Mientras que Felipe Calderón Hinojosa anunció un programa para contener el precio del huevo, el jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubón, con apoyo de la Central de Abasto (CEDA), distribuyó 20 toneladas de blanquillo en zonas populares del Distrito Federal a 20 pesos el kilo.
La rápida estrategia implementada desde el Gobierno del Distrito Federal (GDF) para amedrentar la carestía del huevo en la capital, ha sido calificada como un recurso populista, sin embargo, los tráileres cargados con este producto han resultado todo un éxito.
Raymundo Collins Flores, director de la CEDA de la ciudad de México, admitió en entrevista que hay un acuerdo con los comerciantes de este centro de distribución para que apoyen la estrategia de frenar el alza y llevar el producto a 20 pesos a zonas marginadas pero rechazó que el GDF esté aplicando un subsidio para amortiguar el alza.
“No tenemos dinero para amortiguar un aumento como ese”, aseguró.
Basado en esta estrategia, los tráileres son llevados a colonias populares, se instalan en un sitio, previamente anunciado por el GDF y expenden el huevo al precio de 20 pesos el kilogramo, mientras que en otras zonas se cotiza entre 40 y hasta 70 pesos el kilo.
La medida arrancó en Iztapalapa, la delegación más poblada del Distrito Federal y con mayor índices de pobreza, y continuó en colonias populares de Gustavo A. Madero, Iztacalco, Tlalpan y Álvaro Obregón.
Collins Flores, director de la CEDA, explicó que esta acción forma parte del programa “Central de Abasto en tu colonia” continuará aplicándose en aquellas zonas de mayor vulnerabilidad económica.
El funcionario detalló que el problema del encarecimiento del huevo en todo el país no responde a la escasez del producto sino a un “fenómeno de acaparamiento” mediante el cual se pretende hacer creer que la crisis ocasionada por la fiebre aviar disminuyó la producción de este elemento de la canasta básica y del consumo diario en la dieta del mexicano.
A partir de ayer, la CEDA está a la expectativa de iniciar trámites para la importación de huevo de Estados Unidos y Costa Rica, fundamentalmente para continuar abasteciendo la demanda de consumo diario.
Collins Flores detalló que mediante un acuerdo con los comerciantes de la CEDA, se mantendrá hasta donde se pueda el precio de 20 pesos, pero dependerá del costo de la importación y la negociación de precio que se amarre con los productores extranjeros.
La reacción del gobierno federal llegó días después de que GDF ya había arrancado con la medida de los tráilers.
El presidente Felipe Calderón anunció el pasado viernes un programa para contener el alza de precio del huevo y pan.
Habló de tres frentes en lo que la Secretaría de Economía está trabajando: garantizar el abasto, la distribución y el fortalecimiento de las capacidades de los productores.
El programa federal se llama “Acciones para proteger la economía” y contempla un acuerdo con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y panificadores para que vendan el pan y huevo a precios accesibles, sin especificar el precio.
Además, la idea es que a través de las tiendas Diconsa y Liconsa se venda el huevo en zonas marginadas del país y hasta diciembre, congelar a cinco pesos el kilo de maíz y a 4.50 pesos el litro de leche Liconsa.
De la problemática del huevo, específicamente, se anunció un respaldo financiero de tres mil millones de pesos para los productores a efecto de ayudarlos a equipar sus granjas y créditos con tasas preferenciales a fin de facilitar la compra de gallinas ponedoras.
La estrategia federal es de mayor alcance y es mucho más versátil ya que incluso pretende que la industria mexicana de panificación, por este momento, adquiera huevo industrial líquido o en polvo para la producción de pan y así dejar el huevo de cáscara para el consumo
diario de las familias mexicanas.
Jugada anti especulación
Fue a principios de julio cuando el precio de este producto básico aumentó un 60 por ciento al pasar de 14 pesos a 23 pesos el kilogramo.
En este mes de agosto, el promedio de venta que han registrado las autoridades de la capital ha sido alarmante pues el kilo se ha cotizó entre los 40 y hasta 70 pesos el kilogramo.
Como el titular del abastecimiento de alimentos y productos para la capital del país, Raymundo Collins, prevé que con la importación autorizada por la Secretaría de Economía, que se estima será de 221 mil toneladas de huevo para consumo humano y poco más de 24 mil para uso industrial, se revierta el proceso especulativo en torno al huevo.
Los motivos públicos para justificar la escasez y el encarecimiento de este alimento refieren el brote de influenza aviar en tres granjas que se registró en julio pasado en el Estado de Jalisco, lo que provocó la muerte de 870 mil aves y la infección de 1.7 millones.
Sin embargo, los encargados de abastecer alimentos vía Central de Abasto para los capitalinos, descalifican que ese sea el motivo de la crisis de huevo que atraviesa el país.
Collins Flores argumenta, por ejemplo, que la fiebre aviar que supuestamente afectó al Estado de Jalisco, se registró en tan sólo cuatro municipios. Y recuerda que el 80 por ciento de la producción del país continuó operando de manera normal por lo que no debería de haber escasez de huevo.
Las cifras oficiales colocan a México en el quinto lugar de producción de huevo a nivel mundial con 108 millones de cajas anuales, mientras que China ocupa la primera posición.
El titular de la CEDA explica que cuando el producto comenzó a aumentar de precio apostaron por comprar para asegurar el abastecimiento, lo que hoy permite llevar a través de tráileres el producto a colonias pobres.
De la mano, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) activó hace algunas semanas el Programa Nacional de Verificación de Venta de Huevo y Pollo para evitar la especulación y los aumentos desproporcionados e injustificados del alimento.
El aumento mayúsculo se registra, en el caso del Distrito Federal, en las tiendas de abarrotes, misceláneas, tienditas, cremerías, que corresponden al último eslabón de la cadena comercial en el que participan productores, intermediarios y distribuidores.
Mientras que, actualmente, los precios más bajos del producto se registran en los centros comerciales, donde se vende en 25 pesos promedio el kilogramo, dependiendo de la marca, sin importar si el huevo es de color rojo o blanco.
Collins evitó hablar de las existencias de huevo que mantiene la CEDA, sin embargo, apuntó que la estrategia de llevar huevo barato a las colonias de bajos recursos se mantendrá en la medida de que los comerciantes de ese centro de distribución decidan cuánto invertir para la compra e importación del producto.
Pese a que la Secretaría de Economía autorizó la importación de huevo, hasta ayer, la dependencia federal aún no concretaba una reunión con las autoridades capitalinas para determinar el procedimiento a seguir.