En la nueva alerta que emitió el Departamento del Tesoro del Gobierno de Estados Unidos, definió la relación de Juan José Esparragoza Moreno “El Azul” y Rafael Caro Quintero como “socios en el tráfico de drogas por largo tiempo”.
“Los narcotraficantes normalmente usan a familiares en sus negocios y esto es particularmente cierto en el caso de Esparragoza Moreno y el Cártel de Sinaloa”, señaló el director de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés), Adam J. Szubin, en el comunicado.
En la ficha de la autoridad estadounidense del 30 de septiembre, se establece la relación que vincula a los negocios pantalla de los dos capos: La empresa Piscilanea. Dicha compañía está ubicada en el centro comercial Provenza Center, uno de los negocios administrados por los hijos de Esparragoza Moreno.
Pero además de esta relación en donde se vincula a la empresa con uno de los primos de los Sánchez Garza (también señalados por lavado de dinero por el gobierno estadounidense), Rubén Sánchez González, a los negocios de Caro Quintero, está la transacción de todo el proyecto Provenza, en la que existió participación de los Sánchez Garza con familiares de “El Azul”.
Y es que según se consignó el 13 de junio de este año en Reporte Indigo (véase El triángulo del lavado), Diego Sánchez Garza se asoció con la esposa de Esparragoza Moreno, de acuerdo a lo señalado en el juicio 1722/2006 iniciado por Proberbia Corporation en contra de Sánchez Garza. Dicha asociación tuvo lugar en 2003.
Llama la atención la participación de diversos capos en los mismos negocios pantalla, como en el caso citado y en el de la empresa Casa V, ubicada en avenida Vallarta 1339, en la colonia Americana, que tiene antecedentes –según el gobierno estadounidense- de haber servido a Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”.
En la Casa V se organizan eventos, en su página de Internet (http://www.casavguadalajara.com) se ofrecen los servicios de catering, floristería, música, video y fotografía. Ofrecen paquetes de bodas, quinceaños, bautizos, ceremonias en general y desayunos.
La descripción del negocio donde convergen Carrillo Fuentes y Esparragoza Moreno es: “el lugar de los más grandes y exquisitos festejos, es un portal en el tiempo y en el espacio que abre posibilidades inimaginables para vivir cualquier tipo de celebración”.
Por otro lado, en este nuevo llamado del gobierno estadounidense, se hace referencia a la participación de otros socios vinculados a “El Azul”: Luis Francisco Vallarta Escalante y Álvaro Padro Pastor, quienes tienen vínculos familiares con Brenda Guadalupe y Nadia Patricia Esparragoza Gastelum, las hijas del capo.
En la nueva información del gobierno estadounidense se hace énfasis en la relación de cercanía y la participación en el mismo grupo criminal de “El Azul” y Caro Quintero.
“Esparragoza Moreno ha estado activo en el tráfico de drogas desde finales de los 70, cuando él y otros formaron el Cártel de Guadalajara. Rafael Caro Quintero, quien el presidente también identificó como un narcotraficante destacado de acuerdo al Kingpin Act en 2000, forma parte de los otros individuos que fueron parte del Cártel de Guadalajara”.
En este año el gobierno de Estados Unidos ha emitido cuatro alertas desde la OFAC en relación con negocios en Guadalajara donde se lava dinero.
Varias de las familias señaladas tienen en su haber, además de las empresas, varios proyectos inmobiliarios. Tanto los Caro Quintero, como los Esparragoza Gastelum, así como cómplices de ambos: Los Sánchez Garza, han invertido en desarrollos de este tipo.