La decisión se tomó ocho días antes: si hay aumento a la tarifa del Metro, #PosMeSalto…
Y así lo hicieron miles de personas desde las primeras horas del pasado viernes 13 de diciembre.
Jóvenes, adultos, niños, hombres y mujeres; incluso un Santa Claus y Superman ingresaron a este Sistema de Transporte Colectivo sin pagar y como señal de protesta al incremento del boleto.
En Insurgentes, Pino Suárez, Miguel Ángel de Quevedo, El Rosario y al menos 10 estaciones más, los usuarios se brincaron los torniquetes e invitaron a los demás a manifestar su inconformidad.
Esta fue, sin duda, la primera “gran protesta” en contra del actual jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y el segundo movimiento social más grande que ha surgido a través de las redes sociales después de #YoSoy132.
Quienes acudieron a las estaciones portaron pancartas y playeras en las que se podía leer su rechazo a la nueva tarifa. Ahí lanzaron consignas contra el gobierno de la ciudad y “las falsas promesas de Mancera”.
A lo largo del vienes pasado no hubo declaraciones sobre el tema por parte del mandatario local; solo se limitaron a organizar un operativo para impedir el acceso de vagoneros, pero solo los de la Línea 1.
Las protestas
En la estación Rosario las muestras de rechazó se incrementaron después del mediodía del viernes pasado. Jóvenes lanzaron todo tipo de críticas a la administración de Miguel Ángel Mancera.
Las personas que se dirigían a sus lugares de trabajo eran ayudados a cruzar gratis los torniquetes. Prácticamente nadie opuso resistencia. Agachados y hasta arrastrándose pasaron la aduana del Metro.
Un Santa Claus llamó la atención cuando quiso ingresar; todos lo apoyaron para que pasara por encima. La euforia revivió cuando un niño enfundado en su traje de Superman pasó simulando un vuelo en los brazos de los asistentes.
En la estación Miguel Ángel de Quevedo un grupo de jóvenes se convirtió en recepcionista, pues en los torniquetes ayudaban a pasar a las señoras que no podían agacharse por completo.
Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México también tomaron la estación Universidad, con el único fin de evitar que la gente pague su boleto del Metro. Utilizaron hasta megáfonos.
La preocupación llegó cuando algunos de los manifestantes se cubrieron el rostro para protestar, como lo hacen los anarquistas cuando alteran el orden durante las manifestaciones.
Por eso el Gobierno de la Ciudad colocó células de granaderos en las estaciones más concurridas, no pasó a más. Pues los uniformados no realizaron detenciones durante el viernes y los inconformes no se metieron con ellos.
“A mí no me preguntaron ¿a ti si?”, decían las playeras que se repartieron. “No nos preguntaron sobre el aumento del costo del Metro, ni al uno por ciento de los más de 4 millones de personas que lo usamos diariamente”, se leía en una pancarta.
“¡Ni un peso más!”, gritaban en todas las estaciones. Y de paso, convocaron a una marcha que se realizó horas más tarde y otra para el sábado, del Ángel de la Independencia al Zócalo de la ciudad.
En la estación Pantitlán y Tlatelolco pasó lo mismo. Grupos de inconformes incitaron a la gente a pasar sin pagar. La mayoría atendió el llamado de inmediato.
“Si te vas a agachar, que sea para pasar, despierta México, ¡por abajo!”, gritaban sin parar, mientras que la gente prefería brincar los torniquetes que pasar por la puerta de acceso a adultos mayores.
La mayoría de los grupos inconformes se identificó. Uno de ellos estaba integrado por estudiantes de la prepa del GDF ubicada en la delegación Magdalena Contreras. Su punto de reunión fue la estación Pino Suárez.
El argumento de los quejosos era simple y generalizado: “el aumento nos afecta a todos”, “es una manifestación legítima por el alza a la tarifa, es un aumento injustificado y nosotros estamos para señalarlo”.
El protocolo
A través de Twitter, el grupo #PosMeSalto dio a conocer un protocolo de seguridad en el que piden no dañar las instalaciones y aclaran a los inconformes que brincar torniquetes no es un delito.
Ahí se señala que quienes participan en el #Torniquetazo13Dmx deben considerar que saltarse solo puede representar una falta cívica. Por eso detallan qué es lo que no deben hacer.
“No haber consumido bebidas alcohólicas ni sustancias psicotrópicas”, “no llevar contigo ninguna sustancia prohibida ni armas blancas o de fuego”, “no dañar las instalaciones del Metro”, “no obstruir el paso en entradas ni torniquetes”.
Luego aclaran que si aun cumpliendo la ley hay detenidos, no oponer resistencia, pues lo más graven que puede hacer la autoridad es llevar a los manifestantes al Juzgado Cívico.
Prácticamente todos atendieron los señalamientos, salvo el caso de un señor que discutió con los manifestantes en el metro Insurgentes porque él sí quiso pagar; a cambio, varios jóvenes lo agarraron a zapes.
Mientras en Twitter los llamados continúan a que la gente se salte el Metro de manera permanente ya que con el aumento que se decretó en el 2010, no se vieron resultados a favor de la ciudadanía.
La reacción
El Sistema de Transporte Colectivo Metro y la Secretaría de Seguridad Pública implementaron un operativo en la línea 1, donde ingresaron 590 policías para evitar el comercio ambulante.
De acuerdo con la información oficial, este programa obedece a los compromisos que adquirió el Gobierno de la Ciudad a cambio del incremento a la tarifa.
De acuerdo con Joel Ortega, titular de este medio de transporte, las encuestas aplicadas arrojaron que el comercio informal es uno de los tres aspectos que más molesta a la gente: habrá 500 elementos de la Policía Bancaria Industrial y 90 de la Policía Auxiliar.
El compromiso que el viernes adquirió consiste en que durante el primer trimestre del 2014 habrá un número superior a los 2 mil policías.
Desobediencia con reglas
Para evitar problemas con la autoridad, los manifestantes recomiendan a quienes decidan saltar los torniquetes:
> No haber consumido bebidas alcohólicas ni sustancias psicotrópicas
> No llevar ninguna sustancia prohibida
> No portar armas blancas o de fuego
> No dañar las instalaciones del Metro
> No obstruir el paso en entradas ni torniquetes
> No agredir a quienes decidan pagar