deje de perseguir a los otros y no habrá ningún mexicano que le niegue un aplauso al Presidente y un aplauso al fiscal si al final del día se nos hace justicia a los mexicanos”, comenta.
El testimonio de la comunicadora busca ser un retrato de la vulnerabilidad a la que está expuesta la ciudadanía ante los abusos del poder, pero también ser un testigo de lo que se puede lograr si cada víctima apela a la valentía de enfrentar las injusticias.
Por lo que afirma que aún es posible que la población le ofrezca un voto de confianza al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador si resuelve ya la situación penal de Lozoya Austin.
Lourdes Mendoza dice sentirse satisfecha por el fallo a su favor, luego de enfrentar los señalamientos del exdirector de Pemex desde el día uno, “porque nunca le tembló la mano ni la voz, a pesar de tener mucho miedo”.
“A pesar de ser violentada por y desde el poder, y de sufrir desde redes sociales un escarnio sin miramientos, lo que he aprendido con la experiencia es que, la diferencia entre un valiente y un kamikaze, es que el kamikaze se avienta a la batalla sin tener conciencia de lo que está haciendo, y yo, a pesar de todo, emprendí la batalla aún con miedo”, subraya.